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Académico de Ingeniería Civil Oceánica asesora a Puerto San Antonio en la protección de humedales

22 Diciembre 2021

Manuel Contreras deberá proponer medidas para su conservación durante la fase de construcción y operación del puerto.

Manuel Contreras, académico de Ingeniería Civil Oceánica de la Universidad de Valparaíso, fue presentado como asesor de Puerto San Antonio para el cuidado y protección de los humedales de Llolleo, dirigiendo un equipo que integra investigadores expertos en los denominados “ojos de mar” de las universidades de Chile, Central, de La Serena, Católica del Maule y Playa Ancha.

El académico deberá presentar una propuesta de trabajo que integre recomendaciones inmediatas para proteger y conservar los humedales de Llolleo en su estado de intervención actual. “Debemos proponer medidas para su conservación durante la fase de construcción y operación del puerto, con un estudio que debe estar concluido en marzo”, explica.

Contreras comenta que “los humedales costeros son de los ecosistemas con mayor valor, los cuales interactúan con el cambio climático antropogénico siendo parte de la solución, sirviendo como medidas de adaptación y mitigación al cambio climático por su función de secuestro de carbono. Hay que estudios que sugieren que gestionar la conservación de los humedales costeros es más eficiente que las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, NDC, los compromisos de los países ante las Naciones Unidas para mitigar el cambio climático”.

“Los humedales, obviamente, son afectados por la disminución de las precipitaciones, quizás la expresión más evidente del cambio climático en Chile central, pero también están siendo severamente afectados por las marejadas, las que provocan un aumento en la salinidad de estos cuerpos de agua”, agrega.

Junto con asesorar a Puerto San Antonio, el profesor realiza un monitoreo del 25% de todos los humedales costeros de la Región, conformando una muestra representativa de la totalidad de las quince comunas costeras continentales de la Región, desde La Ligua, por el norte, hasta Santo Domingo, por el sur.

“Lo primero que resalta es la enorme cantidad de presiones antrópicas que los están afectando. De estos veinte humedales, solo uno, Pichicuy, no se encuentra rigidizado o encajonado por muros o caminos pavimentados. Destacan el humedal de Papudo, que pese a estar muy presionado por los desarrollos inmobiliarios, una inteligente gestión de la empresa sanitaria del lugar y un diseño en su entorno pensado para protegerlo han permitido que se encuentre entre los de mejor estado de la Región”, señala.

El investigador asegura que “Cartagena, pese a ser una laguna artificial, mantiene una importante biodiversidad de la avifauna de la Región gracias a la protección que le brinda el municipio de dicha comuna. Mientras que Mantagua, en Quintero, que es quizás uno de los humedales más importantes de la biodiversidad debido a su relación con las dunas de Ritoque, lo que lo llevó a ser elegido como uno de los cinco humedales pilotos para el proyecto GEF-humedales, no se explica por qué razón aún no se encuentra con una figura de protección que lo defienda de las presiones que lo afectan: incluso se utiliza para el vertido de fosas sépticas y baños químicos de los campings circundantes”.