Avance científico: Investigadores desarrollan parche que acelera la curación de heridas crónicas
Prototipo desarrollado por académicos de la UV y del CINV UV se enfocará en el tratamiento de úlceras venosas, afección que padecen alrededor de cien mil personas cada año en Chile.
Las úlceras venosas son una afección común en nuestro país. Anualmente, cerca de cien mil personas, principalmente adultos mayores con factores de riesgo como la obesidad y la diabetes, sufren de este tipo de heridas crónicas. Teniendo este dato a la vista, un grupo interdisciplinario de científicos y científicas de la Universidad de Valparaíso está colaborando en el desarrollo de un innovador parche que acelera significativamente el proceso de cicatrización en heridas crónicas.
“Este parche ha demostrado reducir el tiempo de recuperación entre un 30 y un 50 por ciento”, adelantó el doctor Agustín Martínez, académico de la Universidad de Valparaíso e investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (CINV). El doctor Martínez es uno de los líderes del estudio y director del proyecto Fondef de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) que financia esta investigación.
Potente molécula
“El parche funciona mediante una molécula que actúa como un poderoso bloqueador del proceso inflamatorio en las células. Esta molécula es cien veces más potente que los otros bloqueadores conocidos hasta ahora, y ayuda a reducir la inflamación y acelerar la curación en las heridas tratadas con el parche”, según sostuvo el científico, que también cumple el rol de director del Instituto de Neurociencia y de director alterno del Programa de Magíster en Ciencias Biológicas mención Neurociencias de la Universidad de Valparaíso.
El equipo de investigadores ha unido esta molécula a la tecnología del parche, hecho principalmente de productos naturales como quitosano, ácido hialurónico y gelatina. Esta tecnología fue desarrollada por la doctora Caroline Weinstein, académica de la Facultad de Farmacia de la UV y directora alterna de este proyecto Fondef, en colaboración con la empresa nacional Inbiocriotec.
Martínez explicó que en condiciones normales, una herida pasa por distintas etapas. La primera etapa, conocida como hemostática, ocurre cuando la herida se abre y se debe producir un coágulo para detener el sangrado. A continuación, se produce la etapa inflamatoria, que es crucial ya que prepara el terreno para que las etapas posteriores de cicatrización puedan tener lugar de manera adecuada. Sin embargo, uno de los problemas que afecta a todos los tipos de úlceras, incluyendo las úlceras venosas, es cuando la fase inflamatoria se vuelve crónica y se prolonga más de lo necesario.
“En el caso de las úlceras crónicas, como las úlceras venosas, esta etapa inflamatoria se alarga y se vuelve permanente, lo que también va acompañado de dolor crónico en los pacientes. En este sentido, nuestra propia investigación y las de distintos investigadores de Chile y el mundo, han demostrado que ciertos canales de la membrana celular participan en una vía no canónica (alternativa o menos común) de inflamación. Los canales de la membrana son como puertas que controlan lo que entra y sale de la célula”.
El investigador agregó que “junto con colegas de la Universidad Andrés Bello hemos identificado moléculas que inhiben estos canales. Una de ellas, gracias a nuestro proyecto Fondef, se ha destacado como una excelente candidata para el tratamiento de la úlcera venosa”.
El investigador detalló que durante el proceso de cicatrización de las heridas, uno de los efectos de la apertura de estos canales es la liberación de moléculas señalizadoras al exterior de la célula. “Estas moléculas pueden ser señales tanto positivas como negativas. En nuestra propuesta de investigación, hemos observado que cuando estos canales se mantienen abiertos durante períodos prolongados se generan señales inflamatorias en el espacio extracelular”, sostuvo.
Además, indicó, esto “aumenta la sensibilidad de las terminales nerviosas relacionadas con el dolor. Las moléculas que se liberan a través de estos canales desempeñan un papel fundamental en el proceso inflamatorio. Por lo tanto, nuestra hipótesis sugiere que al bloquear estos canales, se reduciría la liberación de estas señales negativas, disminuyendo así la fase inflamatoria y el dolor asociado. En resumen, al reducir la respuesta inflamatoria y restaurar un equilibrio adecuado en el proceso inflamatorio, se podrían desencadenar las etapas normales de cicatrización. Esto permitiría que la piel se recupere, cubriendo el área afectada con una nueva y saludable capa de piel y terminando con el dolor crónico”.
Resultados prometedores
Hasta el momento el equipo de investigación —conformado por científicos de las facultades de Ciencias y Farmacia de la Universidad de Valparaíso, del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso y de la Universidad Andrés Bello— ha obtenido resultados prometedores en estudios in vitro, utilizando células aisladas, y está llevando a cabo investigaciones en otros modelos como paso previo a ensayos clínicos en pacientes.
El doctor Martínez ha resaltado la importancia del proyecto denominado “Panexpatch,” un innovador prototipo que se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo y ha sido financiado por el Fondef durante un periodo de dos años, que concluirá este 2023.
Foto: Denis Isla / Texto: Pamela Simonetti