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Comprueban que pan con harina de porotos disminuye niveles de glucemia en personas mayores

03 Abril 2024

A través de una investigación realizada por académicos y académicas de las universidades públicas en la que participaron 18 voluntarios adultos mayores, se evidenció que a dos horas de la ingesta de este alimento, bajó la medida de azúcar en la sangre.

Un estudio innovador se encuentran realizando académicos y académicas del Centro Interuniversitario de Envejecimiento Saludable (CIES), institución del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (Cuech). Se trata de la formulación de productos de panificación suplementados con harina de porotos nativos chilenos para disminuir respuestas glucémicas postprandiales y agregación plaquetaria en personas mayores.

“La ingesta regular de alimentos con un alto índice glucémico, como es el caso del pan blanco formulado con harina de trigo refinada, podría tener efectos deletéreos para el control de la glucemia, entonces es deseable la generación de nuevos productos que sean científicamente validados para reducir el azúcar en la sangre”, comentó Felipe Ávila, director del proyecto y académico de la Universidad de Talca.

Para realizar este estudio se llevaron a cabo diferentes etapas. Primero, la elaboración de la harina en base a porotos nativos chilenos, y segundo, la caracterización del pan en términos de sus propiedades físicas, compresión y color, de tal forma que el alimento resultara atractivo para las personas.

“No solamente consumimos los alimentos porque nutricionalmente son buenos o saludables: también porque nos gustan. En ese sentido, el pan —que es un producto de consumo masivo en nuestro país— debe tener características muy similares al pan original”, comentó Rommy Zúñiga, director alterno del proyecto y académico de la Universidad Tecnológica Metropolitana.

Por ello, en una tercera etapa se llevó a cabo el análisis sensorial, en el que participaron 65 personas sobre los 60 y hasta los 70 años, pertenecientes a clubes de adultos mayores del Maule, quienes probaron el pan para saber qué tan rico era. La última etapa consistió en conocer los efectos en la salud, especialmente en la glucemia postprandial y en marcadores de daño oxidativo, evidenciando que en 18 participantes, a dos horas de la ingesta de este alimento, bajó significativamente la medida de concentración de azúcar en la sangre.

“Este pan suplementado con harina de porotos disminuyó los niveles de glucemia postprandial en comparación con un pan control, es decir, en comparación con un pan blanco. Cuando se suplementa el pan con esta harina de porotos que nosotros formulamos y caracterizamos, disminuyen significativamente los niveles de glucemia post ingesta a diferentes tiempos”, comentó Ávila.

Desde el punto de vista nutricional, el consumo de este alimento también tiene efectos beneficiosos para la salud, según afirmó Mariane Lutz, coordinadora de la línea temática de Alimentos y Nutrición de Personas Mayores del CIES y académica de la Universidad de Valparaíso.

“En la actualidad, se reconocen otras ventajas de estas formulaciones de pan suplementado que actúan en forma sinérgica. Los efectos más destacados son antioxidantes, antiinflamatorios, neuroprotectores y protectores de la función del eje intestino-cerebro. Así, este tema está nuevamente en boga, con una perspectiva no solo de su aporte de nutrientes, sino considerando sus propiedades de reducción de riesgo de las enfermedades asociadas al envejecimiento”.

En tanto, Felipe Ávila agregó que “el pan con harina de porotos tiene más cantidad de proteína y adicionalmente más del doble de fibra que un pan normal. Además, promueve el consumo de leguminosas”.

Estudio

La investigación comenzó el 2022 y finaliza este año con el análisis de placa y algunos marcadores de daño oxidativo post ingesta de estos panes.

Participan en el proyecto Felipe Ávila, académico de la Universidad de Talca; Rommy Zúñiga, de la Universidad Tecnológica Metropolitana; Bárbara Ángel, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile; Mariane Lutz, de la Universidad de Valparaíso; Guillermo Petzold, de la Universidad del Biobío, y Eduardo Fuentes, de la Universidad de Talca. Como colaboradoras, participan Katherine Márquez, del Centro de Estudios en Alimentos Procesados, y María Angélica González, de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca.

Nota y fotos: Centro Interuniversitario de Envejecimiento Saludable Cuech