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Con conversación sobre economía y trabajo concluyó ciclo Diálogos para la Democracia

06 Diciembre 2019

Los economistas Claudia Sanhueza y Guillermo Larraín participaron como panelistas.

En el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso, tuvo lugar este viernes el sexto y último seminario del ciclo Diálogos para la Democracia, organizado por la casa de estudios superiores y el diario La Tercera. En la ocasión, los panelistas fueron los economistas Claudia Sanhueza y Guillermo Larraín, quienes abordaron el tema “Democracia, economía y trabajo”.

La actividad contó con la asistencia de Aldo Valle, rector de la UV; Carlos Lara, secretario general, y María Angélica Cruz, decana subrogante de la Facultad de Ciencias Sociales, junto a académicos, estudiantes y público general. El foro fue moderado por el periodista Juan Francisco Canales.

Claudia Sanhueza es economista de la Universidad de Chile; Ph.D. en Economía de la Universidad de Cambridge; profesora del Instituto de Políticas Públicas de la UDP e investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social, COES. Guillermo Larraín, por su parte, es economista, académico, investigador y consultor. Ocupó la presidencia del BancoEstado entre mayo y septiembre de 2015, y anteriormente la vicepresidencia del mismo. Fue superintendente de AFP y superintendente de Valores y Seguros.

En su intervención, Claudia Sanhueza se refirió a la influencia del mercado en la democracia y el trabajo, destacando que en la medida que genera riqueza y bienes para distintos tipos de consumidores es prácticamente lo opuesto a la igualdad. Al generar desigualdad, tiene una inevitable implicancia sobre la democracia, ya que la desigual concentración de los ingresos tiende a producir, por ejemplo, malas prácticas y malas políticas públicas.

Destacó asimismo que el poder no puede estar determinado por el mercado; por ello, la economía debe tener mecanismos democráticos que aseguren una adecuada distribución del poder. E indicó que la Constitución actual del país pone a la economía por sobre las decisiones de los ciudadanos, lo que es de esperarse —dijo— que cambie con una nueva carta magna.

Por su parte, Guillermo Larraín centró su exposición en una cita de Aníbal Pinto, “la democracia es incompatible con una economía estancada”, final de su libro “Chile: un caso de desarrollo frustrado”, de 1959. A juicio de Larraín, cuando no hay crecimiento, lo que cualquiera gane siempre será a expensas de otro, conflicto que inevitablemente siempre irá en ascenso. Por ello, dijo, el crecimiento hay que gobernarlo, ponerle definiciones y límites, a fin de eliminar la injusticia sistémica en que la desigualdad se combina con el abuso en todas sus dimensiones (por ejemplo, la corrupción).

Indicó además el economista que es necesario gobernar el crecimiento para que sea inclusivo y que el pacto social debe definir una forma de relacionarse que resuelva la tensión que plantea Aníbal Pinto entre economía y democracia. Del mismo modo, afirmó que espera un nuevo régimen constitucional que se pueda adaptar a las realidades y no sea tan rígido como el actual.