Skip to main content

Laboratorio de Biotecnología Microbiana UV celebra veinte años y consolida su proyección como Centro de Micro-Bioinnovación

29 noviembre 2024

El laboratorio integra a académicos de las Facultades de Farmacia, Ciencias, Ingeniería y Ciencias Económicas y Administrativas.

El Laboratorio de Biotecnología Microbiana, hoy transformado en el Centro de Micro-Bioinnovación (CMBi) de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Valparaíso, celebró sus veinte años de trayectoria destacándose como un referente en investigación científica interdisciplinaria.

Bajo la dirección de la doctora Claudia Ibacache, este grupo de investigadores ha liderado importantes avances en salud humana, animal y ambiental, alineándose con el enfoque "One Health" promovido por la OMS.

A lo largo de dos décadas, las y los investigadores han formado a distintas generaciones de estudiantes, inspirándolos a desarrollar habilidades investigativas y continuar estudios de postgrado, mientras consolidaban colaboraciones nacionales e internacionales. Sus proyectos incluyen la aplicación de microorganismos para reducir la resistencia antimicrobiana en salud animal, la descontaminación de zonas de sacrificio en la Región de Valparaíso y el estudio de la microbiota en enfermedades prevalentes en Chile, contribuyendo significativamente a la productividad científica de la Universidad de Valparaíso. Entre sus logros más importantes destacan la obtención de cinco patentes reconocidas en Chile, Estados Unidos y Europa.

La celebración de los veinte años de trayectoria del Laboratorio de Biotecnología Microbiana se dio en el marco del seminario “Lecciones del mundo microbiano: Inteligencia no humana, nutrición racional y One Health”, actividad organizada por el Centro de Micro-Bioinnovación (CMBi) y el Proyecto Exploración GRT-AC: “Una herramienta basada en la regulación génica global para modelar la próxima generación de sistemas integrados biológicos-silicio”.

El evento se desarrolló con la presencia del rector de la Universidad de Valparaíso, Osvaldo Corrales; la decana de la Facultad de Farmacia, Marcela Alviña, y el director de Investigación e Innovación, Fuad Hatibovic. Les acompañaron investigadores, académicos y estudiantes de pregrado y postgrado.

El seminario reunió a destacados investigadores nacionales e internacionales, quienes ofrecieron conferencias sobre diversos avances científicos. La directora del CMBi, expuso “Veinte años del Laboratorio de Biotecnología Microbiana: principales avances y desafíos”; la doctora Samantha Thomas, investigadora del CMBi, presentó “Frutos nativos chilenos y su potencial terapéutico enfocado en la microbiota intestinal”; el doctor Alejandro Dinamarca estuvo a cargo de la conferencia “Información en el contexto de evolución: la eficacia de los sistemas bacterianos como modelos de inteligencia no humana”, mientras que el doctor Erick Bongcam-Rudlof, del Departamento de Biociencias Animales, sección de Bioinformática de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas, realizó la charla “Bringing biotech and aI into our homes: Changing lives one discovery at a time”.

La doctora Ibacache destacó la trayectoria y los aportes del laboratorio, fundado en 2004 por el doctor Alejandro Dinamarca: “Hoy celebramos dos décadas de trabajo ininterrumpido, un hito que no solo refleja nuestra productividad científica, sino también el importante rol que han desempeñado nuestros estudiantes, principalmente de pregrado, en las actividades de investigación. Esto nos diferencia de otros laboratorios, que se enfocan mayoritariamente en estudiantes de postgrado. Por ello, esta ocasión busca reconocer y celebrar su contribución, además de destacar los logros del laboratorio y reunirnos con antiguos integrantes que hoy desempeñan roles destacados en otros ámbitos”, señaló.

Respecto a la participación del conferencista invitado, el bioinformático sueco Erik Bongcam-Rudloff, la directora del CMBi resaltó su aporte al evento y a la colaboración científica: “Erik trabaja con nosotros en un proyecto Fondecyt enfocado en la microbiota intestinal. Su experiencia en bioinformática amplía nuestra visión al mostrar aplicaciones que trascienden lo que hacemos los científicos en el laboratorio, llevándolas a áreas de la vida cotidiana y fortaleciendo el desarrollo científico. Su participación es, sin duda, un gran aporte para nuestra universidad y sus redes de colaboración”.

Para el doctor Alejandro Dinamarca, fundador del Laboratorio de Biotecnología Microbiana, el vigésimo aniversario representa no solo un momento para celebrar, sino también para proyectar el futuro: “Este hito nos invita a reflexionar sobre los próximos veinte años, considerando todo lo que hemos logrado en este laboratorio. A pesar de operar en un espacio reducido, hemos alcanzado una densidad científica productiva de primer nivel, desarrollando aplicaciones y productos enfocados en resolver problemas sociales, incluso antes de que estos temas fueran parte de debate científico en los años 2000. Este laboratorio ha sido un modelo de trabajo único, estructurado en torno a estudiantes de pregrado de las carreras de Química y Farmacia y Nutrición y Dietética, quienes, gracias a su vocación científica y gusto por la microbiología, han alcanzado estándares comparables a los de estudiantes de postgrado”.

Además, el doctor Dinamarca destacó que “en estos veinte años hemos sido un modelo para las políticas públicas en formación científica y valorización del conocimiento. Hemos desarrollado productos innovadores para abordar problemas en áreas como salud humana, salud animal y recuperación del medio ambiente, colaborando con comunidades productivas y organizaciones sociales. Este enfoque nos posiciona como pioneros y referentes tanto a nivel regional como nacional”. También enfatizó la importancia del respaldo gubernamental para priorizar la producción y uso de desarrollos científicos nacionales: “Nuestro laboratorio tiene la capacidad de cristalizar transferencias tecnológicas que impactan de manera positiva en el medio ambiente y la salud de las personas, mediante soluciones basadas en biotecnología y técnicas avanzadas. Es crucial que el Estado no solo invierta en ciencia, sino que también valore y promueva los productos desarrollados a partir del conocimiento en Chile, asegurando que lleguen a quienes más los necesitan. Este será el principal desafío y prioridad en los próximos años”.

Por su parte, la decana Marcela Alviña relevó los logros y aportes del laboratorio: “El vigésimo aniversario del Laboratorio de Biotecnología Microbiana representa un hito significativo para nuestra Facultad. Este grupo de investigadores ha realizado contribuciones destacadas tanto en productividad científica como en impacto académico. Han formado un equipo que no solo ha adjudicado importantes proyectos, sino que también ha potenciado el desarrollo de nuestras dos Escuelas, convirtiéndose en una plataforma esencial para inspirar y formar a estudiantes de pregrado. Gracias a este laboratorio, muchos jóvenes han descubierto su vocación por la investigación científica, adquiriendo habilidades que han servido de base para continuar con estudios de postgrado”.

Marcela Alviña también destacó la capacidad del laboratorio para integrar los distintos niveles de colaboración que promueve la Organización Mundial de la Salud bajo el enfoque “One Health”. “Han desarrollado proyectos en áreas clave como la salud animal, utilizando bacterias para reducir la resistencia antimicrobiana; en la recuperación ambiental, aplicando microorganismos para descontaminar zonas de sacrificio en nuestra región; y en la salud humana, estudiando la microbiota y su relación con patologías prevalentes en Chile”.

Asimismo, la decana  subrayó la importancia de estos logros para la proyección del laboratorio: “El trabajo realizado a lo largo de estas dos décadas no solo nos posiciona como referentes a nivel regional y nacional, sino que también refleja un compromiso constante con la ciencia aplicada y su capacidad para resolver problemas reales que afectan a nuestra sociedad”.

Finalmente, el doctor Bongcam-Rudloff señaló que “es un gran honor para mí participar en esta ceremonia, especialmente al conocer de cerca los logros y trabajos que se desarrollan aquí, los cuales encuentro fascinantes. Actualmente colaboramos en uno de estos proyectos y tenemos el interés de participar en futuras iniciativas, particularmente en el área de la bioinformática. Ha sido muy enriquecedor ver y escuchar el impacto del trabajo que se realiza en este laboratorio".

Nota: Pamela Simonetti / Fotos: Denis Isla