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La quínoa chilena cautiva a productores del mundo

27 Noviembre 2013

Un reciente estudio de científicos chilenos reveló que, como la soya, la quínoa contiene isoflavonas, compuestos con extraordinarias propiedades saludables.

El cultivo de la quínoa va en expansión, con una demanda cada vez mayor. A los mayores productores mundiales de quínoa, los países andinos, se suman Estados Unidos, Canadá y algunos países europeos y también africanos.

La quínoa ha sido cultivada por más de cinco mil años. En Chile no existen cifras oficiales precisas de producción, aunque la mayor superficie de cultivo se encuentra en el Altiplano. Se distinguen tres ecotipos chilenos propios de la especie de tres zonas del territorio nacional: el Altiplano, la Región del Maule y la Araucanía. Estas variedades se han adaptado a diferentes condiciones de suelo, clima y condiciones naturales, lo que ha permitido la expansión del cultivo en otras zonas del país y del mundo.

La FAO instituyó el 2013 como el Año Internacional de la Quínoa, por sus excelentes propiedades nutricionales. Por este motivo se han hecho muchas actividades y difusión con respecto a esta planta a nivel global. Entre éstas, el Primer Congreso Internacional de Quínoa, en Lima, Perú, hace una semana. La profesora Mariane Lutz, directora del Centro de Investigación y Desarrollo de Alimentos Funcionales. Cidaf, de la Universidad de Valparaíso, señaló que varios de los trabajos presentados utilizaron la quínoa chilena como modelo de estudio.

“En Estados Unidos, donde se está consumiendo mucho este alimento, también han sido cultivados exitosamente algunos ecotipos nacionales. No obstante, el trabajo que me llamó más la atención fue presentado por una investigadora de Finlandia, quien ha cultivado quínoa chilena, en un país donde las condiciones climáticas son absolutamente diferentes y extremas. Así y todo, la quínoa crece y se desarrolla en esas tierras. Las fotos lo demostraban: las plantas crecen con una robustez increíble, sin perder sus propiedades”, afirmó.

Mariane Lutz continuó argumentando que la quínoa chilena es una planta muy noble y “se adapta muy bien a los terrenos difíciles. Y en Chile se siembra desde el norte hasta la Araucanía, lo que prueba su capacidad de adaptación a las condiciones propias de cada territorio”.

La quínoa es considerada una verdadera joya nutricional. Este cultivo andino ancestral destaca por ser una buena fuente de proteínas de excelente calidad, fibra dietética, grasas poliinsaturadas, vitaminas y minerales, además de contener compuestos bioactivos saludables, como los polifenoles.

Un reciente estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Valparaíso y el Ceaza de La Serena, reveló, por primera vez, que como la soya, la quínoa contiene isoflavonas, polifenoles con potentes propiedades antioxidantes y anticancerígenas, entre otras.

La profesora Mariane Lutz, junto con Angélica Martínez, del Cidaf UV, fueron parte del equipo investigador. Afirmó: “Este año publicamos este hallazgo, que comprueba que la quínoa contiene diversos compuestos saludables”. En el Congreso de Lima, entretanto, mostró que “cuando cultivamos las tres variedades chilenas en las mismas condiciones (lo que se hizo en el INIA de la Región de Coquimbo), las concentraciones de las isoflavonas dependen de las condiciones de cultivo, más allá del pool genético propio de cada ecotipo”.

El próximo paso, adelantó la profesora Lutz, es realizar un ensayo clínico con mujeres lactantes. “Intentaremos demostrar que con una suplementación de quínoa en la dieta van a tener una mejor lactancia, ya que las isoflavonas son compuestos que actúan como fitoestrógenos. Ya se cuenta con experimentos en modelos animales, con excelentes resultados. Además, los pueblos originarios, que tradicionalmente han consumido quínoa en su dieta, han observado este efecto. Creemos que el estudio será muy relevante, sobre todo para los bebés prematuros, que requieren una lactancia materna adecuada”, indicó.