Camila Rebolledo y Sebastián Ormeño destacan la capacidad de reinserción y la autoestima de quienes lo practican.
Impulsar la inclusión de todas las personas en situación de discapacidad física a través del ejercicio y la práctica deportiva son los objetivos que persiguen Camila Rebolledo y Sebastián Ormeño, estudiantes de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Valparaíso, quienes, desde un enfoque disciplinar, decidieron asumir el rol de promotores del Campeonato Nacional de Fútbol de Amputados, cuya segunda edición se acaba de realizar en el estadio Lucio Fariña de Quillota.
El torneo, que contó con el patrocinio del municipio local, busca consolidarse como un gran espacio de interacción y de encuentro destinado a desarrollar y potenciar las aptitudes físicas básicas de quienes han sufrido la pérdida de alguna de sus extremidades y que, a pesar de ello, desean cumplir su sueño de jugar el deporte que los apasiona, transformándose así en auténticos ejemplos de vida, aprendizaje y autoestima para otros con iguales o similares condiciones.
Según explicaron los estudiantes de Kinesiología de la UV, la iniciativa busca al mismo tiempo agrupar a distintos clubes y organizaciones de la Región de Valparaíso y de todo el país para conformar la Federación de Fútbol de Amputados de Chile, con miras a contar con una selección nacional que sea reconocida oficialmente para que pueda participar en competencias internacionales y, en lo inmediato, optar a clasificar al mundial 2022 que se realizará en Turquía.
“A nuestro parecer, es de suma importancia generar iniciativas deportivas de esta índole debido a que en Chile no existe un gran desarrollo. Hace unas semanas entregaron el plano de construcción del primer centro paralímpico, el cual será sede para el goalball (único deporte creado específicamente para personas ciegas y con discapacidad visual), por lo que el deporte adaptado en nuestro país aún está en pañales. Como futuros profesionales de la salud y la rehabilitación, creemos que podemos entregar herramientas y formas de potenciar este tipo de disciplinas deportivas, específicamente el fútbol de amputados, que a nuestro parecer, y estadísticamente hablando, es la que menos visibilidad tiene”, explicó Camila Rebolledo.
Al respecto, la alumna de segundo año de esa carrera precisó que es una fiel creyente de que el deporte influye positivamente en las personas, más en aquellas en situación de discapacidad, porque permite potenciar la autoestima, trabajar directa e indirectamente en el desarrollo psicomotor y, sobre todo, generar espacios que permitan compartir una identidad y sentirse parte de una comunidad.
En esa misma línea, Sebastián Ormeño indicó que el principal desafío que han debido enfrentar en el tema de impulsar el fútbol de amputados, tanto a nivel regional como nacional, es la convocatoria de jugadores, pues son pocas las personas con esa condición que deseen y estén dispuesta a jugar.
“En la zona actualmente contamos con tres jugadores y ya comenzamos a entrenar, aunque no siempre pueden hacerlo. Pero igual seguimos adelante, todo gracias al espacio entregado por el Club Deportivo Juventud Pajonal de Valparaíso, que nos permitió utilizar sus instalaciones, y eso es para nosotros una oportunidad, porque sin esta prestación aún estaríamos en búsqueda de una cancha”, acotó el estudiante de Kinesiología de quinto año.
Aporte de las disciplinas
La participación de ambos estudiantes fue valorada por el jefe subrogante de esa carrera, Francisco Zumarán, quien sostuvo que la iniciativa −que la Escuela también patrocina y apoya− representa una gran oportunidad para potenciar la vinculación con el medio de ese plantel y cumplir con el principio de compromiso social e inclusividad que ha definido para su formación.
En tal sentido, Camila Rebolledo argumentó que la Kinesiología es una profesión que sí o sí puede y debe trabajar de forma multidisciplinaria junto a otras −como Fonoaudiología, Terapia Ocupacional, Enfermería y Nutrición y Dietética−, aportando así una mirada integral, ya que la importancia de ver a la persona como un todo es fundamental para lograr la mejor reinserción en la vida cotidiana y la rehabilitación.
“En cuanto al deporte adaptado, y en este caso el fútbol de amputados, el rol que cumple la Kinesiología es principalmente preventivo, en relación a lesiones. Además, ayuda a educar y aplicar de la mejor manera el ejercicio terapéutico, para optimizar el proceso de adaptación al que se ven enfrentadas las personas con amputaciones en la vida diaria y, por último, apoyar en la integración de la práctica deportiva”, dijo la estudiante.
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