
Profesor de Arquitectura UV Mauricio Ortiz presentó proyecto “La educación es tu arma” en Santiago
Dar a conocer los avances del proyecto “La educación es tu arma”, a través del cual un grupo de estudiantes de Arquitectura UV diseñaron una sala psicosocial que será construida con el acero fundido de armas incautadas en 2024, fue el objetivo de la exposición del arquitecto y profesor Mauricio Ortiz.
En la estación Baquedano, el académico contó detalles de la iniciativa que vincula los esfuerzos de la UV, la empresa AZA y la Agencia La Familia, desarrollada por los estudiantes Luciano Novellino, Génesis Jara, Nayerlin Gómez y Vasco Rivas, que finalmente será instalada en el escuela básica Tomás Vargas y Arcaya de Maipú.
Carola Molina, directora de la Escuela de Arquitectura UV, señaló que “la experiencia a través del proyecto ‘La educación es tu arma’ ha sido excelente, en especial por tener la oportunidad de trabajar en conjunto con la empresa AZA, dedicada al acero verde y reciclado”.
“Es un proyecto simbólico, icónico, de contenido social para Chile, que permite pasar de la teoría a la acción. La empresa escogió este proyecto como parte del trabajo conjunto con el Pacto Global Red Chile, con el objetivo de potenciar la valoración de empresas de economía circular. Es un honor estar en este contexto y situar a la UV en Chile”, aseguró.
Transformarlo todo
El profesor Mauricio Ortiz, a cargo del proyecto, destacó que “trabajamos con estudiantes del taller de finalización a punto de iniciar su proyecto de título. Son los mejores estudiantes que he tenido, con una gran motivación. Primero llamé a tres y luego llegó un cuarto, y fue el número perfecto”.
“Son jóvenes, tienen todo lo que se necesita para este proyecto: mucho soporte, resistencia y ganas de hacer todas las veces que sea necesario el proyecto hasta terminarlo, pero con una cordialidad muy delicada entre ellos, con un esfuerzo por tratarse bien, ya que nunca habían trabajado juntos”, señaló.
“Esta iniciativa les permitió salir del estándar de proyecto, de lugar, de la intervención, de la ciudad, pasando a un material industrial, con poca superficie, pero con el objetivo de transformarlo todo. Fue un desafío importante para ellos, su práctica duraba veinte días y terminamos trabajando noventa en total. Están muy motivados y quieren llegar hasta el final”, comentó.
Nota: Rodrigo Catalán