Fundación Escuela de Derecho de la UV se adjudica curso de perfeccionamiento de Litigación Oral para jueces y juezas del Poder Judicial
Curso será dictado por los profesores Andrés Benavides, Eduardo Morales y Javier Rojas-Mery.
La Fundación Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso se adjudicó la dictación del curso de perfeccionamiento de Litigación Oral dirigido a jueces y juezas del escalafón primario del Poder Judicial, en el marco del Programa de Perfeccionamiento 2024 de la Academia Judicial.
El curso será dictado durante tres jornadas, a realizarse el 30 y 31 de julio y 1 de agosto, impartido por los profesores Andrés Benavides, Eduardo Morales y Javier Rojas-Mery, de la Escuela de Derecho de la UV, y contará con sesiones de conversación y exposiciones sobre el ejercicio de la litigación oral en distintas sedes, como Penal, Familia y Laboral, para así desarrollar destrezas ante tribunales de diferentes competencias.
El profesor Andrés Benavides, coordinador del curso, explicó que la idea central de este “es permitir que los participantes puedan complementar sus conocimientos en el ámbito de la litigación oral, poniéndose en el otro lado del estrado. Uno de los objetivos es establecer una sana convivencia entre los conocimientos teóricos y los conocimientos prácticos que dicen relación con las estrategias de litigación oral, estrategias que son diferentes dependiendo de cuál es el rol que le corresponde a cada interviniente”.
“Habrá un rol en el estrado de quien sea ese magistrado o magistrada, pero también desde el punto de vista de quién es el interviniente acusador en el ámbito penal o la defensa, y lo que sucede en sede de familia y en sede laboral por parte demandante y parte demandada. Hay estrategias que cambian, y nuestra intención es hacer transitar a los destinatarios del curso por esos diversos roles, es decir, que no permanezcan únicamente en aquella posición que permanentemente ocupan en su ejercicio profesional, sino que puedan también trasladarse a las ubicaciones que tienen estos otros intervinientes, porque creemos que eso favorece la mirada que el juzgador debe dar cuando regresen a sus puestos profesionales en el día a día”, añadió.
Además, el académico explicó que durante la mañana se realizarán plenarios con exposiciones de los tres profesores a cargo del curso, y luego se dividirán en grupos, para que los participantes desarrollen ejercicios prácticos que tengan que resolver, y así hacerlos participar en la solución de casos prácticos.
Respecto a este último punto, Andrés Benavides explicó que “estos casos no solo tienen que ver con situaciones técnicas —por ejemplo, una objeción frente a una pregunta—, sino también con cuestiones que se dan en el día a día y que muchas veces tensionan las audiencias. ¿Qué pasa si tienes, por ejemplo, una persona imputada agresiva? ¿Qué pasa si tienes algún testigo reticente a querer declarar, una víctima que no quiere comparecer o una sala de audiencias que está inquieta? ¿Qué herramientas puedes usar? Son situaciones que se dan mucho en la práctica, y acá aplican no solamente técnicas o el procedimiento respectivo, sino que tiene que ver con habilidades blandas, con ciertas estrategias que se pueden utilizar para contener estas emociones, que ocurren en distintas direcciones durante una audiencia”.
“La idea es usar casos verídicos, unido a literatura e incluso material audiovisual —como secciones de películas—, y en base a ello activar a los destinatarios del curso para que, en conjunto, arriben a alguna solución, explicarla y someterla a diálogo, para ver si coincidimos o disentimos respecto de esa solución que se propone. En este sentido, es importante la retroalimentación que los mismos destinatarios del curso nos puedan dar, porque la mayoría tiene una larga experiencia en el Poder Judicial, y van a poder comentar situaciones que les han ocurrido en el ejercicio de sus funciones y para las que, quizás, no estaban preparados previamente”, puntualizó.
Respecto a la adjudicación del curso, el profesor Andrés Benavides indicó sentirse “muy orgullosos de la elección de nuestra Escuela de Derecho y particularmente de su Fundación, para la realización de este curso de litigación oral que está dirigido a jueces y juezas que ejercen competencias en diversos ámbitos e instancias. Esto plantea un desafío para nosotros, no solamente de hacerlo correctamente, sino que además el realizar un pequeño aporte para ese trascendental ejercicio diario que tienen nuestros destinatarios en el estrado”.
Nota: Camila Cortez