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“Piso 13/Frenesí”: Taller de Título de Teatro UV presenta obra de humor negro y crítica social en noche de Año Nuevo

Con la fusión de las obras "La torre de la defensa" y "Mujeres soñaron caballos", de los dramaturgos argentinos Copi y Daniel Veronese, respectivamente, estudiantes de Teatro de la Universidad de Valparaíso presentan su taller de título “Piso 13/Frenesí”, con el cual cerrarán su trayectoria académica.

La obra, que plantea una narrativa cargada de humor negro, violencia y crítica social en el marco de una noche de Año Nuevo, se presenta el miércoles 6 de agosto, a las 19:00 horas; el jueves 7 y viernes 8, a las 12:00 y 19:00 horas, para finalizar el sábado 9, a las 19:00 horas.

Francisca Márquez, directora de la obra, explica que “lo más interesante fue la búsqueda y el desarrollo de un lenguaje particular para poder levantar escénicamente el material escogido. Cada dramaturgia, cada material posee su propia temperatura y cualidad, sus propias necesidades y restricciones, y definir ese lenguaje y las maneras en que se despliega escénicamente, fue la gran investigación del montaje”.

En tanto, Lirayen Portilla, asistente de dirección, destaca “la riqueza de las individualidades que componen este grupo. Son estudiantes con habilidades muy diversas, cada une aporta desde sus cualidades, lo que permite ir trabajando una puesta en escena compleja. Al mismo tiempo, el montaje significa un gran desafío al poner diez cuerpos en escena, lo que exige un nivel de coordinación, escucha y compromiso colectivo muy alto, que se han ido trabajando a lo largo del semestre. Aún con visiones distintas, el grupo ha demostrado respeto entre sus integrantes, lo que ha favorecido un trabajo colaborativo continuo”.

Claudio Marín Echeverría, director de la Escuela de Teatro UV, señala que “a quienes veremos en escena tienen la capacidad de leer críticamente el mundo, de encarnar sus contradicciones, de ser espejo y también ruptura. Lo hicieron en un contexto desafiante, en tiempos donde la dimensión humana se vuelve compleja y es justamente ahí donde el arte adquiere su sentido más profundo. Pronto dejarán de ser estudiantes para convertirse plenamente en creadoras y creadores, pero el compromiso con la escena no cambia: sigue siendo un lugar de encuentro, de riesgo, de compromiso y verdad”.

El elenco está integrado por Natalia Aranda Vega, Javi Calvo Ormazábal, Daniela Cruz Arancibia, Danni Hanglin, Flo Mancilla Leal, Ángeles Micelli Iglesias, Renato Montoya Neira, Ester Ortiz Díaz, Josefina Romero Cristi, Paulina Trigo Olivares.

Nota: Vicente González (pasante de Periodismo, Escuela de Teatro UV)

“Plesiosauria despierta”: Teatro de Animación para toda la familia en Sala Negra UV

Este viernes 23 y sábado 24 de agosto, a las 19:00 horas, se presenta la obra teatral “Plesiosauria despierta”, de Pupa Teatro, en la Sala Negra Juan Barattini Carvelli, de la Escuela de Teatro UV, ubicada en avenida Brasil 1647, Valparaíso.

La adhesión es de tres mil pesos estudiantes y personas mayores, cinco mil pesos público general. Las reservas se realizan a través del formulario disponible en el Instagram @escuelateatrouv.

La obra, definida como una experiencia sensible para toda la familia, invita al público a conectar a través de cuentos y fósiles no tan fósiles, poniendo en escena a una científica que descubre una forma de armonizar el planeta a través del sonido. Las vibraciones emitidas a través de un faro austral despiertan a un enorme animal que se pensaba extinto.

Tania Corvalán, creadora e intérprete de “Plesiosauria despierta”, comenta que “esta obra nace del deseo de recrear el cuento ‘La sirena’ de Ray Bradbury, texto en el que se habla de un monstruo marino de cuello tan largo como la torre de un faro. Nace del deseo de ver nadar a este ser bajo las aguas del océano, lento, muy lento, rodeado de la oscuridad del mar profundo”.

“Durante pandemia, mientras investigaba sobre plesiosaurios, encontré una noticia del año 2003 que contaba el hallazgo de un fósil de plesiosaurio en playa La Cata de Lirquén, en la región del Biobío, por un niño de doce años. Ese niño formaba parte del Club de Paleontología de su escuela. Esta noticia me hizo explotar la cabeza. ¡Deseé haber sido ese niño! La noticia le dio el vuelco que necesitaba a la historia. La trajo a nuestro territorio, y trajo consigo también un nuevo personaje: Kuyén Moreno, una niña científica que al crecer estudia a los plesiosaurios”, cuenta.

“El año 2022 postulé al Fondo de Artes Escénicas para montar la obra de manera profesional, integrando un equipo de trabajo de gran trayectoria en sus áreas. Este fue adjudicado y gracias a eso pudimos dedicarnos durante seis meses a trabajar. Realicé muñecos, escenografías, utilerías y construí los elementos lumínicos para la obra. Valentina Villarroel hizo el paisaje y composiciones sonoras”, agrega.

La directora señala que “Esteban Herskovits revisó la dramaturgia, trabajó la puesta en escena y se dedicó a dirigirme. Durante ese proceso yo iba diariamente a caminar por la playa en que habito, en Lota, y el mar siempre me regalaba elementos de desecho, que calzaban justo con el diseño que había realizado previamente”.

Temporada

La temporada de Sala Negra UV continúa con funciones a las 19:00 horas de “LSCDLP: La Suma Constructiva De Las Perturbaciones”, viernes 6 y sábado 7 de septiembre; “Mediocres”, viernes 4 y sábado 5 de octubre; “En defensa propia”, viernes 18 y sábado 19 de octubre, y “Beso marica en jauría de perros”, viernes 29 y sábado 30 de noviembre.

Más información en @escuelateatrouv en Instagram y Facebook.

Nota: Rodrigo Catalán

“Raquel”: monólogo sobre violencia de género y amor lésbico se presenta en Sala Negra UV

Raquel es una ex vedette que busca incansablemente a su pareja Desiré, una travesti que conoció en el circo, desaparecida una noche de navidad en el norte de Chile. El suceso ocurrió en el año 1998 y desde entonces Raquel ve manchada su historia de dolor e injusticia.

Ese es el punto de partida de “Raquel”, obra del Colectivo Anfibia, que se presentará este viernes 4 y sábado 5 de octubre, a las 19:00 horas, en la Sala Negra de la Escuela de Teatro UV, ubicada en avenida Brasil 1647. La adhesión es de tres mil pesos para personas mayores, estudiantes, titulados, y cinco mil pesos público general.

Carlos Briones, director de la obra, detalla que “el montaje nace a partir de un interés por reflexionar desde el teatro sobre la violencia contra las mujeres y las disidencias, analizando cómo estas formas de violencia circulan en los medios de comunicación”.

“En términos estéticos, investigamos de qué forma las disidencias que emergen en la dramaturgia, que cuestionan y subvierten el orden establecido, permiten crear nuevas escrituras dramáticas que se relacionan con otras formas de existencias y de amor, que desobedecen y se desvían de la norma heterosexual. Esta mirada dramática sobre las relaciones disidentes nos abre posibilidades para crear ficciones de todo tipo y nuevas formas de escritura”, agrega.

Sobre la presentación en la Sala Negra UV, señala estar “feliz de poder alimentar la circulación de nuestro primer montaje como Colectivo Anfibia, esta vez fuera de Santiago. Sin duda eso es algo muy motivante, es una obra a la que le tenemos mucho cariño. Resulta muy atractivo encontrarnos con las impresiones del público de Valparaíso y con estudiantes de Teatro UV que, en los últimos años, están generando montajes muy interesantes para la escena, no solo de la región, sino que a nivel nacional. El proyecto que desarrollan como escuela es un gran ejemplo para las instituciones de la capital y, sin duda, es un honor compartir este trabajo en ese contexto”.

Junto a Briones, el equipo está integrado por Claudia Vargas, en dramaturgia; Macarena Fuentes, intérprete; Nicolás Jofré, en iluminación; Ignacio Marz, en diseño sonoro; Javiera Díaz, diseño y realización de escenografía y vestuario; Javiera Cayupán y Monxi Oteiza, operadoras técnicas, e Inés Bascuñán, producción.

Nota: Rodrigo Catalán

“Reconversiones y preexistencias”, la exposición que reúne trabajos de estudiantes de Arquitectura en Quilpué

Treinta y cinco proyectos elaborados por estudiantes de primer año de Arquitectura UV, desarrollados a partir de un estudio inicial de los pasos bajo nivel del Metrotrén existentes entre las ciudades de Quilpué y Villa Alemana, forman parte de la exposición “Reconversiones y preexistencias”, que se exhibe en el Centro Cultural Daniel de la Vega de Quilpué, hasta el jueves 7 de agosto.

José Sánchez, uno de los académicos a cargo del Taller Umbral junto a Reinaldo Chong, Diego Ramírez y Adolfo Guzmán, explica que “los estudiantes desarrollaron propuestas que abordan la reconversión de diversos sitios derivados de estas infraestructuras, mostrando las posibilidades y oportunidades para resignificar el territorio”.

“Las propuestas incluyeron una fase de encuestas a los propios habitantes, con el fin de generar proyectos sensibles a su contexto y comprometidos con los desafíos ambientales contemporáneos”, agrega.

Durante la inauguración de la muestra se firmó la “Declaración de intenciones de colaboración conjunta y vinculación” entre la Escuela de Arquitectura UV y la Municipalidad de Quilpué, en el marco del actual desarrollo de un Convenio Marco para la cooperación entre ambas instituciones.

Los académicos a cargo del taller trabajaron en conjunto con la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Quilpué, encabezada por Mariela Rengifo y Gonzalo Herrera, coordinador de Vinculación con el Medio de Arquitectura. La muestra será visitada por colegios de la comuna, donde los estudiantes de Arquitectura realizarán visitas guiadas.

Desde la Escuela de Arquitectura celebraron “esta significativa alianza que viene a fortalecer el quehacer académico y abre nuevas posibilidades de colaboración orientadas a la resignificación del territorio”.

Nota: Rodrigo Catalán

“Recuerdos”: Medicina presentó libro del doctor Kenneth Jones, destacado médico, exdocente y pionero de la pediatría en Chile

“En 2011, cuando cumplí 85 años, atendí a mi último paciente. Durante los 68 años que estuve ejerciendo (…) trabajé en casi todas las instancias de la medicina pública y privada, desde ser pediatra en una oficina salitrera hasta director de un hospital del Servicio Nacional de Salud. (…)  Podría haber seguido más tiempo, pero no me agradaban los grandes cambios en la atención. (…) La llamada ‘medicina defensiva’, que obligaba a recetar medicamentos y a pedir exámenes innecesarios para evitar acusaciones de negligencia, ni los pacientes que llegan pidiendo tratamientos específicos que han encontrado revisando internet. (…) Por estos días, doy charlas gratuitas a pequeños grupos de amigos y vecinos sobre puericultura, alimentación y estrés. Y como ven, acá me tienen escribiendo libros relacionados con la medicina. Porque el secreto del buen envejecimiento es mantenerse ocupado y útil, y ese será el tema de mi próximo libro”.

Así inicia y concluye “Recuerdos”, el volumen de memorias escrito por el destacado médico viñamarino de ascendencia inglesa Kenneth Jones, uno de los impulsores y forjadores de la Pediatría moderna en Chile, quien a sus 97 años sigue siendo fiel a la promesa que él mismo se hizo de joven: vivir para dejar huella.

El texto, una amalgama de vivencias y anécdotas narradas en 150 páginas que dan vida a una parte de lo que ha sido la historia de la medicina local, regional y nacional, y que según la propia definición de su autor no alcanza a ser una biografía sino solo el testimonio de una época pasada, fue presentado oficialmente durante una ceremonia que tuvo lugar en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, en Reñaca, en cuya Escuela de Medicina el doctor Jones ejerció como docente e investigador desde su creación hasta 1995.

La actividad fue encabezada por el decano Antonio Orellana y a ella asistieron —entre otras autoridades académicas— la vicedecana Susana Cáceres y la directora de la Escuela de Medicina, Catherine Soto. También estuvieron presentes la esposa del reconocido pediatra viñamarino, Janet, junto a algunos de sus hijos, nietos, bisnietos, amigos, colegas y discípulos.

Entre estos últimos figuró el exdirector del Servicio de Pediatría del Hospital Carlos van Buren de Valparaíso, José Atalah, quien en la ocasión comentó el libro del doctor Kenneth Jones y, de paso, rindió tributo a su trayectoria profesional, como discípulo privilegiado de maestros de la talla de Joaquín Luco, Héctor y Raúl Croxatto, Cristóbal Barahona, Rodolfo Armas Cruz, Fernando González y Juan la Rivera, entre otros.

“En su libro, este pionero de la gastroenterología pediátrica y poseedor de un admirable currículo como médico infantil, docente e investigador, nos da cuenta de una parte importante de la historia de su especialidad, marcada por dos límites: 1943, año en que ingresó a estudiar medicina, y 2011, cuando dejó de ejercer la profesión. Sus páginas son un tapiz de anécdotas matizadas con las relaciones que trabó con sus colegas y grandes maestros de las ciencias y la medicina, tanto en Chile como en el extranjero, las que relata haciendo uso de un lenguaje sencillo, entretenido y de fácil lectura. Es, en resumen, bajo el enfoque de este amigo que nada tiene de crítico literario, una brillante exposición de una vida entregada con pasión y fervor a la medicina”, sostuvo el doctor Atalah.

Su intervención fue agradecida por el autor, quien en un breve pero sentido discurso reconoció sentirse emocionado.

“Yo ya me siento parte de la historia. Y, por eso, siento la obligación de escribir lo que he vivido. Siempre bajo una consideración práctica, surgida del hecho de que ustedes, que viven en un mundo tan distinto al que experimenté en 1950, seguramente no alcanzan a comprender lo que significa haber comenzado a ejercer la medicina cuando no había ni vacunas ni antibióticos. Lo que enfrentamos en esa época podría ser considerado hoy una brutalidad. Pero, a pesar de ello, parece que hicimos muy bien las cosas. En ese entonces la mortalidad infantil afectaba a 180 de cada mil niños, mientras que hoy esa cifra es de menos de dos dígitos. Todo lo que viví, mis recuerdos, es casi imposible de separar de esta profesión que practiqué durante tantos años. Mi deseo ha sido, en definitiva, compartir todo lo que aprendí”, concluyó Kenneth Jones.
   
La ceremonia de presentación de su libro finalizó con una alocución de su bisnieta Elisa —seguidora de sus pasos, ya que en la actualidad cursa su internado de Pediatría en Santiago—, quien agradeció a su bisabuelo por todo lo que le ha enseñado; en especial, la humanidad y la conexión con los pacientes. “No me queda nada más que decir que tus más de sesenta años de dedicación a la medicina han sido y son una auténtica joya”, puntualizó la joven.

Testimonio de una época

Kenneth Jones nació el 14 de enero de 1926 en Viña del Mar. A los tres años emigró junto a su familia a Inglaterra, la tierra de sus ancestros, donde cursó su escolaridad y se enamoró de las ciencias naturales. Regresó a Chile en 1940, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, sin saber una palabra de castellano, idioma que debió aprender mientras revalidaba sus certificados de estudios secundarios. Tres años después ingresó a la Universidad Católica de Santiago para estudiar medicina, carrera de la que se tituló en 1949. Al poco tiempo, y mientras se formaba como especialista en pediatría, ejerció un tiempo como médico ad honorem en el Hospital Luis Calvo Mackenna, recinto en el que se enteró que la Compañía Salitrera Tarapacá y Antofagasta buscaba reclutar a un pediatra para que ejerciera en sus oficinas ubicadas en pleno desierto de Atacama. Fue seleccionado casi de inmediato y permaneció en el Norte durante los siguientes dos años.

En 1952 decidió retornar a su ciudad natal y se incorporó al Servicio de Pediatría del Hospital Enrique Deformes. Tras una década en ese recinto, pasó a ser parte del equipo médico del Hospital de Niños de Valparaíso, que a los pocos meses de su arribo pasó a llamarse Hospital de Niños Jean y Marie Thierry.  En el intertanto, en 1961 obtuvo una beca de perfeccionamiento en el Great Ormond Street de Londres, el hospital más antiguo de habla inglesa dedicado a la atención de niños.

En 1971, siendo ya un reconocido especialista infantil, se trasladó al Hospital Carlos van Buren, recinto en el que más tarde asumió la jefatura de su servicio de Pediatría, unidad en la que permaneció hasta 1977, cuando gracias a la obtención de una beca de Unicef inició un periplo de diez meses que lo llevó a Inglaterra, África y la India, donde prestó asistencia y colaboró con decenas de médicos extranjeros.

Tras retornar una vez más a Chile, en 1978 asumió diversas funciones en el Servicio Nacional de Salud y en diversos centros asistenciales públicos y privados, al tiempo que retomó sus obligaciones académicas en la sede Valparaíso de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, en la que se inició como docente en 1959, y que en 1981 pasó a ser la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, de la que llegó a ser profesor titular y jefe del Departamento de Pediatría hasta 1995.

Desde entonces, continuó ejerciendo diversas responsabilidades, y se dedicó a la investigación y la publicación de trabajos científicos de enorme trascendencia, en particular en el ámbito de la gastroenterología infantil. Paulatinamente se fue retirando de todas estas actividades y comenzó a escribir. En 2011, a la edad de 85 años, atendió a su último paciente.

Fotos: Matías Salazar / Texto: Gonzalo Battocchio

“Romeo y Julieta de la caleta” llega a la Sala Negra UV

Los días viernes 3 y sábado 4 de mayo, a las 19:00 horas, se presenta la compañía Teatro Chile-No en la temporada teatral Sala Negra Juan Barattini Carvelli, siendo la actividad que da inicio a la celebración del Día Nacional del Teatro por parte de la Escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso, ubicada en avenida Brasil 1647.

El argumento de la obra se sitúa en una caleta al sur de Chile, donde dos familias de pescadores viven un conflicto. Los Capuleto son partidarios del “General”, cuyo Cuerpo Militar del Trabajo está construyendo la Carretera Austral. Los Montesco piensan diferente. Mientras la carretera se construye, Romeo y Julieta trenzan su trágica historia de amor entre lluvia, barro y tejuelas de alerce.

Teatro Chile-No

La compañía Teatro Chile-No nace el año 2008 en el Seminario de Actuación de Teatro La Memoria, época de su ópera prima “Medea y Jason”, donde reconocen los conceptos de ruralidad y periferia como sus puntos de origen y lugar de enunciación. Luego, dos de sus fundadoras migran a la Región de Los Lagos, estableciéndose en Puerto Montt, donde la compañía realiza sus procesos de investigación y creación. 

Catalina Saavedra Gómez, directora de la obra, comenta que “la dramaturgia nace justamente buscando retratar parte de la cultura de Huailahué. Para hablar de ese territorio tenía que adoptar su lenguaje, observar y comprender su particular híbrido cultural. El año 2019 estrenamos ‘Romeo y Julieta de la Caleta’, después de vivir diez años en el sur, siete años en Hualaihué y ser madre de dos hijos que nacieron ahí”. 

“Shakespeare es un referente en la búsqueda de teatro épico, de teatro didáctico, la obra resulta emotiva y también comprensible para públicos diversos. Del territorio me inspira su paisaje, su naturaleza implacable y todavía indómita. Creo que todo esto no es tan distinto a cualquier territorio rural de Latinoamérica, lo que me inspira justamente a volver la mirada hasta la médula, desde donde surge la comunidad, sus verdades sobre la vida, el amor, su religiosidad, y su hermoso verde y mar, lluvia y barro, cocina a leña y fuego”, añade.

María Paz Ruiz, actriz intérprete de Julieta, considera que “esta obra es un cruce virtuoso lleno de oportunidades. Por una parte, poder mostrar un pedazo de nuestro territorio, y por otra, abordar un clásico del teatro y la literatura. Julieta representa la juventud y por ende todo lo que ello conlleva: mucha energía, esperanza y rebeldía. Julieta es el deseo de sanar su linaje materno a través del quiebre de su cultura familiar traspasada generación a generación. Estamos muy felices de presentarnos en Valparaíso. ¡Les esperamos!”.

Mes del teatro

Continuando con la conmemoración del Mes del Teatro, el viernes 10 y sábado 11 se presentará la obra “ANDAR. Prueba escénica de imaginarios” de Denisse Duarte Medina con una lectura poética de Editorial UV.

Se realizará una actividad de mediación con el Centro Cultural IPA y la Compañía de Teatro IluCión, la presentación de tres libros de la Editorial Oxímoron, el Preuniversitario Teatral, se hará la entrega del Archivo Familia Barattini Carvelli, la apertura del Centro de Documentación Escuela de Teatro UV, para finalizar con funciones de “Escenas de Población en Resistencia [conferencia escénica]” los días viernes 31 de mayo y sábado 1 de junio.

Nota: Rodrigo Catalán

“Si quieres transformar, elige educar”: escolares participaron en encuentro pedagógico de los programas PACE y Propedéutico UV

Medio centenar de escolares y profesores de liceos y colegios pertenecientes a diferentes comunas de la región participaron en el encuentro pedagógico “Si quieres transformar, elige educar”, al que convocó y organizó la Dirección General de Pregrado de la Universidad de Valparaíso, a través de las coordinaciones del Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE) y del Propedéutico Pedagógico UV.

La actividad consideró la presentación de las cinco carreras del ámbito de las pedagogías y la educación que esta casa de estudios imparte en la actualidad, además de un conversatorio con docentes y un taller de mentoría en el que los alumnos que asistieron pudieron dialogar directamente con estudiantes de cursos superiores.

El encuentro tuvo lugar en el Centro Integral de Atención al Estudiante (CIAE) y fue inaugurado por la directora general de Pregrado, Virginia Sánchez, quien junto con agradecer la presencia de los escolares es esa instancia valoró el genuino interés que mostraron por conocer el sello de cada carrera, sus menciones y otros aspectos asociados al ámbito de sus respectivas competencias y empleabilidad.

“Para nosotros, como Universidad, este tipo de jornadas son de gran importancia, porque nos permite potenciar los vínculos con los establecimientos que pertenecen a la Red PACE y fidelizar a los alumnos que participan en ese programa y también en el Propedéutico UV, como parte de un plan estratégico mediante el cual aspiramos a fortalecer la educación a nivel local, regional y nacional”, precisó Virginia Sánchez.

La experiencia de educar

El encuentro pedagógico “Si quieres transformar, elige educar” se inició con la intervención de las coordinadoras del Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE) y del Propedéutico Pedagógico UV, Angélica Moreno y Alejandra Campbell, respectivamente.

Posteriormente intervinieron los docentes de las carreras de Educación Parvularia, Gudrun Marholz; de Pedagogía y Licenciatura en Matemáticas, Daniel Jiménez; de Pedagogía y Licenciatura en Música, Macarena Silva; de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales, Jaime Cortez, y de Pedagogía en Filosofía, José Pedro Cornejo.

Cada uno de ellos dio cuenta de los principales objetivos de esos programas de pregrado, su sello, su malla curricular y las opciones de continuidad de estudios que ofrecen.

Posteriormente, los docentes Gudrun Marholz y José Pedro Cornejo profundizaron en la experiencia y perspectiva de lo que para ellos implica la educación, primero dando cuenta de lo que les motivó a estudiar pedagogía o decidirse por el área de la educación y qué desafíos presentan este tipo de carreras en la actualidad, ejercicio que combinaron con una breve conversación con los escolares que estuvieron presentes.

La actividad concluyó con un taller de mentoría que estuvo a cargo de estudiantes de cursos superiores de las carreras mencionadas, en el que los participantes dialogaron sobre el proceso de adaptación universitaria y temas académicos asociados a las asignaturas de los primeros semestres.

Al encuentro asistieron escolares y profesores de los siguientes establecimientos: Liceo Roberto Humeres de San Felipe, Liceo Bicentenario Fernando Silva Castellón de Catemu, Liceo Bicentenario de Panqueque, Liceo Bicentenario de Llayllay, Liceo Manuel Marín Fritis de Putaendo, Liceo Técnico de Valparaíso, Colegio Nacional de Villa Alemana, Liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso, Colegio Los Príncipes de Viña del Mar, Liceo Guillermo Rivera de Viña del Mar, Colegio Esperanza de Quilpué, Colegio Precursor Francisco de Miranda de Quillota, Colegio Movilizadores Portuarios de San Antonio y Liceo Técnico Amancay de los Andes.

Fotos: Matías Salazar / Texto: Gonzalo Battocchio

“Tenemos que aprender a empatizar con la forma en que otras especies hacen sus cosas”

Afirmó el doctor Francisco Paco Calvo, de la Universidad de Murcia (España) en la Cátedra Puerto Ideas Facso UV 2024.

“Cuando entendemos a las plantas como seres inteligentes, a pesar de no tener neuronas, a pesar de no tener cerebro, de no poder desplazarse, eso nos debería hacer pensar que a lo mejor no está tan claro en qué consiste la inteligencia. Creo que podemos recibir muchas lecciones de las plantas”, explicó el doctor Francisco Paco Calvo, profesor de Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Murcia (España) en su conferencia “Planta Sapiens y las ciencias de la cognición: tejiendo alianzas”, que dictó en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso.

El académico español fue el encargado de impartir este año la Cátedra Puerto Ideas Facso UV, con su presentación “Planta Sapiens y las ciencias de la cognición: Tejiendo alianzas”, actividad que contó con la asistencia del decano de la Facso, Gonzalo Lira, y los directores de escuela de la Facultad, además de docentes, estudiantes y público general.

Respecto de su participación en esta cátedra abierta a todo público, el doctor Calvo destacó: “El subtítulo de mi charla es ‘Tejiendo alianzas’, y precisamente esa es la idea central: la necesidad de tejer alianzas, que pasa por salir de la academia, derribar los muros del campus universitario y tratar al ciudadano de a pie como un interlocutor válido. Por ejemplo, una de las cuestiones que discutimos hace unos días en el Festival Puerto de Ideas en Biobío fue la crisis climática, cómo enfrentarnos a ella, y es un error pensar que nos podemos enfrentar a ella sin contar con todos los agentes, todos los actores implicados fuera del límite del campus universitario y de la actividad docente o investigadora. Todos los agentes sociales deben sentirse interpelados”.

Inteligencia vegetal

En su cátedra, Francisco Paco Calvo se refirió a la investigación a partir de la cual escribió el libro de divulgación “Planta Sapiens”, haciendo referencia al homo sapiens.

“De alguna manera —explicó—, me gustaría pensar que deberíamos ser capaces de repensarnos a nosotros mismos, de repensar qué quiere decir Homo Sapiens a la luz de todas las investigaciones que estamos realizando sobre inteligencia vegetal. Cuando entendemos a las plantas como seres inteligentes, a pesar de no tener neuronas, a pesar de no tener cerebro, de no poder desplazarse, eso nos debería hacer pensar que a lo mejor no está tan claro en qué consiste la inteligencia. Creo que podemos recibir muchas lecciones de las plantas. Hablábamos de agentes, de actores, de trabajar en red; pues, parte de trabajar en red pasa porque no nos entendamos a nosotros mismos como tan especiales. Creo que la actitud arrogante de la especie humana es, primero, obviamente la que nos ha metido en este problema que tenemos, pero las plantas son un muy buen modelo —descentralizado, distribuido, en red— que nos puede dar alguna pista sobre cómo abordar o cómo atajar los problemas en los que nos hemos metido”.

El problema, entonces, es que como humanidad pensamos que solamente se puede ser inteligente como nosotros lo somos: “Esa es la clave: estamos tan obsesionados con nosotros mismos, somos una especie tan arrogante. En el prefacio de ‘Planta Sapiens’ hablo de ‘ombligocentrismo’, más allá de antropocentrismo: no somos capaces de dejar de mirarnos el ombligo. Pensamos que otra especie es inteligente en la medida en que se parezca a mí, a mi especie. O sea, tenemos el patrón, la vara de medir, el patrón oro. Y ese es el gran error, porque no somos señores sino que somos un agente más, en una red horizontal, distribuida, descentralizada”, afirmó.

Añadió el doctor Calvo: “Tenemos que darnos cuenta de que no somos ni la única especie inteligente ni somos especiales. Hemos desarrollado, en términos evolutivos, un conjunto de adaptaciones como cualquier otra especie. Hacemos las cosas de una manera y tenemos que aprender a comprender, a empatizar con la forma en que otras especies hacen sus cosas, y aprender de ellas. Muchas veces la gente dice que las plantas son tontas porque no hacen nada, son sésiles, están ahí quietas, pero algo tienen que estar haciendo muy bien si siguen pasando sus genes, si se reproducen, si no se han extinguido, a pesar de ser sésiles. Es darle un poco de vuelta al argumento”.

El doctor Francisco Paco Calvo, doctor en Filosofía de la Universidad de Glasgow, es profesor de Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Murcia, España, e investigador principal del Laboratorio de Inteligencia Mínima (Mintlab). Su trabajo se centra principalmente en explorar y experimentar con la posibilidad de la inteligencia vegetal, estudiando las bases ecológicas de aquella mediante la realización de estudios experimentales en la intersección de la neurobiología vegetal y la ciencia cognitiva.

Nota: Lorena Ruiz / Fotos: Denis Isla

“The Doors”, la muestra tecnológica de Accenture que llegó a Ingeniería para potenciar la innovación

La consultora Accenture presentó su muestra tecnológica “The Doors” en el auditorio de la Facultad de Ingeniería, con el objetivo de potenciar temáticas referidas a la tecnología, innovación, metaverso, inteligencia artificial y empoderamiento. La exhibición fue organizada en conjunto con la Escuela de Ingeniería Informática.

La muestra, que ya se ha realizado en Concepción, Valparaíso y Santiago, es una iniciativa a través de la cual la compañía presenta cinco puertas con diferentes propuestas. Los estudiantes eligen la que más les identifica y, por medio de un video, pueden saber qué encontrará en Accenture sobre esta temática.

Roberto Muñoz, director de la Escuela de Ingeniería Informática, menciona que “Accenture es nuestro mayor empleador. Por casi una década llevamos un trabajo sistemático de relacionamiento entre la empresa y nuestra unidad académica. Para nosotros es enriquecedor observar que nuestros estudiantes tengan esta vinculación de manera temprana con nuestros empleadores”.

Sobre “The Doors”, indicó que se trata de “una instancia de difusión que permite conocer en qué áreas se pueden desempeñar nuestros titulados en una empresa de vanguardia en términos tecnológicos”.

Camila Alarcón, líder del equipo de reclutamiento de Accenture Chile, destacó que “la UV es una universidad importante en la Región y a través de nuestra experiencia sabemos que sus egresados son idóneos para las posiciones que tenemos disponibles. La idea de esta relación es que nos vayan conociendo, para que cuando necesiten prácticas o un trabajo puedan postular. Tenemos un mundo de posibilidades, con desarrollo de carrera en las áreas que les interesen relacionadas con la tecnología”.

“El objetivo de ‘The Doors’ es que a través de toda esta experiencia puedan conocer más sobre la compañía. Son cinco puertas, cada una con un video corto sobre diferentes aspectos de la empresa, en los que presentamos lo que nos mueve y nuestros proyectos importantes, para que conozcan cómo se vive adentro”, añadió.

La líder de reclutamiento comentó que “en Accenture estamos certificados por Great place to work, por lo que en estas instancias vamos contando nuestros logros importantes, para que puedan apreciar la envergadura de la empresa. La idea es acercarnos a los estudiantes y que luego quieran trabajar con nosotros. Por eso ‘The Doors’ los invita a vivir la experiencia de la realidad virtual y entre los inscritos sorteamos un par de lentes Oculus. Además, confeccionamos una base de datos de las personas inscritas a través de QR, a la cual vamos recurriendo en caso de necesitar cubrir ciertos requerimientos”, explicó.

“Tótem”, de la mexicana Lila Avilés, gana Mejor Película en FICVIÑA 2023

La película “Tótem”, de la directora mexicana Lila Avilés, resultó ganadora de la competencia largometraje de ficción, en la reciente 35° versión del Festival Internacional de Cine de Viña del Mar FICVIÑA 2023.

La cinta muestra a Sol, una niña de siete años, quien pasa el día en la casa de su abuelo mientras la familia prepara una fiesta sorpresa para su padre. Conforme transcurren las horas, diversos sucesos van afectando la cohesión familiar, aspecto que permite a la protagonista observar y aprender.

En la misma categoría, se entregaron los siguientes premios: Votación de Público fue para “Ciudad a la espalda”, de Paola Rodas (Ecuador); Mejor Director y Crítica Especializada, Rodrigo Moreno por “Los delincuentes”, y Mejor Actriz para Tania Casciani, por su rol en “La calma”.

En la categoría Largometraje Nacional, los premios fueron: Mejor Película para “El que baila pasa” (Chile), de Carlos Araya, y Mención Especial para “Isla Alien”, de Cristóbal Valenzuela.

El premio Mejor Película en la categoría Largometraje Documental fue compartido por “El juicio” (Argentina), de Ulises de la Orden, y “Malqueridas” (Chile), de Tana Gilbert, mientras que Mejor Directora fue para la brasilera Elisa Capai, por “Incompatible con la vida”.

Como Mejor Cortometraje Latinoamericano quedó “Solo la luna comprenderá” (Costa Rica), de Kim Torres, mientras que las menciones especiales fueron para “El personaje” (Chile), de Samuel González, y “Alien 089”, de Valeria Hoffman.

La Mejor Música de largometraje chileno estrenado en 2023, con el auspicio de la SCD, en documental fue para Rodrigo Santander, por “Punto de encuentro”, dirigida por Roberto Baeza, y en Ficción para Mauricio Yazigui, por “Sayén”, de Alexander Witt.

En la categoría Miradas al Territorio (obras regionales), el premio a la Mejor Película fue para “Concordia”, de Diego Véliz, quedando en segundo ligar “Desiertos”, de Camila Ramírez.

“Un paisaje roto” en el Paseo Yugoslavo: Escuela de Teatro UV ofrece funciones gratuitas de intrigante obra sobre la sociedad contemporánea

Este martes 12 y miércoles 13 de diciembre, a las 18:00 horas, en la plaza del Paseo Yugoslavo, se presenta “Un paisaje roto”, obra inspirada en “Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny” de Bertolt Brecht y que surge como resultado del Taller de Puesta en Escena II, que imparte el docente de la Escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso y actor Rodrigo Aro.

El montaje establece un intrigante paralelo entre la ficticia ciudad de Mahagonny, donde todas las normas parecen desvanecerse en post de la riqueza, y la realidad tangible de la ciudad de Valparaíso. La trama se desenvuelve en un escenario que invita a reflexionar sobre la naturaleza de la sociedad contemporánea.

La ciudad portuaria se convierte así en un telón de fondo relevante, proporcionando un contexto concreto para la crítica social que se despliega en escena. A través de la presentación de este trabajo, se plantea una desafiante interrogante sobre los límites del capitalismo y sus repercusiones en la moralidad y la ética.

Elenco

La obra es dirigida por Rodrigo Aro, con la asistencia de Stella Zúñiga. Su elenco está compuesto por 17 intérpretes: Cristian Alarcón, Carla Amaranta, Maricarmen Borda, Pez Cortés, Amanda Ferreira, Bastián Guerrero, Vai' Tiare Ika, Tomás Lin, Valentina Montecinos, Lirayen Portilla, Catalina Rodríguez, Martina Ruiz, Catalina Tello, Juanjo Ubal, Josefa Venegas, Anahis Verdejo y Fernanda Vicencio, además de dos músicos en escena, Ricardo Torres y Benjamín Higueras.

Aro comenta sobre la experiencia que “el espaciopúblico o no convencional permite fomentar el desarrollo de las habilidades expresivas de les estudiantes, enfrentándoles a la experiencia de un escenario altamente exigente en términos físicos y vocales.  La obra tiene música en vivo, canciones, coreografías y mucho trabajo colectivo, maximizando las posibilidades expresivas en un juego escénico que establece conexiones significativas con la ciudad y el territorio, de manera que el trabajo tenga un significado profundo para quienes lo observen”.

Para la intérprete Fernanda Vicencio, “en esta asignatura se integran actuación, movimiento y voz. Es un desafío el dejar la psicología de lado para no pensar qué haría yo si fuese este personaje o qué haría el personaje en esta situación y pasar al cómo he visto yo que actúa la gente que tiene estas características. En este trabajo lo coral va más allá del canto, hay acciones y textos corales donde los 17 debemos coordinarnos, escucharnos, desarrollar un ritmo y sostenerlo”.

Su colega Amanda Ferreira, cuenta que eligieron presentarse en el Paseo Yugoslavo “porque es un lugar turístico y nuestra obra hace referencia a cómo una ciudad se construye con la llegada personas que pertenecen a otros lugares. Aplicamos un tono actoral extra cotidiano por la energía desbordada que requiere el teatro callejero, aplicando el distanciamiento del que habla Brecht para defender ideas políticas. 

 

Nota: Rodrigo Catalán

“Una artista del hambre”: académicos de la UV reversionan a Kafka a cien años de su muerte

Ensamble Específico, compañía integrada por académicos de la Escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso, estrena su más reciente creación, “Una artista del hambre”, inspirada en un cuento de Franz Kafka. Un cartel publicitario, una mujer ayunando a la vista de todos. Hacer del hambre un arte que inquieta, un cuerpo expuesto, el menor desperdicio de energía posible. “¿Es verdad que no come nada?”, “¿cuánto tiempo lleva así?” se preguntan los personajes que la circundan.

Este viernes 8 y sábado 9 de noviembre la obra se presenta en la ex Fábrica Costa, con funciones agotadas. Mientras que miércoles 13, jueves 14 y viernes 15 la obra estará en el Parque Cultural de Valparaíso, para cerrar la temporada de estreno el 29 de noviembre, en el Centro Cultural Pedro Aguirre Cerda, de Calle Larga.

Claudio Marín, director de la puesta en escena y director de la Escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso, señala que “es la segunda obra que abordamos desde un cuento de Kafka, siendo la primera ‘Informe para una academia’. Llama la atención que en el texto original existieran artistas que se dedicaban a ayunar, como los ascetas en el desierto o los monjes tibetanos, en una acción que suele estar más relacionada a la meditación y purificación del cuerpo, un ámbito espiritual. Hoy el ayuno está espectacularizado en redes sociales, tensiones intrínsecas que se desprenden de la literatura kafkiana”.

“Según la definición etimológica de performance, donde el accionar es tan importante como la palabra o los discursos, los ayunadores serían los primeros performers de la historia desde finales de 1800.  Su propuesta consistía en no comer, y eso conllevaba una puesta en escena. Se confinaban para demostrarle al público que no podían romper ese ayuno, y la gente se agolpaba a mirarlos en cápsulas de vidrio o camillas verticales, una estética bastante espacial, poniendo el cuerpo a disposición del espectáculo, ¿y qué es lo que hace el artista? Nada, incluso no comer”, agrega.

El director destaca que “esa pasividad resulta muy revolucionaria, por eso acudimos a referentes como Marion Wallace Dunlop, una de las primeras mujeres sufragistas que a comienzos del siglo XX ocupó el ayuno como signo político. Estando presa protestó contra el dominio británico a través de la huelga de hambre, consiguiendo así ser reconocida como presa política y luego liberada”.

En tanto, Maritza Farías, actriz, performer y académica de la Escuela de Teatro UV, asegura que “esta obra significa un gran desafío actoral, porque trata sobre el vacío humano, esa sensación que muchas veces nos inunda y no sabemos cómo abarcar. Habla de una búsqueda, la desesperación por algo que no llega, que no logramos entender. Nos remitimos a Kafka y las angustias humanas, a través de la dramaturgia de Carla Zúñiga, que construye un universo donde los personajes se vacían mostrando su interior desde adentro hacia afuera, con la palabra, la gestualidad, los roles”.

La actriz interpreta dos roles: “La mujer que está a punto de morir” y “La mujer que quiere dejar de existir”. Al respecto precisa que la primera “es un personaje que hace una revisión de su vida con todos sus fantasmas, pasando de ser una propuesta delirante a una mucho más sinuosa, una templanza, una calma con destellos y estacatos. Mientras que la segunda tiene un ritmo más rápido, ahogado por la ansiedad”.

Todas las funciones se realizan en espacios de alta carga histórica y en un formato inmersivo, invitando a los espectadores a escuchar las voces del elenco por medio de audífonos y un dispositivo de sonido que se entrega al inicio de cada función. El proyecto es financiado por el Fondo Nacional de Artes Escénicas, Línea Creación y/o Producción de Montajes Escénicos, Modalidad Trayectoria, Teatro, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Reservas en: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., @ensambleespecifico.

Nota: Rodrigo Catalán

134 estudiantes de primer año de Medicina fueron investidos con el tradicional delantal blanco y firmaron el código de honor de la carrera

Un total de 134 estudiantes de primer año de la carrera de Medicina de la Universidad de Valparaíso —81 de la Casa Central y 53 del Campus San Felipe— recibieron el tradicional delantal blanco y la piocha institucional, símbolos que a partir de ahora lucirán en los campos clínicos en los que deban desempeñarse.

En el caso de los estudiantes adscritos a la sede de Reñaca, la ceremonia de investidura se realizó en el Aula Magna Victorio Pescio y fue encabezada por el decano de la Facultad de Medicina, Antonio Orellana. A ella asistieron autoridades académicas, docentes, representantes del Centro de Estudiantes de Medicina, familiares y amigos de las y los alumnos.

El discurso de investidura lo pronunció el jefe de la carrera, Julio Riquelme, quien en la ocasión invitó a cada estudiante a dar lo mejor de sí y asumir los desafíos de la profesión con rigurosidad y principios éticos. En tal sentido, sostuvo que los delantales blancos son un símbolo tangible del compromiso de quienes lo usan con la profesión, con ellos mismos, con la Universidad y la sociedad.

“Hoy nos unimos como una comunidad de aprendizaje. Cada uno con sus propias historias, sueños y motivaciones, pero todos unidos con un mismo fin: el cuidado de la salud y el bienestar de nuestros semejantes. Al iniciar este camino en la práctica clínica es fundamental recordar que la medicina es, en sí, un acto de colaboración. Por un lado, de colaboración con pares, ya que ningún médico o médica trabaja en soledad, pues todos somos parte de un equipo de salud en el que cada miembro desempeña un papel. Y por otro, de colaboración con las y los pacientes. Recuerden que en el corazón de la medicina yace la calidad humana de la atención que entregamos. Esto nos separará en un futuro cercano de las tecnologías y los algoritmos informáticos, que ya se encuentran a nuestra disposición”, afirmó el doctor Riquelme.

Con base en ese mismo argumento, el jefe de la carrera de Medicina en la sede Casa Central agregó que practicar la medicina no consiste únicamente en manejar enfermedades, sino en cuidar a personas. “No se trata solo de recopilar información y entregar una respuesta, sino de escuchar con empatía y preocupación”, dijo.

Por último, Riquelme relevó el hecho de que cada estudiante que ingresa a Medicina en la UV ingresa a su vez a una universidad estatal que está comprometida con el bien público y, en ese entendido, deberá realizar su aprendizaje en un sistema de salud público. Por consiguiente, les instó a esforzarse por fortalecer lo que es de todas y todos y a colaborar con decisión para que la equidad de oportunidades en salud sea una realidad y para que cada persona, independiente de su origen, condición y medios, obtenga los cuidados que necesita.

Tras su intervención, hizo uso de la palabra el decano Antonio Orellana, quien a su vez invitó a los estudiantes de primer año a ejercer la medicina como una disciplina que es un espacio de interacción de tres dimensiones unidas entre sí: arte, ciencia y humanismo. Junto con ello, los conminó a practicarla siempre con humildad y a dejar de lado la vanidad, cualidad que —según observó— muchas veces surge en la profesión como resultado de lo que definió como una condición especial de la que esta goza en el mercado del trabajo.

Luego de los discursos, los alumnos Ágata Aracena Gómez, Alicia Muñoz Durrels, Antonia Órdenes Gómez y Gabriel Wilde Espinoza, en representación de sus compañeros de promoción, leyeron el Código de Honor de los Estudiantes de Medicina de la Universidad de Valparaíso.

Acto seguido, cada uno de los ellos subió al escenario para suscribir el documento y, posteriormente, ser investido por el jefe de la carrera con el delantal blanco y la piocha institucionales. En la ocasión también les fue entregado un bolso institucional, la credencial para ser utilizada en campos clínicos y el reglamento complementario de estudios de la Escuela de Medicina.

Investidura en San Felipe

En tanto, los 53 estudiantes de primer año de Medicina de la UV que cursan la carrera en el Campus San Felipe fueron investidos en esa sede por las autoridades de la Escuela, ante la presencia de sus padres y familiares.

La ceremonia fue encabezada por la jefa de carrera, Camila Vera, quien en su discurso expresó que “el estudio de la Medicina es un desafío lleno de sacrificios y recompensas, donde cada lección aprendida y cada experiencia vivida las y los acercará un paso más a convertirse en las y los profesionales que nuestra sociedad tanto necesita. La fortaleza de esta profesión radica no solo en el conocimiento técnico y científico que adquirirán, sino también en la empatía, la compasión y el compromiso con el bienestar de los demás”.

Luego, el coordinador de Campos Clínicos, Felipe Zúñiga, leyó el Código de Honor que fue firmado por cada uno de los estudiantes.

En representación de la generación, la alumna Antonia Aravena Donoso entregó un mensaje a sus compañeros. “Que este sea solo el comienzo de un viaje memorable, lleno de logros, crecimiento, valentía, fuerza, empatía, resiliencia y, sobre todo, convicción y felicidad. Que la pasión por aprender y el compromiso de servir nos guíen siempre en este viaje que iniciamos juntos”, expresó.

Al término de sus palabras, la estudiante depositó el discurso en la cápsula del tiempo, junto a los demás mensajes que las y los estudiantes desean hacer trascender en el futuro y que previamente depositaron en la caja. Esta será abierta en seis años más, al momento de titulación de dicha generación.

En la fotografía al inicio, el grupo de Medicina sede Casa Central; en la segunda foto, el grupo de Medicina Campus San Felipe.

Nota: Gonzalo Battocchio y Daniela Di Prima

138 nuevos profesionales de Campus Santiago y Casa Central titula la Escuela de Ingeniería Industrial UV

Un total de 138 nuevos profesionales tituló la Escuela de Ingeniería Industrial, en dos ceremonias realizadas en el Aula Magna de Derecho. Se trata de 63 ingenieros del Campus Santiago y 75 correspondientes a Casa Central, quienes recibieron sus respectivas constancias de título por parte de docentes y autoridades de la unidad académica.

Esteban Sefair, decano de la Facultad de Ingeniería, señaló que “es un día de celebración y orgullo, porque es un rito que nos reúne en torno a algo que es común y valioso, simboliza el final de un capítulo significativo en sus vidas y el inicio de un nuevo ciclo que estoy seguro estará lleno de posibilidades y sueños por cumplir”.

“Sin duda para llegar aquí recorrieron un camino lleno de desafíos, proyectos desafiantes, ejercicios complejos y momentos de duda, pero estoy convencido de que la recompensa supera con creces todos esos esfuerzos. Este no es un logro personal, corresponde también a sus familias, amigos y seres queridos que los apoyaron en este camino que los ha llevado a convertirse en ingenieras e ingenieros de la UV”, agregó.

Eduardo Lara, jefe de carrera, comentó que se trató de “una jornada de mucha emoción, es el resultado de años de trabajo duro y ardua de dedicación, cada uno de las y los nuevos profesionales tienen una historia única y es un honor haber sido testigo del proceso que los llevó a convertirse en ingenieros e ingenieras civiles industriales. He tenido el privilegio de acompañarlos en este camino, donde finalmente pueden mostrar sus logros y demostrar que tienen perseverancia y compromiso con la calidad, características que son necesarias para triunfar en el mundo laboral actual”.

Pasión por la enseñanza

Nicolás Madariaga Farías, mejor titulado del Campus Santiago, señaló que “es un momento importante, porque se trata de la obtención del título, fruto de nuestro esfuerzo, dedicación y sacrificio. Sin duda tenemos gratitud por quienes han sido parte de este proceso, en especial nuestros profesores, quienes han sido verdaderos mentores, demostrando su pasión por la enseñanza, lo que ha dejado una huella en nuestros corazones. Quiero agradecerles por compartir su conocimiento, por alentarnos a sacar nuestra mejor versión y convertir este tiempo en una experiencia inolvidable”.

En tanto, el profesor Patricio Suzarte comentó que “este proceso es un viaje lleno de emociones, crecimientos y momentos valiosos. Somos una Escuela particular, única, especial, podemos estar de acuerdo o tener desencuentros, pero siempre mantenemos una relación cercana. Los vimos llegar a primer año y los hemos visto crecer como personas y profesionales, hemos sido testigos de su dedicación, esfuerzo y perseverancia, superando obstáculos difíciles”.

Mientras que el académico Mauro Grossi agradeció “a los estudiantes en esta relación mágica; en  cada aula y en cada curso hay un aprendizaje que nos proyecta a ser mejores profesionales y personas. La primera generación de ingenieros industriales del país fue en 1950, quienes estuvieron a cargo de hacer gestión en el proceso de industrialización. Hoy estos nuevos ingenieros e ingenieras tienen la responsabilidad de continuar esa senda, pero no estarán solos, porque siempre contarán con el respaldo de su Escuela, de los profesores y de la Universidad de Valparaíso”.

Nota: Rodrigo Catalán / Fotos: Matías Salazar

150 escolares de Quilpué se beneficiaron de operativo de salud y educación comunitaria gratuito que realizó la Facultad de Medicina

Ciento cincuenta niñas, niños y jóvenes de octavo básico a cuarto año de enseñanza media del Colegio San Nicolás, ubicado en el sector de Canal Chacao de Quilpué, se vieron beneficiados con un operativo de salud y educación comunitaria gratuito que realizó en ese establecimiento la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso.

En la actividad participó medio centenar de docentes y estudiantes de las Escuelas de Educación Parvularia, Enfermería, Fonoaudiología, Kinesiología, Medicina, Obstetricia y Puericultura y Tecnología Médica, quienes brindaron una serie de prestaciones a los escolares que fueron debidamente autorizados por sus padres y apoderados para tomar parte en ellos.

Entre los procedimientos efectuados destacaron las otoscopías y los screening auditivos, las evaluaciones oftalmológicas, las pesquisas de alteraciones visuales y los exámenes preventivos destinados a identificar factores de riesgo de enfermedades de alta prevalencia, asociadas a enfermedades cardiovasculares, que son prevenibles y manejables a tiempo.

Además, los alumnos pudieron participar en un taller de gimnasia postural preventiva, que consideró ejercicios para el autocuidado de la columna, y en charlas informativas sobre protección de la piel y de prevención y promoción en salud sexual y reproductiva, en las que se les entregó material educativo. La jornada incluyó un taller de reanimación cardiopulmonar básica infantil en el que tomaron parte trece profesores del colegio.

La organización del operativo estuvo a cargo de la Coordinación de Vinculación con el Medio de la Facultad de Medicina UV, y su puesta en escena fue supervisada en terreno por la profesora María Fernanda Valenzuela, de la Escuela de Educación Parvularia, quien valoró la posibilidad de brindar este tipo de prestaciones a personas que habitualmente no tienen acceso a ellas.

“Este operativo se sumó a las actividades que nuestra unidad ya venía realizando en el Colegio San Nicolás, como parte de un trabajo en terreno que busca aportar al bienestar biopsicosocial de quienes forman parte de esa comunidad educativa, cuyo entorno se vio muy afectado por el gran incendio de febrero pasado. En línea con ello, las escuelas de Kinesiología, Fonoaudiología, Tecnología Médica, Enfermería, Obstetricia y Puericultura y Medicina propusieron ampliar esta ayuda, mediante la entrega de una serie de prestaciones gratuitas, que estuvieron orientadas principalmente a niñas, niños y jóvenes de entre octavo básico y cuarto medio. Como coordinación estamos felices de haber podido colaborar y organizar este operativo, porque además permite a los estudiantes de pregrado poner en práctica lo que están aprendiendo en sus respectivas disciplinas”, precisó la profesora Valenzuela.

En la organización en terreno de la actividad también participaron las profesionales Giovanna Rojas, Pamela Soto, Pamela Báez, Francisca Aguilar y Sandra Rodríguez, representantes de las unidades mencionadas ante la Coordinación de Vinculación con el Medio de la Facultad de Medicina.

Por su parte, la trabajadora social del Colegio San Nicolás Ivette Jara, quien fue la contraparte técnica del equipo de docentes y estudiantes que participó en el operativo, agradeció a la Facultad de Medicina por su visita. “Este tipo de iniciativas son muy positivas, ya que representan una oportunidad única para que nuestros alumnos, e incluso más de algún profesor, puedan acceder a exámenes y prestaciones para los que cuesta mucho conseguir una hora en los consultorios cercanos. Así también nos lo hicieron saber sus padres y apoderados, quienes dieron su consentimiento para que sus hijos participaran en ella. Por tanto, no nos queda más que agradecer a quienes lo hicieron posible”, dijo.

El operativo realizado en el Colegio San Nicolás de Quilpué se concretó como parte del programa permanente de vinculación con la comunidad que tiene la Facultad de Medicina de la UV, en cuyas acciones participan todas las escuelas que forman parte de este plantel.

Nota: Gonzalo Battocchio / Fotos: Matías Salazar

200 ejemplares del libro “Niñeces Trans*” fueron entregados al Congreso Nacional

Publicación de Centro de Estudios sobre Cultura Política, Memoria y Derechos Humanos de la UV fue recibido en vísperas de votación sobre el Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG).

Con el fin de aportar a una deliberación legislativa informada, empática y respetuosa de los Derechos Humanos, el Centro de Estudios Interdisciplinarios sobre Cultura Política, Memoria y Derechos Humanos (CEI CPMDH) de la Universidad de Valparaíso hizo entrega este martes 13 de mayo de 200 ejemplares del libro “Niñeces Trans*: Voces, experiencias y reflexiones en torno a la vida y acompañamiento de les niñes trans” a las y los diputados y senadores de la república.

Según explica la doctora Ximena Faúndez, directora del Centro, la entrega de los ejemplares es relevante porque se realiza “en vísperas de una votación clave: este jueves 15 de mayo el Congreso se pronunciará sobre el informe de la Comisión Especial Investigadora N° 57 sobre el Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG), el cual esperamos sea rechazado”.

Detalla la académica sobre este punto que “rechazar el Informe de la Comisión Especial Investigadora es fundamental para la protección de los Derechos Humanos, el bienestar psicosocial y la salud integral de niños, niñas y adolescentes transgénero en Chile, por varias razones. Primero, el informe vulnera los derechos fundamentales de niños, niñas y adolescentes trans. Las recomendaciones del informe proponen la suspensión inmediata del PAIG y la prohibición de nuevas atenciones con enfoque afirmativo, lo que atenta directamente contra el derecho a la salud, la identidad de género, y la no discriminación, consagrados en tratados internacionales que Chile ha suscrito, como la Convención sobre los Derechos del Niño”.

Asimismo, añade, “según el Comité de los Derechos del Niño (Observación General N°20), los Estados deben proteger a adolescentes LGBTIQANB+ del estigma, la discriminación y la exclusión, no amplificar su vulnerabilidad institucional. Eliminar el enfoque afirmativo y restringir el acompañamiento solo a mayores de catorce años, desoye la evidencia nacional e internacional que muestra el impacto positivo de los apoyos tempranos y afirmativos en la salud mental de NNA trans. Como demuestra el estudio de Guzmán-González, el 68,8 por ciento de personas trans adultas en Chile ha tenido ideación suicida, muchas veces vinculada a contextos de rechazo y abandono institucional en la infancia y adolescencia. Negarles atención temprana y afirmativa perpetúa el riesgo vital”.

Un segundo punto, dice la académica, es que “el PAIG es una política pública legítima, fundada y evaluada. Creado en 2021, no solo es coherente con la Ley 21.120 de Identidad de Género, sino que responde a una necesidad concreta de intervención estatal para reducir factores de riesgo psicosocial. En solo dos años ha acompañado a más de tres mil 200 NNA trans y sus familias. Cuestionar su legitimidad, sin evidencia seria y desde posiciones ideológicas, representa un retroceso grave en políticas públicas basadas en Derechos Humanos”.

El tercer punto por el cual el informe debe ser rechazado, según explica la doctora Faúndez, es que “está sesgado por una agenda ideológica conservadora. El CEI N°57 reproduce sin criterio técnico el Informe Cass del Reino Unido, un documento altamente criticado por comunidades científicas, asociaciones médicas y de Derechos Humanos, tanto por su metodología opaca como por su sesgo político. Su uso en Chile responde más a una campaña internacional de desinformación y odio que a un interés genuino en mejorar políticas de salud”.

De igual forma, apunta la investigadora, este informe “genera un clima de persecución y criminalización. Las propuestas de fiscalización y auditoría masiva (a hospitales, Cenabast, Junji, municipios, Fonasa, etcétera), así como el envío de antecedentes al Ministerio Público, criminalizan a profesionales de salud, familias, niños y organizaciones sociales, por el solo hecho de implementar políticas de apoyo a personas trans. Esto socava la autonomía profesional, infunde temor en quienes acompañan y atienden a NNA trans y socava la confianza en el sistema de salud público”.

Otra de las críticas es que este informe “afecta la gobernanza democrática en materia de salud, ya que sugiere que el Ministerio de Salud debe reformular sus lineamientos técnicos para prohibir tratamientos a menores de edad, desplazando la deliberación ética y clínica del campo profesional hacia un control político regresivo, con implicancias graves en la política sanitaria”.

Finalmente, expone Ximena Faúndez, el referido informe de la Comisión Especial Investigadora N° 57 “reforzaría la desprotección y el abandono institucional. Como bien señala Ravetllat, nuestra sociedad sigue considerando tabú la diversidad de género en la infancia, lo que refuerza la exclusión y la invisibilidad de NNA trans, dejándoles nuevamente sin protección ni reconocimiento, en contradicción con los principios de igualdad y dignidad humana”.

En conclusión, asegura la profesora, “el rechazo del Informe de la CEI N°57 es una acción ética, técnica y políticamente necesaria para resguardar la vida, la dignidad y los derechos de las infancias y adolescencias trans. Su aprobación significaría un retroceso alarmante en la garantía de Derechos Humanos en Chile, institucionalizando la discriminación bajo el disfraz de fiscalización. Es deber del Estado y de sus instituciones asegurar el acompañamiento, cuidado y afirmación de los niños, niñas y adolescentes trans, no someterlos a más violencia estructural. Aprobar este informe es legitimar el abandono. Rechazarlo es un acto mínimo de justicia”.

A todo lo anterior se suma, en palabras de la doctora Ximena Faúndez, el contexto internacional: “Este debate no ocurre en el vacío. La votación coincide con un preocupante giro internacional: solo una semana antes, el gobierno de Donald Trump, a través del Department of Health and Human Services, publicó una ‘revisión de literatura’ sobre la atención de género afirmativa. El documento, realizado en apenas noventa días y de forma anónima, fue presentado como parte de la orden ejecutiva del 28 de enero titulada ‘Protecting Children From Chemical and Surgical Mutilation’. El sesgo político y el desprecio por la evidencia científica en este informe ha sido ampliamente denunciado por organizaciones médicas. (…) Este contexto internacional refuerza la necesidad de una legislación chilena basada en derechos, evidencia científica y empatía social. Nuestra publicación reúne voces de niñes, familias, profesionales y representantes de la academia, y se entrega como una herramienta para comprender, proteger y dignificar a las infancias y adolescencias trans en Chile”.

El libro “Niñeces Trans*” fue entregado junto a una carta que reafirma el deber del Estado de proteger la salud mental y física de las niñeces trans, frente al aumento de discursos discriminatorios y políticas regresivas. La distribución fue realizada por la doctora Ximena Faúndez y Víctor Amor Ríos, integrante del Bloque Salud Trans para Chile.

26 tecnólogas y tecnólogos médicos recibieron su título profesional en el Campus San Felipe

En una emotiva ceremonia realizada en el Campus San Felipe de la Universidad de Valparaíso, 26 nuevas tecnólogas y tecnólogos médicos de la promoción 2022 de la carrera, recibieron su título profesional acompañados de sus familiares y la comunidad universitaria.

La ceremonia fue presidida por el director de Escuela de Tecnología Médica, Andrés Ibarra, y el director de Campus San Felipe, Francisco Pantoja. Además, contó con la presencia de la jefa de carrera, Carolina Tapia, y los jefes de mención, administrativas y docentes de la Escuela.

Los y las exestudiantes que fueron premiados como mejor egresada o egresado por mención fueron los siguientes: Victoria González Cabezas (Imagenología y Física Médica), Valentina Zamorano Guajardo (Oftalmología y Optometría) y Catalina Rojas Moya (Morfofisiopatología y Citodiagnóstico), quien adicionalmente obtuvo el premio “Facultad de Medicina” al destacar durante todo su período estudiantil por su alto rendimiento académico.

En la oportunidad, el recién titulado Héctor Palma hizo uso de la palabra en nombre de la generación de sus nuevos colegas.

Durante la jornada, también se entregó un reconocimiento a docentes que han destacado en las menciones por su excelencia académica y compromiso con la Universidad de Valparaíso y el desarrollo de competencias del cuerpo estudiantil. Se premió a la tecnóloga médica Elena Hepric, al matrón Fernando Espinoza y al tecnólogo médico Eric Fernández.

35 años de la Escuela de Psicología de la Universidad de Valparaíso: Una celebración de historia y comunidad

La Escuela de Psicología de la Universidad de Valparaíso celebró con gran entusiasmo sus 35 años de existencia. La ceremonia se realizó en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales, y reunió a docentes, estudiantes, funcionarios, funcionarias, exalumnos, exalumnas y toda la comunidad vinculada a la carrera, para conmemorar este importante hito.

La celebración estuvo dirigida por la académica y exalumna Verónica Rodríguez, quien abrió el evento con unas emotivas palabras. A continuación, el decano de la FACSO, Gonzalo Lira, quien es exalumno, brindó su saludo, seguido por la intervención del director de la Escuela de Psicología, Carlos Varas, quien destacó el impacto y la importancia de la unidad académica a lo largo de estos 35 años.

Un momento especialmente emotivo fue la presentación de un diaporama que evocó las diferentes etapas y generaciones que han formado parte de la carrera, mostrando las distintas sedes que ha ocupado la Escuela a lo largo de los años y rememorando los momentos más significativos de su historia, conmocionando a los presentes.

Además, la celebración incluyó un conversatorio con destacados profesores que fueron parte fundamental de la formación de la Escuela. Errol Dennis, Liliana Contreras, Francisco Albornoz y Roberto Chiang compartieron anécdotas y vivencias que marcaron su paso por la institución, moderados por la profesora y exalumna Suyen Quezada. Durante esta actividad, los exprofesores fueron reconocidos por su destacada trayectoria en la Escuela y recibieron un caluroso aplauso, reflejando el cariño y respeto de la comunidad.

La ceremonia concluyó con un reconocimiento a la activa participación de toda la comunidad de la Escuela de Psicología, que se unió para hacer de esta conmemoración un momento memorable, celebrando no solo los logros académicos, sino también la fortaleza y el sentido de comunidad que ha caracterizado a la institución durante todos estos años.

Este aniversario no solo fue un recordatorio de la historia de la escuela, sino también un homenaje a todos aquellos que han sido parte de su desarrollo y crecimiento a lo largo del tiempo.

Nota: Constanza Pérez / Fotos: Matías Salazar

35 escolares de la región participan en programa de formación de monitores socioambientales

A fin de crear conciencia sobre la importancia del cuidado del ambiente, la Unidad de Medio Ambiente y Sostenibilidad (UMAS) de la Universidad de Valparaíso está desarrollando el Programa de Formación de Monitores Socioambientales, espacio destinado a jóvenes de cuarto año medio de establecimientos de la región, con el objetivo de fortalecer las capacidades para enfrentar la crisis climática.

Según explica Yenny Olivares, coordinadora de UMAS, este taller forma parte del plan de formación participativa de este año: “Hemos estado trabajando en conjunto con la Vicerrectoría Académica para que sea acorde a las necesidades de este grupo etario, a la vez que nos permita acercar a las y los estudiantes a la gran oferta formativa que la UV tiene para ellos en un futuro cercano”.

Apunta que “estamos iniciando nuestra primera versión con metas por sobre lo esperado: más de sesenta estudiantes postularon a este programa, tuvimos que seleccionar, y hoy 35 estudiantes representantes de diversos establecimientos educacionales y diversas comunas lo integran oficialmente”.

Según detalla la coordinadora de UMAS, el taller considera cuatro módulos, con clases online los viernes y presenciales los sábados, abordando temas que van desde legislación ambiental hasta conflictos territoriales de la región. Destaca que “tenemos pensando cerrar esta primera versión con una actividad en terreno, como corresponde”.

Agrega Yenny Olivares que “estamos muy contentos con el gran interés que ha generado nuestro programa, y esperamos en los próximos años dar oportunidad a más jóvenes interesados en cuidar nuestro entorno”.

Por su parte, Juan Cisterna, profesional encargado de Educación Ambiental de UMAS, quien lidera el programa, enfatiza que la instancia “es una gran oportunidad para facilitar y abrir las puertas de la Universidad a las y los jóvenes de educación media de los distintos sectores de la Región de Valparaíso. Cabe destacar que muchos de ellos provienen de sectores alejados de las grandes comunas, para quienes muchas veces el acceso a estas instancias resulta más dificultoso”.

Añade que “esta formación de monitores busca abarcar diferentes saberes, desde una mirada crítica frente a la crisis climática que vivimos en el día hoy, fomentando el pensamiento y análisis crítico interdisciplinario y buscando la comunión de las diferentes ciencias para pensar nuestros territorios; y por sobre todo, desde un diálogo horizontal que busque relevar la opinión de los y las estudiantes”.

Finalmente, Cisterna afirma que “nos es muy grato saber que estas y estos estudiantes con motivación y compromiso admirable por la protección del medio ambiente, tendrán la oportunidad de entrar a nuestra casa de estudios e integrarse a nuestra comunidad universitaria, estudiando alguna de sus carreras de preferencia, y que quizás en un futuro sean actores relevantes frente al contexto social y climático que vivimos”.

36 nuevos profesionales tituló la Escuela de Gestión en Turismo y Cultura UV

Treinta y seis nuevos profesionales correspondientes a las promociones del segundo semestre de 2022 y primer semestre de 2023 tituló la Escuela de Gestión en Turismo y Cultura (GTC) de la Universidad de Valparaíso, en una ceremonia que se realizó en el auditorio de la Facultad de Arquitectura, con la presencia del decano Alejandro Witt, la vicedecana Ana María Iglesias y el director de GTC, Claudio Rojas, junto a académicos, las y los nuevos profesionales y sus acompañantes.

El decano Witt señaló que “se trata de una instancia importantísima para la comunidad, por eso quiero felicitar a quienes se titulan hoy y a sus familiares y acompañantes que se alegran en esta especial circunstancia. Es un día feliz para los titulantes, que después de un largo camino y arduo trabajo, significativos esfuerzos y sacrificios, han llegado a este destino. En palabras de Konstantino Kavafis y su poema Camino a Itaca, esperamos que hayan disfrutado del viaje más que el destino mismo, porque en este paso por la UV se han hecho de herramientas para la labranza de su propio futuro”.

En tanto, el director de Escuela, Claudio Rojas, destacó que “despedir a cada uno de nuestros estudiantes es motivo de tristeza, pero también de alegría. El sentido de esta instancia tiene que ver con el agradecimiento hacia los nuevos profesionales que hoy se titulan por habernos elegido para realizar este trayecto del período de estudios. Tienen que saber que el cariño y las puertas de nuestra Escuela estarán abiertas siempre”.

En representación de los profesores de la unidad académica, el docente Eduardo Gallardo indicó que “es un honor participar en esta instancia tan relevante en la vida de los estudiantes. Junto con felicitarlos, quiero destacar que hemos sido testigos de su crecimiento, académico y personal, su pasión por el turismo y la cultura, y su compromiso con el bienestar social y de la comunidad. Es muy significativo como profesores haber formado parte de este viaje formativo, donde hemos compartido conocimientos, desafíos y alegrías; cada uno de los nuevos profesionales ha dejado una huella imborrable en esta comunidad universitaria”.

La Escuela de Gestión en Turismo y Cultura tiene como misión formar profesionales competentes y líderes en el análisis, creación, diseño, evaluación y generación de proyectos innovadores frente a los desafíos actuales y futuros de los procesos turísticos y culturales que se originan en los espacios públicos y privados.

Distinciones

Durante la ceremonia, la Escuela reconoció a aquellos estudiantes que rindieron los mejores exámenes de titulación. En la promoción segundo semestre 2022, el premio fue para Camila Ferretto, distinción entregada por el director Claudio Rojas; mientras que en la promoción primer semestre 2023, la distinción fue para Francisca Almeyda, Flor Bonilla, Camila Goecke, Juan Pablo González, María José Lizama y Sebastián Mursell, entregada por la jefa de carrera Patricia Burgos.

También se entregó un reconocimiento a las y los estudiantes que representan los valores y principios del perfil de egreso planteado por la Escuela. Entre los criterios considerados para otorgar este premio se cuentan aspectos académicos, de participación y características personales. Este reconocimiento otorgado por el cuerpo académico y secretarias de la Escuela en votación directa, considera la totalidad de los nuevos profesionales que participan de esta ceremonia. De la generación 2022 el premio fue para Juan Francisco Pávez, y de la generación 2023, para Flor Bonilla, reconocimiento entregado por el académico Alan Muñoz.

En tanto, la Facultad de Arquitectura tiene como tradición reconocer al mejor rendimiento académico de cada promoción, destacando a quienes obtuvieron los más altos promedios de notas, sin asignaturas reprobadas. En la promoción del segundo semestre 2022, el premio fue para Juan Francisco Pavez, mientras que de la promoción del primer semestre 2023, recibieron esta distinción Flor Bonilla, Paulette Casacuberta y Sebastián Mursell, la que fue entregada por el decano Alejandro Witt.

En representación de los recién graduados, la nueva administradora en Turismo y Cultura, Flor Bonilla, hizo uso de la palabra con un emotivo discurso.

Nota: Rodrigo Catalán / Fotos: Denis Isla