Escuela de Auditoría UV entregó certificados de título a 60 nuevos profesionales
En una emotiva ceremonia, sesenta egresados de la Escuela de Auditoría UV recibieron sus constancias de título luego de haber rendido con éxito el proceso que los llevó a convertirse en nuevos profesionales. El acto tuvo lugar en el Aula Magna y contó con la asistencia de familiares y amigos de las y los titulados, y de la comunidad académica de la Escuela.
La ceremonia fue presidida por el rector de la UV, Osvaldo Corrales; el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Diego del Barrio, y el director de la Escuela de Auditoría, Ricardo Espinoza, todos quienes se dirigieron a la audiencia para dejar importantes y sentidas palabras a los nuevos contadores auditores egresados de la institución.
En la ceremonia —que como es tradicional se inició con el tradicional himno universitario “Gaudeamus Igitur” interpretado por la Agrupación Musical de Cámara de la Universidad de Valparaíso—, se dirigió a los titulados el rector Osvaldo Corrales, quien señaló que “las titulaciones son un hito muy significativo para la Universidad, son la culminación de un ciclo. Sin duda ustedes hoy son muy distintos a quienes llegaron hace cinco años a esta casa de estudios. Particularmente fueron años difíciles, por el tema del estallido social y la pandemia, lo que significó para todos un esfuerzo adicional, pero también, más allá de los aprendizajes, conocieron gente, se involucraron en la vida social, vivieron los desvelos y las alegrías propias de la vida de un estudiante, y nosotros tenemos un especial cariño por el cumplimiento de un ciclo”. La máxima autoridad agregó que “Es la nuestra una universidad pública, con un sello distintivo del cual hay que enorgullecerse, este es de una institución que no solo forma nuevos profesionales en la excelencia de su propio quehacer académico, sino —por sobre todo— ciudadanos con un alto compromiso ético que sean un aporte a la sociedad”.
Por su parte, en su alocución el decano Diego del Barrio aseguró que “más allá de su desarrollo disciplinar, actualizado a los requerimientos internacionales, la Escuela ha sabido impulsar en su gestión un clima de tolerancia y respeto que posibilita el trabajo mancomunado de un equipo de gran fuerza colectiva. Esto es mérito del trabajo dedicado de sus académicos, pero también del compromiso y cariño demostrado por los propios alumnos, que trabajando coordinadamente permiten el amplio reconocimiento de nuestra Escuela en la comunidad”.
Manifestó asimismo el decano su sentimiento de agradecimiento, “especialmente por el trabajo de las autoridades de la Escuela, de su cuerpo académico, de los funcionarios, pero también el compromiso de los estudiantes y sus familias por interpretar y ayudarnos a interpretar un modelo universitario en el que no solo se releva la excelencia como característica fundamental de su quehacer, sino por sobre todo, en haberse transformado en profesionales íntegros comprometidos con la ética y transparencia financiera, asumir el rol de ser guardianes de la confiabilidad financiera, en procesos y dirección estratégica para la toma de decisiones”.
Finalmente, el director de la Escuela, Ricardo Espinoza, aseguró que “frente a los nuevos escenarios de la economía, de la sociedad y de la tecnología, se requieren profesionales de excelencia disciplinar, pero especialmente mujeres y hombres con una gran formación ética. Es por ello que nuestra Escuela, en su proceso permanente de desarrollo docente, ha podido tener la capacidad de resolver los problemas que ha impuesto la sociedad global a la propia disciplina”.
En la ceremonia se entregaron distinciones especiales a los estudiantes destacados de la generación. Como la mejor titulada de la promoción fue distinguida Ámbar Soto Campos, por haber obtenido los más altos promedios de notas, sin reprobar ninguna asignatura, quien adicionalmente recibió un reconocimiento de parte de la firma auditoría EY. Además, fue reconocida en las áreas de auditoría y contabilidad. Y en el área de tributación, fue premiado el egresado Guillermo Astudillo Arredondo.
Nota: Rodrigo Reyes / Fotos: Matías Salazar