Escuela de Nutrición UV capacita a mujeres jefas de hogar en inocuidad alimentaria e impulsa innovador proyecto de cocina comunitaria
La alianza entre la Universidad de Valparaíso y el Programa Mujeres Jefas de Hogar del SernamEG ha permitido capacitar a emprendedoras del rubro alimentario en manipulación de alimentos y proyecta la creación de una cocina comunitaria con criterios sustentables.
Con el objetivo de fortalecer la autonomía económica de mujeres jefas de hogar dedicadas al rubro alimentario, la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Valparaíso, en colaboración con el Programa Mujeres Jefas de Hogar del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG), ha desarrollado un programa formativo que beneficia tanto a emprendedoras como también a sus estudiantes en formación, en el marco de la asignatura Gestión de Servicios de Alimentación.
Talleres y asesorías
El proyecto incluye talleres de manipulación de alimentos, asesorías personalizadas y la proyección de una innovadora cocina comunitaria que permitirá a las emprendedoras formalizar sus negocios y cumplir con los estándares sanitarios.
"Esta iniciativa representa el compromiso de nuestra Escuela con la comunidad, no solo al acompañar a las mujeres en su desarrollo laboral, sino también al formar estudiantes conscientes de la realidad social y capaces de aportar soluciones desde la nutrición", señaló la profesora Silvia Sepúlveda, coordinadora de Vinculación con el Medio de la Escuela de Nutrición UV e impulsora de la iniciativa.
Durante la primera fase, diez mujeres participaron en talleres de manipulación de alimentos, mientras que en una segunda etapa siete recibieron asesorías personalizadas para mejorar sus líneas de producción. Entre ellas, Marcela Miranda Fuentes, líder del emprendimiento "Mar y Puerto", dedicado a la comida tradicional chilena: "Esta experiencia fue bastante enriquecedora, ya que recibí un apoyo muy beneficioso en todo sentido, contando así con información, la cual desconocía o casi no recordaba. Esto fue una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal tremenda. Me sentí muy apoyada y motivada. Los estudiantes nos escucharon con respeto y asombro, y las palabras de la profesora fueron clave para que no pusiera límites a mis sueños", dijo.
La formación también ha sido relevante para los estudiantes de cuarto año de la carrera de Nutrición y Dietética que participaron en las actividades. Según la profesora Sepúlveda, "estas instancias permiten a los futuros nutricionistas aplicar sus conocimientos técnicos en un contexto real y entender el impacto social que su profesión puede generar".
Cocina comunitaria
El siguiente paso del proyecto es la implementación de una cocina comunitaria con resolución sanitaria, que habilitará a las mujeres para producir y comercializar sus alimentos de forma segura. El diseño de este espacio considera criterios sustentables, priorizando emprendimientos que promuevan el cuidado del medio ambiente.
"Esta cocina no solo representa un espacio físico, sino una herramienta de transformación para las mujeres y sus familias", destacó la académica. Actualmente, se evalúan opciones de financiamiento que incluyen fondos regionales y alianzas con empresas privadas.
Marcela Miranda no oculta su entusiasmo por lo que viene: "Contar con este tipo de apoyo no solo nos entrega herramientas técnicas, sino que nos motiva a seguir creciendo como emprendedoras y personas. Me siento realizada y lista para mejorar cada vez más la calidad de mis alimentos".
La emprendedora agregó que “en lo personal, me sentí muy apoyada, acogida e impulsada a seguir con mi gran sueño en todo momento, valorando así el hecho de que los chicos que nos apoyaron, nos escucharon con mucha atención, respeto y asombro por todo mi trabajo. Recalco también el acompañamiento y las palabras de la profesora Silvia, las cuales fueron muy importantes para no tener límites con nuestros sueños y motivarnos a poder lograrlo”.
La beneficiada también señaló sentirse más preparada para llevar a cabo su emprendimiento: “A partir de ahora, contaré con muchas más herramientas y conocimientos tanto específicos como generales para poder mejorar en mi propósito principal: velar por la salud alimenticia de mis clientes, preparando de forma mucho más consciente y elaborada cada alimento”. Añadió que “realmente me sentí muy realizada, comprendida e importante. Quiero destacar el lindo gesto de trabajar par a par, tanto alumnos como emprendedoras, sin hacer sentir menos al compartir todos sus conocimientos. Me quedo con una excelente sensación de satisfacción personal para así poder mejorar la preparación de mis alimentos y cuidar el ámbito de la nutrición de mis clientes”.
Finalmente, la profesora Silvia Sepúlveda adelantó que este espacio formativo tendrá continuidad a inicios de 2025 con una nueva jornada dedicada a reforzar conocimientos sobre el uso y la interpretación de tablas nutricionales, contribuyendo así a ampliar las herramientas técnicas de las participantes para el desarrollo de sus emprendimientos.
Nota: Pamela Simonetti