Estudiante del Magíster en Neurociencias UV es la directora del nuevo Centro Comunal del Autismo
La entrega de apoyo fonoaudiológico y de terapia ocupacional a niños y niñas con diagnóstico de autismo, como también de apoyo psicológico y social a sus padres, madres y cuidadores serán parte de las prestaciones que realizará el nuevo Centro Comunal del Autismo de Valparaíso (CCAV), que comenzará a atender el próximo 20 de marzo en la ex Escuela Japón, ubicada en el segundo sector de Playa ancha.
La fonoaudióloga Carla Loezar, quien además es estudiante de segundo año del Programa de Magíster en Ciencias Biológicas mención Neurociencias de la Universidad de Valparaíso, será la encargada de dirigir el nuevo centro clínico, el cual en una primera etapa se orientará a la atención temprana de niños pequeños con diagnóstico de autismo y casos de alta sospecha de la condición que pertenecen a los centros de salud familiar (cesfam) de la comuna y que tienen control vigente con el área de Neurología del Hospital Carlos Van Buren (HCVB).
“En la primera derivación realizada por el HCVB hay inscritos 179 niños y niñas de entre dos y seis años. Los niños y niñas que ingresen al CCAV tendrán apoyo fonoaudiológico y de terapia ocupacional, y sus madres, padres o cuidadores tendrán apoyo psicológico y de asistente social, tanto en aspectos comunitarios como en trámites sociales que requieran actualizar”.
También destacó que la relevancia de la iniciativa radica en que muchas niñas y niños y sus familias no tienen acceso a las intervenciones por el alto costo que esto implica.
“Queremos ser un espacio de contención, información y participación comunitaria a través de la alianza y cogestión con la Agrupación Asperger Quinta”.
La directora explicó que el desafío mayor es trabajar para que exista una visión comunitaria respecto de la inclusión real de las personas autistas. “Cambiar el paradigma de que el autismo sólo lo vive la familia o la escuela donde la niña y el niño asiste, sino que todos como ciudadanos tenemos algo que aportar y eso comienza desde la visibilización, sensibilización y la comprensión del autismo. Queremos que el CCAV sea un lugar donde colaboremos para desarrollar esas acciones y podamos despatologizar la condición autista y, en lo que respecta a mi rol en particular, el desafío principal será trabajar para motivar, influir y guiar las acciones del equipo hacia la consecución de una visión común y compartida, para que la familia y la persona autista sean el centro de la intervención”, comentó.
Carla Loezar agregó que este nuevo desafío laboral la sorprende en un buen momento, dado que liderar un equipo multidisciplinario especializado en autismo es parte de lo que ha aprendido estando en el último paso de la certificación internacional en el modelo “ESDM (Early Start Denver Model, en inglés) de atención temprana para niños pequeños con autismo”.
“Es una instancia que forma terapeutas para tomar el rol de la coordinación de un equipo, supervisar, actualizar el progreso y trabajar para garantizar una gran calidad en el proceso que permitirá a las familias, como también a niñas y niños, potenciar las habilidades que requieren de apoyo especializado para desarrollarse de manera óptima”, sostuvo.
En la misma línea, expresó que “el Magíster en Neurociencias UV me permitió comprender y profundizar en mis conocimientos respecto del neurodesarrollo y las bases neurobiológicas del autismo. Además, gracias a que la Unidad de Investigación la realicé en el Laboratorio de Genética y Neurodesarrollo de la doctora Angelina Palacios, pude conocer técnicas específicas para realizar investigación con un organismo modelo utilizado en autismo que es la mosca de la fruta (Drosophila Melanogaster). En específico, pude investigar cómo mediante la modificación de la expresión de un gen vinculado al autismo se reduce la respuesta en los comportamientos sociales en la mosca. Esta experiencia motiva la realización de mi proyecto de tesis en la misma línea de investigación y la proyección de continuar colaborando con la doctora Palacios en estudios futuros vinculados al autismo”.
Finalmente, relevó que la Región de Valparaíso es pionera en la creación de centros comunales de autismo. De hecho, las comunas de Llay-Llay, La Calera, El Quisco y recientemente Quilpué ya cuentan con centros similares.