XLV Concurso de Arte Joven ya tiene ganadores
La pintura “Templo de color confinado”, de Gustavo Álvarez, se adjudicó el Premio de Honor Universidad de Valparaíso.
Dos pinturas son las ganadoras del XLV Concurso Nacional de Arte Joven, certamen tradicionalmente organizado por la Universidad de Valparaíso destinado a artistas nacionales de hasta 35 años de edad. El Premio de Honor que lleva el nombre de la institución es entregado este año a Gustavo Álvarez, por su obra “Templo de color confinado”, y el Premio del Litoral, entregado por Banco Santander, a Bastián Nienhüser, por “Cruz de carne”.
De acuerdo a lo señalado por el director del certamen, Rafael Torres, este año se recibieron 156 obras, de las que el jurado seleccionó 26, las que integrarán la exposición que será inaugurada en la sala El Farol del Centro de Extensión UV el miércoles 6 de diciembre.
El jurado estuvo integrado por Javiera Moreira, grabadora; Pablo Tomasello, fotógrafo, y Álvaro Miranda, artista visual y académico.
Termómetro del arte
Tras el proceso de deliberación del jurado, al referirse a los resultados Rafael Torres señaló que “siempre es interesante el proceso de selección de las obras que quedan para el Concurso de Arte Joven. En este caso creo que fue una decisión reñida la de los dos premios más importantes; se buscó propuestas que aportaran, que salieran de los cánones tradicionales, que hubiera un discurso, que hubiera una profundidad en la obra”.
Añadió: “Quizá no ha sido el año de mayores o mejores propuestas, pero quizás también tiene que ver con el efecto de retorno a la normalidad; los talleres están empezando a andar recién, en fin. Creo que siempre el Concurso tiene esa virtud de ser una suerte de termómetro de lo que está pasando, y en esta ocasión lo vuelve a hacer”.
Por su parte, el artista visual Álvaro Miranda expresó: “Me parece que el nivel de las obras estuvo bastante dispar. Me sorprende que faltaron esculturas de mayor nivel, habiendo tantos buenos escultores en la región en general, y me sorprende la cantidad de pintura. Yo creí que iba a haber más obras este año para poder deliberar”.
Destacó el artista que “la obra ganadora es por lejos la mejor que pudimos elegir; es una obra pictórica de muy buena factura, es bastante contemporánea a pesar de su formato y de su composición. Nos declinamos por ella básicamente porque nos propuso una mirada contemporánea a través de una técnica tradicional y está bastante por encima de las demás”.
Por su parte, la grabadora Javiera Moreira indicó: “Creo que faltó que los jóvenes se atrevieran a proponer cosas nuevas en el arte, creo que hay distintas disciplinas y distintos diálogos que aquí no se vieron. Hay mucha competencia en la pintura pero encuentro que no es de muy alto nivel. Creo que las obras que premiamos, si bien tienen su merecido premio, de ahí baja mucho el nivel. Creo que faltó audacia en los jóvenes, faltó atrevimiento, falta también manufactura”.
Apuntó: “Si te resumo esto, encuentro que los jóvenes no vinieron a un concurso de arte joven trayendo innovaciones creativas, rupturistas, atrevidas, sino que quedamos pegados en un clasicismo. Me faltó la juventud. Atrévanse más los chicos, porque son jóvenes y pueden hacer, con esa cabeza joven, una creatividad y unas obras espectaculares”.
De todas formas, Javiera Moreira enfatizó que “la obra ganadora encuentro que da un salto grande. (…) Me gustó mucho la atmósfera especialmente, la manufactura, todo concuerda, está redondita la obra. Y el segundo premio es rupturista, se atrevió a más, y es bastante expresionista de lo que nos está pasando hoy día a todos, da un buen mensaje, y tiene muy buen dibujo”.
A su vez, el fotógrafo Pablo Tomasello manifestó: “Llegamos rápidamente a un veredicto porque creo que fuimos un jurado que nos complementamos muy bien, que fuimos de rápidas decisiones. Había obras que la verdad es que fueron fáciles de descartar, creo que no llegaban al nivel que siempre ha mostrado este concurso. Notoriamente la obra ganadora destacó desde muy temprano, por lo tanto eso agilizó el proceso y pudimos llegar creo a un muy buen resultado, a un juzgamiento justo y meritorio para quienes resultaron ganadores del concurso de este año”.
Premios
Cabe recordar que los premios Universidad de Valparaíso y del Litoral son de adquisición, y consisten en tres millones de pesos y dos y medio millones de pesos, respectivamente, además de medalla y diploma.
Este año, el jurado otorgó además dos distinciones, consistentes en diploma y 500 mil pesos: “Retratos fragmentados I”, gráfica, de María-Gracia Basso Henríquez; “Identidad y pertenencia I”, pintura, de Noel Nicolás Salazar Castillo. Asimismo, determinó las siguientes menciones honrosas, consistentes en diplomas: “Realidad distorsionada”, pintura, de Rocío Constanza Lazo León; “Autorretrato con viejo y paloma”, técnicas mixtas, de Luis Alberto Escalona Jubal; “Bodegón con quesos, dulces chilenos y ¿marraqueta?”, pintura, de Karina Andrea Román Díaz; “Cosas propias encontradas en un documento de identidad”, técnicas mixtas, de Diamela Burboa Gajardo; “El desierto avanza”, fotografía, de Miguel Ángel Zamora Figueroa, y “Velocidad”, pintura, de Fernanda Paz Monsalve Briceño.
El listado completo de obras seleccionadas y premiadas está disponible en este enlace: https://drive.google.com/file/d/1_1AexOvhtqx8HB6MiHrLr2B74GeaHzOh/view?usp=sharing.
En la imagen de arriba, de izquierda a derecha, Rafael Torres, Pablo Tomasello, Javiera Moreira y Álvaro Miranda.
En la imagen superior, recepción de obras en el Campus Santiago.
Arriba, la obra ganadora del Premio de Honor Universidad de Valparaíso, "Templo de color confinado”, de Gustavo Álvarez.
Arriba, la obra ganadora del Premio del Litoral, “Cruz de carne”, de Bastián Nienhüser.
Fotos: Denis Isla / Nota: Lorena Ruiz