Proyecto que promueve el autocuidado y la salud bucal en Escuela Blas Cuevas ya muestra positivos resultados
Tras la exitosa experiencia por más de veinte años en la Isla de Juan Fernández, el mismo modelo se está ejecutando en Valparaíso. Además de la intervención clínica y educativa en la comunidad escolar, incluye un trabajo de investigación desarrollado por la UV.
El Programa "Sumando Sonrisas", que se está desarrollando en la Escuela Blas Cuevas de Valparaíso, contempla la intervención clínica y educativa a todos sus estudiantes de primero a octavo año básico. Además, la especialidad de Odontopediatría de la Facultad de Odontología de la Universidad de Valparaíso está llevando a cabo un estudio para evaluar la condición inicial de las y los alumnos y monitorizar los resultados a lo largo del tiempo, proporcionando datos precisos sobre el impacto del programa en la salud bucal de esta comunidad escolar.
Así lo adelantó Mónica Quevedo, odontóloga del Consultorio Plaza Justicia del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio, quien implementó exitosamente un programa de salud bucal en Juan Fernández, mejorando significativamente los índices de salud dental tras 25 años de trabajo en la isla. A su regreso a Valparaíso le solicitaron replicar el modelo en un colegio con características similares a las que encontró en Juan Fernández.
"Trabajé en Juan Fernández desde 1998, en una población muy afectada por la falta de dentistas, donde solo algunos operativos ayudaban a los pacientes con el dolor," explicó la odontóloga, agregando que “era necesario realizar un trabajo preventivo y educativo muy fuerte. Invitamos a las autoridades a sumarse a una red de trabajo conjunto, porque esto no se puede hacer solo", afirmó.
Mónica Quevedo subrayó la importancia de la colaboración: "Un trabajo para que dé buenos resultados en una comunidad tiene que ser con la suma de muchas personas, especialmente con los niños. Por eso, el trabajo con el colegio, las autoridades y la comunidad en general era crucial".
El modelo diseñado por la académica y su equipo en conjunto con la comunidad incluyó un módulo clínico y otro educativo. "El módulo clínico se implementó a través del consultorio, con el Ministerio de Salud aportando su cuota, mientras que el módulo educativo se desarrolló junto con Junaeb para enseñar a los niños la importancia del autocuidado y la salud bucal”, detalló.
Asimismo, señaló que "además, se instaló un cepillero escolar, que brinda a los niños la oportunidad de cepillarse los dientes y mantener una buena higiene bucal después de los eventos de comida importantes, como el desayuno y el almuerzo en una jornada escolar completa”.
Tras 25 años de trabajo en Juan Fernández y observando mejoras significativas en los índices de salud bucal, Mónica Quevedo se trasladó a Valparaíso. "El Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio me dio la oportunidad de implementar este modelo en una escuela con características similares a las de Juan Fernández," dijo, relevando que "aquí me encontré con la grata sorpresa de que es un equipo educativo muy motivado y comprometido con sus niños, lo cual está dando muy buenos resultados".
La odontóloga destacó que “la participación de la Universidad de Valparaíso es crucial para medir el impacto del modelo de salud bucal que estamos implementando. Su colaboración nos permitirá evaluar la condición inicial de los niños y monitorizar los resultados a lo largo del tiempo, proporcionando datos precisos sobre el impacto del programa en la salud bucal. Junto al profesor Eduardo Onetto y su estudiante residente dedicaremos dos o tres días a evaluar el estado de salud bucal general de todos los niños. El programa se mantendrá en el colegio durante todo el año, asegurando una intervención continua y sistemática”.
Agregó que “esperamos que, junto con la comunidad educativa, logremos un éxito significativo en la salud bucal de los niños. Nuestro objetivo es que al finalizar el programa, los niños puedan recibir el alta en el consultorio y mantener una buena salud bucal. El verdadero éxito será ver a los niños sin caries el próximo año, con una buena higiene y un autocuidado empoderado”.
Por su parte, el profesor Juan Eduardo Onetto, director del Programa de Especialidad de Odontopediatría y académico de la Facultad de Odontología UV, señaló que "para la Universidad de Valparaíso, y específicamente para la Facultad de Odontología y el programa de Odontopediatría, es de altísima relevancia colaborar en este proyecto tan interesante. Básicamente, estamos replicando un modelo exitoso que ha funcionado durante más de veinte años en la Isla de Juan Fernández, liderado por la doctora Quevedo, a través del Servicio de Salud. Para la Universidad es un privilegio y una oportunidad de colaborar y realizar investigación independiente, que pueda establecer las bases para obtener mejor evidencia sobre la eficiencia del proyecto”.
El odontólogo explicó que “en esta etapa inicial, nuestro trabajo consistirá en hacer un levantamiento epidemiológico, que significa identificar y detectar los niveles, profundidad y susceptibilidad de caries en los escolares. Una vez completados los exámenes de todos los estudiantes de la Escuela Blas Cuevas, entraremos en una etapa de educación, motivación y modulación. Actualmente, estamos en el proceso de recolectar información del punto cero —o de inicio del programa—, para después, en un año, realizar un nuevo estudio que nos permita comparar cómo ha ido mejorando o deteniéndose el proceso a lo largo del tiempo. Esperamos tener una colaboración prolongada de unos cuatro a cinco años, ya que cuanto más tiempo podamos evaluar anualmente, mejores datos obtendremos”.
Asimismo, Juan Eduardo Onetto relevó que “es un desafío realmente interesante. Si bien el modelo fue extremadamente exitoso en la Isla de Juan Fernández, es un contexto insular. El desafío, y donde estamos colaborando con la doctora Quevedo y el Servicio de Salud, es ver qué adaptaciones se pueden hacer a este piloto para que después sea replicable en las escuelas de la Región de Valparaíso. Si logramos escalarlo, tendrá una gran trascendencia a nivel nacional".
El académico explicó que la Especialidad de Odontopediatría, a través de su residente, la estudiante de segundo año Jacqueline Rodríguez, actualmente está llevando a cabo el levantamiento de datos. Su trabajo de investigación se centra en la evaluación de una intervención educacional en cursos básicos de escuelas vulnerables.
La directora de la Escuela Blas Cuevas de Valparaíso, María Elizabeth Bendel, expresó: "Estamos extremadamente contentos y felices con este proyecto, ya que somos la única escuela del servicio público en Valparaíso con este privilegio. La iniciativa nació de Mónica Quevedo, quien nos visitó un día y nos hizo esta propuesta maravillosa. Con una matrícula de cien alumnos de alta vulnerabilidad, la prestación de este servicio dentro del establecimiento es un gran beneficio para nuestros estudiantes. Este programa es fantástico para nuestros niños porque recibirán atención dental sin perder horas de clase. Todos están fascinados con la iniciativa. El trabajo en equipo con los docentes ha sido muy positivo en general. Mónica ha generado espacios de vinculación y ha sido tremendamente enriquecedor para todos".
Finalmente, Emiliano Martínez, de séptimo año básico y presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Blas Cuevas, relevó: “A mí realmente me parece muy buena esta iniciativa, debido a que ayuda a muchos estudiantes a cuidar sus dientes. Muchos no saben la técnica correcta para cepillarse o con qué frecuencia ir al odontólogo. Esta experiencia es muy buena no solo para los estudiantes sino para toda la escuela, en general, ya que nos ayuda a todos en todo lo que tiene que ver con la higiene bucal”.
Nota: Pamela Simonetti / Fotos: Matías Salazar / Video: Felipe Olguín