Recientemente, la banda Tryo destacó en los premios Nación Progresiva Awards, distinguida en tres categorías: Mejor Single de Rock Progresivo Iberoamericano, por la canción “Suramérica”; Mejor Álbum de Rock Progresivo Iberoamericano, por el disco conceptual “Suramérica”, y Mejor Banda de Rock Progresivo Iberoamericano.
“El reconocimiento se obtiene en base a la perseverancia, la tenacidad y sobre todo por la pasión de ser músicos. El querer serlo, el querer tocar, el querer reunirse con los amigos, querer mantener ese espíritu, uno que como banda conservamos hasta ahora”, indica Ismael Cortez, integrante fundacional de la banda y académico de la carrera de Pedagogía en Música de la Universidad de Valparaíso.
Actualmente, Tryo es integrado por Ismael Cortez, en guitarra y voz; Francisco Cortez, en bajo, violoncello y voz; Pablo Martínez, teclados, y Felipe Baldrich, batería y percusión. Claudio Ramírez, exalumno de la UV, ha sido guitarra soporte de la banda y actualmente es sonidista tanto de grabación como de conciertos en vivo.
Historia
La banda, que ya ha publicado diez discos de estudio, se formó en 1987, cuando la pasión por el rock unió a tres estudiantes: los hermanos Ismael y Francisco Cortez, quienes cursaban guitarra clásica y violoncello respectivamente, y Félix Carbone, quien se preparaba como percusionista. Los tres llegaron a ser docentes de la UV, trabajo que sigue desarrollando Ismael Cortez.
Sobre las inspiraciones y referencias musicales, Ismael Cortez resalta que el principal interés desde un inicio fue ser un grupo de fusión, siempre con el rock como eje principal, destacando la creatividad y la libertad de manera muy abierta. Las canciones de Congreso y Los Jaivas fueron grandes referentes en los inicios de Tryo, a las que se suman otras fuentes: “Una de las grandes inspiraciones fue el núcleo familiar, donde siempre tocamos con nuestros padres lo que era folclore y canciones diversas. También, por supuesto, muchos grupos de la historia del rock británico, pero mayormente, de nuestros grupos latinoamericanos”, señala.
Al hablar sobre la evolución sonora de la banda, indica que la curva fue desde hacer música principalmente instrumental, con disonancias más complejas, para posteriormente dar más protagonismo a la voz. “Nos hemos acercado a lo latinoamericano, lo étnico, y vamos a seguir por ese camino”, menciona, añadiendo que tienen interés en explorar nuevas sonoridades con la tecnología pero siempre con la impronta latinoamericana.
Respecto al futuro, Tryo aspira a seguir difundiendo su música en este 2024, tanto en Francia y el resto de Europa, donde son siempre bien recibidos, así como alcanzar mayor alcance en Chile.
Desafíos del rock
Al referirse a los desafíos del rock actual, Ismael Cortez enfatiza lo importante de renovar la inspiración, de convocar nuevo público, de tener mayor apoyo de los medios de comunicación. “Lo que fortalece es que los instrumentos ya están y el género ya está cultivado. Falta que los medios orienten la difusión de la música rock; actualmente veo que la industria musical está sobreinfluyendo en la juventud en su elección musical”, remarcó.
Apunta: “A nuestra juventud le cuesta ser perseverantes, cuesta moverse incluso a un concierto. Trabajar, creer en lo propio, creer en la perseverancia; para lograr algo definitivamente hay que trabajar mucho. Es algo que trabajamos en las aulas de la Universidad de Valparaíso y que los estudiantes lo están percibiendo así también”.
Asimismo, resalta que en las aulas de la Universidad de Valparaíso hay espacio para los apasionados por el rock y cualquier estilo musical: “Tenemos diferentes ramos en la carrera, y si bien hay muchos teóricos —que son teóricos para la formación—, hay muchos ramos prácticos instrumentales y de ensamble: ensambles corales, instrumentales, de rock, de fusión. Lo más importante es que es una carrera transversal, donde no hay un estilo definido, sino que convive la música docta, la académica, lo popular, sin ningún tipo de limitación”.
El guitarrista y docente insiste en la importancia de la tenacidad, la pasión y el valor de ser músico y oyente: “Luchen, den todo por sus proyectos, su creatividad, su propia música, siempre para llegar a compartirla y difundirla. Reencántense con disfrutar un concierto, ya sea como espectador o como intérprete”.
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