Según estudios y estadísticas levantadas en conjunto con la FAO, más de 800 mil personas sufren inseguridad alimentaria grave en el país.
Con la presencia de autoridades universitarias, regionales y locales, junto a representantes de instituciones gubernamentales y veinte productores agropecuarios de la provincia de Petorca, la Universidad de Valparaíso lanza una pionera iniciativa para fortalecer la agricultura familiar campesina y promover la soberanía alimentaria. Se trata de la instalación del primer Observatorio de Soberanía Alimentaria y Nutricional del país, proyecto liderado por la Catalina González, doctora en Salud Pública, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética, y ejecutado en colaboración con las Escuelas de Negocios Internacionales, de Administración Pública y de Administración Hotelera y Gastronómica de la UV.
La presentación del Observatorio fue la actividad hito del proyecto “Instalación de un Observatorio de Soberanía Alimentaria y Nutricional para el Desarrollo Sustentable y Sostenible de la Agricultura Familiar Campesina de la Provincia de Petorca”, financiado por el fondo UVA 2295 “Creando lazos permanentes con la comunidad regional: Por una vinculación con el medio más significativa y bidireccional”, y apoyado por la Delegación Presidencial Provincial de Petorca y la ONG Progressio.
Entre los asistentes a la ceremonia destaca la presencia de Ornella Tiboni, representante de la FAO en Chile y para la Oficina Regional para América Latina y el Caribe, y de la diputada por la Región de Valparaíso, Carolina Marzán, presidenta del Frente Parlamentario contra el Hambre y la Malnutrición de América Latina y el Caribe, Capítulo Chile, e integrante de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputadas y Diputados.
La doctora González explicó que el Observatorio de Soberanía Alimentaria y Nutricional busca potenciar la agricultura familiar campesina en Petorca mediante un trabajo “coconstruido” en el territorio. Este enfoque dialogante, participativo, colaborativo y bidireccional generará información, conocimiento y propuestas innovadoras con énfasis en economía circular, administración gastronómica y desarrollo sustentable, orientando la transición hacia la soberanía alimentaria en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Durante la jornada, se presentaron los primeros resultados preliminares a la comunidad académica, los beneficiarios del proyecto y otros grupos de interés.
Durante la ceremonia, que contó con una convocatoria de cerca de setenta asistentes, la directora de la iniciativa enfatizó la necesidad de que la instancia trascienda la duración del proyecto inicial: “Se trata de que el Observatorio permanezca en el tiempo, se desarrolle, crezca y pueda servir para generar conocimientos, evidencia científica y para que se pueda influir en las políticas públicas que se discuten en poder Legislativo”. Este objetivo se centra en generar "evidencia sólida e irrefutable" que respalde los proyectos de ley sobre soberanía alimentaria en el Congreso Nacional.
Asimismo, la académica destacó la importancia de la investigación aplicada y la acción, buscando que "se traduzca en beneficios reales para los beneficiarios", a quienes los considera como socios estratégicos, de la iniciativa. En esa línea añadió: “La soberanía alimentaria no puede quedar en solo un texto escrito, tiene que traducirse en que realmente las comunidades se hagan autónomas y adquieran capacidades que les permitan desarrollarse, porque si no se desarrolla se pierde la soberanía alimentaria”.
Sistemas alimentarios en crisis
En relación con el cambio climático, la doctora Catalina González recordó la conclusión de la COP 27 del año 2024, que señala que los sistemas alimentarios están “en crisis”. Esta situación, según la Catalina González, impacta directamente en la soberanía alimentaria: “Al estar los sistemas alimentarios en crisis se pierde soberanía alimentaria, o sea, se pierden terrenos agrícolas o las zonas marítimas de pesca, los productores se extinguen y por lo tanto las distintas localidades, regiones, provincias y países pierden la capacidad de producir los alimentos que necesitan. Eso es perder la soberanía alimentaria”, afirmó.
Esta pérdida obligaría a la importación de alimentos, lo que hace aumentar los precios e impacta negativamente en la seguridad alimentaria, “especialmente en las poblaciones más vulnerables, tanto urbanas como rurales. Eso impide que toda la población ejerza el derecho a una alimentación digna, que además sea saludable y que permita una buena calidad de vida”, advirtió.
También señaló que organismos internacionales como la FAO ofrecen ayuda alimentaria en situaciones de crisis, lo que genera dependencia y “pasa a llevar el derecho a la alimentación adecuada porque quita la dignidad de las personas de poder elegir libremente cómo quieren alimentarse”, argumentó.
Ante los desafíos del cambio climático, la doctora González subrayó la necesidad de “reformular el sistema alimentario y la forma del relacionamiento de todos los actores dentro del sistema alimentario para que las comunidades se adapten a esta crisis climática, de manera que no pierda su capacidad de producir los alimentos y de elegir lo que queremos consumir como alimento y se dé prioridad a la producción local”.
En cuanto a los beneficiarios del proyecto, la doctora González explicó que se trabaja directamente con familias campesinas agropecuarias que pertenecen a la cooperativa lechera de Petorca (crianceros de cabras y producen su leche y productos derivados). Se estima que, directa e indirectamente, el proyecto beneficiará a cerca de mil personas, incluyendo productores de frutas (paltas, cítricos), verduras (lechugas, papas, quínoa), nueces, olivos y vino, entre otros.
Inseguridad alimentaria en Chile
Por su parte, la diputada Carolina Marzán contextualizó la problemática de la inseguridad alimentaria en Chile, señalando que según estudios y estadísticas levantadas en conjunto con la FAO, “más de 800 mil personas sufren inseguridad alimentaria grave”.
La parlamentaria explicó que la inseguridad alimentaria responde a diversas razones, incluyendo la malnutrición. Aclaró que la malnutrición abarca tanto la deficiencia como el exceso en la alimentación. En este sentido, mencionó que “los estudios en quinto básico sobre obesidad, sobrepeso y malnutrición son alarmantes y (las cifras) están muy disparadas en nuestro país y a nivel regional también”. Por ello, considera que el lanzamiento del observatorio representa “un tremendo respaldo, también en el Parlamento y con las autoridades hoy día para decir: estamos trabajando, nos estamos sumando, estamos generando alianzas de trabajo, porque esto no es solamente un tema legislativo. El tener toda esta información, el tener el trabajo en el territorio y el tener a la academia, a las organizaciones, fortalecerá la lucha contra el hambre en el país”.
La diputada Marzán evaluó positivamente la iniciativa de la Universidad de Valparaíso, agradeciendo la invitación y destacando la relevancia de que sea “la Región de Valparaíso y la Universidad, la que da el primer paso al presentar el Observatorio de Soberanía Alimentaria”. Subrayó el valor del “aporte que va a representar la recopilación de datos, la contribución científica desde la academia y con el territorio, porque se ve que los protagonistas son las personas que habitan el territorio y eso es profundamente relevante, porque es lo que les falta mucho a las autoridades hoy en día”.
Como presidenta del Frente Parlamentario contra el Hambre y la Malnutrición, la diputada manifestó sentirse comprometida con el proyecto: “Como parlamentaria, a mí me entrega una obligación ética, legislativa como autoridad y ya me siento parte también de este proyecto porque creo que tenemos que estar presentes. Levantar datos objetivos, concretos, va a ser un gran aporte, no solamente en lo legislativo, sino también para que el Estado entienda que desde las políticas públicas es el lugar concreto desde donde nosotros podemos hacer el cambio a esta realidad que hoy en día existe, pero que camina invisible entre nosotros”.
Nota: Pamela Simonetti / Fotos: Matías Salazar
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