UV se adjudicó catorce proyectos como institución principal en el Concurso Nacional de Fondecyt Regular 2024
La colaboración interdisciplinaria marcó el sello de los proyectos seleccionados.
Catorce proyectos como institución principal y dieciséis en calidad de institución secundaria, fue el resultado de la adjudicación de financiamiento de la Universidad de Valparaíso en el Concurso Nacional de Fondecyt Regular 2024, perteneciente a la Subdirección de Proyectos de Investigación de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
La selección de las propuestas estuvo marcada por la colaboración interdisciplinaria, la cual fue un elemento recurrente en la formación de los equipos de trabajo. Los proyectos adjudicados, en la categoría de Institución principal, contaron con la participación de investigadoras e investigadores de las Facultades de Ciencias, Humanidades y Educación, Ingeniería, Medicina y Odontología. Por otro lado, en los proyectos en calidad de institución secundaria, además de las mencionadas anteriormente, se sumó la participación de la Facultad de Ciencias Sociales.
Las propuestas seleccionadas abarcan una amplia gama de temas, que van desde el estudio de las neurociencias, como la investigación de los receptores del sistema lateral septum en la obesidad y la adicción a los alimentos, hasta investigaciones sobre la acreción de agujeros negros supermasivos, entre otros ejemplos.
Los investigadores ganadores expresaron su gran satisfacción ante los resultados del concurso. Por ejemplo, el doctor Ramón Sotomayor-Zárate, director del Centro de Neurobiología y Fisiopatología Integrativa (CENFI), líder del proyecto "Rol del sistema GLP-1/Receptor GLP-1 del septum lateral en la obesidad y la adicción a los alimentos", se mostró muy contento con el logro obtenido.
El doctor Sotomayor-Zárate, académico del Instituto de Fisiología de la Facultad de Ciencias UV, señaló que “es una alegría enorme cuando haces investigación y estás haciendo bien las cosas, que tus pares te reconozcan y te adjudiques fondos externos. Este respaldo ha sido de suma importancia para mí, ya que me ha permitido contar con un financiamiento externo y continuo a lo largo de mi permanencia en la Universidad de Valparaíso, gracias al Programa Fondecyt”.
Además afirmó que los fondos adjudicados le van a permitir mantener la línea de investigación nueva que se está desarrollando en su laboratorio, asociada al consumo de alimentos, especialmente la adicción a la comida.
“Una de las líneas que he trabajado durante mucho tiempo en mi laboratorio es el proceso adictivo, la neurobiología de la adicción a las drogas. En este último proyecto estoy evaluando el rol de un área del cerebro asociado al consumo de alimentos de tipo hedónico. Me he enfocado en este tema, porque la obesidad es uno de los principales problemas que existe en la sociedad actual, lo cual se traduce en un problema de salud y de vulnerabilidad a otras enfermedades, como la diabetes, la hipertensión y el síndrome metabólico. Además, en nuestro país la tasa de obesidad en personas jóvenes es alta, y por lo tanto es importante focalizar la investigación para la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles”.
En el equipo del doctor Sotomayor-Zarate participan como coinvestigadoras las doctoras María Soledad Torres, del Instituto de Ingeniera Matemática de la Facultad de Ingeniería, y Angélica Escobar, del Instituto de Fisiología de la Facultad de Ciencias.
Esta buena noticia se suma a la adjudicación del CENFI en la categoría de Centro Regular en el marco del Concurso de Centros de Investigación, Desarrollo e Innovación 2023 (CIDIS UV), impulsado por la Dirección de Investigación de la Universidad de Valparaíso, en que el CENFI aprobó en el lugar número uno entre los centros seleccionados.
Por su parte, el doctor Marco Fuenzalida, investigador responsable de la propuesta “Restoring parvalbumin interneuron function reverts long-lasting consequences of adolescent ketamine exposure on dentate gyrus function and recognition memory”, señaló que “es un gran logro y un gran reconocimiento, porque detrás de este proyecto hay un enorme trabajo, muy riguroso, con gran dedicación y un gran apoyo de parte de la Universidad y sobre todo un gran trabajo de los estudiantes de pre y postgrado y el personal técnico que trabajan en nuestro Laboratorio de Plasticidad Neuronal en la Facultad de Ciencias”.
El investigador acotó que “nuestro proyecto busca examinar nuevas estrategias para mitigar los efectos negativos de la ketamina —fármaco utilizado para la anestesia y la analgesia, así como con fines recreativos— en la adolescencia y, en particular, sobre la función del hipocampo, estructura cerebral envuelta en la memoria, el aprendizaje y la cognición. El uso de la ketamina sin receta por adolescentes tiene efectos adversos su cerebro. La ketamina es un medicamento esencial utilizado con fines médicos. Sin embargo, los adolescentes tienden a abusar de la ketamina, y la consecuencia es un daño en del desarrollo y función de su cerebro, siendo a menudo estos daños cerebrales permanentes. En nuestro laboratorio hemos mostrado la exposición a ketamina durante la adolescencia tiene un potente y negativo efecto sobre la función sináptica en el hipocampo, en la plasticidad neuronal y en la cognición. En este proyecto utilizaremos innovadoras técnicas incluyendo la combinación de técnicas de quimiogenética y farmacología para canales iónicos de potasio, con la finalidad de recuperar la fisiología de las interneuronas y finalmente mejorar el funcionamiento de circuitos neuronales y la cognición”.
El doctor Fuenzalida sostuvo que “sin duda este proyecto nos permitirá una comprensión más profunda del impacto neurobiológico del consumo de drogas de abuso en el cerebro adolescente, lo que puede conducir a mejores estrategias para el tratamiento y la atenuación de las secuelas neuropsiquiátricas productos del consumo de sustancias de abuso”.
Además relevó que “este proyecto Fondecyt, junto con el financiamiento como investigador principal del Núcleo Milenio Neuroepigenética y Plasticidad, EpiNeuro, darán continuidad a las líneas de investigación que lidero, en torno a determinar las bases neurobiológicas del funcionamiento del cerebro adolescente. La adolescencia está marcada por profundos cambios psicológicos y neurobiológicos. La adquisición de la conducta adulta ocurre de manera paralela con cambios progresivos en varias áreas cerebrales incluyendo la corteza prefrontal y el hipocampo, las cuales sufren profundos cambios durante esta etapa de la vida. Este es también un período en el que surgen por primera vez los principales trastornos psiquiátricos, lo que subraya la importancia de comprender los mecanismos que subyacen al cambio hacia un comportamiento de nivel adulto. El consumo de sustancias en la adolescencia es un conocido factor de riesgo para el desarrollo de trastornos neuropsiquiátricos y por consumo de sustancias en la edad adulta”.
En esa línea explicó que “durante la adolescencia, las interneuronas GABAérgicas parvalbúminas son altamente plásticas en términos actividad neuronal y sináptica, haciéndolas particularmente susceptibles a daños producto del uso de sustancias de abuso. En estos últimos años nos hemos dedicado a estudiar cómo diferentes insumos medioambientales, incluyendo drogas de abuso, la dieta ricas en grasas saturadas y el uso de endulcorantes artificiales, afectan la fisiología de las interneuronas y sinapsis inhibitorias en corteza prefrontal y el hipocampo y como finalmente afectan el funcionamiento cerebral y la cognición”.
Nota: Pamela Simonetti