El año 2018 surgió a nivel mundial la iniciativa de conmemorar a las mujeres que han sido un aporte al desarrollo de la disciplina.
En la convención global de mujeres matemáticas del año pasado, llevada a cabo en Río de Janeiro, se decidió declarar el 12 de mayo como Día Mundial de las Mujeres Matemáticas. La fecha elegida corresponde al natalicio de Maryam Mirzakhani, la primera galardonada con el Premio Medalla Fields (2014). Mirzakhani falleció tres años después, a los 40 años. El Premio Medalla Fields es análogo al Premio Nobel de Matemática y se entrega desde el año 1936.
El Instituto de Matemáticas de la Universidad de Valparaíso (IMUV) se sumó a la celebración mundial y realizó el simposio “Mujeres Matemáticas en la UV: una celebración”, en la que participaron autoridades del IMUV, su cuerpo docente y de investigación, y estudiantes de pre y postgrado, quienes estuvieron acompañados por un grupo de estudiantes del Liceo Bicentenario de Valparaíso.
“En el IMUV tenemos la convicción que parte de nuestra responsabilidad social es potenciar la presencia de mujeres en la ciencia. La académica Andrea Vera forma parte de un proyecto Anillo en esta temática y bajo el alero del mismo surgió la idea junto a académicas del CIMFAV de organizar actividades que involucraran además a nuestras estudiantes”, afirmó Amalia Pizarro, directora del IMUV.
En el mundo el 25 por ciento de las personas que se dedican a las matemáticas son mujeres. Respecto a la situación en Chile, la profesora Andrea Vera, organizadora del evento, señaló que “el fenómeno de la baja participación de mujeres en carreras de matemáticas es complejo y responde a diversos factores. En mi opinión el peso de la cultura patriarcal en la que vivimos es la principal razón por la cual pocas mujeres eligen carreras matemáticas y también de la deserción en distintos puntos del programa académico. En Chile, si consideramos a la gente con doctorado en Matemática, la cifra es cercana al 22 por ciento (según “Femmes et mathématiques au Chili”, M.Isabel Cortez, Jeanne Hersant, 2016).
Para motivar a las adolescentes a pensar en la Matemática como una opción profesional, la directora del IMUV sostuvo: “En lo personal, creo que es importante mostrar diversidad tanto en las vidas y trabajo de mujeres matemáticas. Que las estudiantes vean que si les gusta la matemática, es posible desarrollar una carrera en esta disciplina y hacerla compatible con otros intereses. Cuando hacemos matemática tenemos un espacio muy amplio de creación que no se da en todas las áreas, quizás es esa su principal riqueza”.
Amalia Pizarro agregó que “es cierto que hay que enfrentar varios desafíos, pues es un ambiente competitivo y muchas veces se requiere desarrollar diversas habilidades más allá de la matemática para tener éxito, pero a su vez esos mismos desafíos son los que nos motivan a crecer en otras direcciones”.
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