Skip to main content

Decano de Derecho UV hizo un llamado a rescatar la esencia del quehacer universitario

17 Abril 2013

Durante su intervención en ceremonia de inauguración del año académico 2013 de la Escuela de Derecho. También relevó proyectos de mejoramiento de la infraestructura del plantel.

Una invitación a “rehumanizar” el trabajo universitario formuló el decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso, Alberto Balbontín, durante su intervención en la ceremonia de inauguración del año académico 2013 de la Escuela de Derecho y de recepción de los alumnos que ingresaron a primer año.

El acto se realizó en el Aula Magna Victorio Pescio Vargas de esa unidad académica y estuvo encabezada por el rector de la UV, Aldo Valle, junto al presidente de la Junta Directiva de la institución, Gerardo Donoso.

Además, asistieron el secretario general de la UV, Osvaldo Corrales; el director de la Escuela de Derecho, Ricardo Saavedra; el defensor regional, Eduardo Morales; el presidente del Centro de Estudiantes de Derecho, Gabriel Alegría, y el profesor invitado de la Universidad Autónoma de Madrid, doctor Alfonso Ruiz Miguel, quien dictó la conferencia inaugural “Democracia y derechos”.

En la ocasión, el decano Balbontín recordó que esta Escuela de Derecho “nació por la iniciativa de un grupo de jóvenes rebeldes que no aceptó seguir sometido a una formación basada en dogmas. Y porque hoy la creemos un digno producto de una doctrina de la tolerancia y el respeto por las personas y las ideas, es que ahora levanto una voz de alerta, que puede sonar disonante en un país donde el éxito se reconoce sólo mirando los gráficos, para invitar a rehumanizar el trabajo universitario”.

Agregó que la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso “es una de las cuatro escuelas de Derecho más antiguas de Chile, lo que en un país donde los programas de Derecho alcanzan prácticamente la centena, constituye un dato digno de ser relevado y una demostración de que tras esos 102 años de existencia hay una trayectoria exitosa, imposible de desconocer, por más que desde los tiempos del autoritarismo se haya venido imponiendo a las universidades chilenas una cultura tecnocrática y mercantilista que bajo el discurso biensonante de la modernidad y la innovación, ha puesto en riesgo la esencia y la estructura de la institución universitaria”.

Proyectos de infraestructura

Asimismo, Alberto Balbontín se refirió a los proyectos de mejoramiento de la infraestructura que están proyectados para conservar la fachada, el hall de ingreso y la techumbre del clásico edificio que alberga la Escuela de Derecho y cuyos trabajos demandarán una inversión cercana a las 450 millones de pesos.

El decano también aludió el proyecto arquitectónico que pretende instalar una gran sala de lectura de la biblioteca en el tercer piso del edificio y salas, auditorio y oficinas en el cuarto piso, todo valorizado en aproximadamente 200 millones de pesos, y agradeció la desinteresada colaboración del decano y el secretario de la Facultad de Arquitectura en la formulación de este proyecto.

Todas estas obras, dijo, “han demandado un gran esfuerzo de planificación y elaboración no sólo de cada proyecto, sino que de los mecanismos que permitan la obtención de los recursos financieros, siempre difíciles de obtener para una universidad estatal”.

Centro de Estudiantes y Beca de Honor

Durante la ceremonia, también intervino el presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Derecho, Gabriel Alegría, quien entre otros temas se refirió al contexto nacional de la educación. “No basta con que hablemos de una educación gratuita y de calidad en todos sus niveles para todos, sino que debemos ir más allá y plantearnos el cómo lograrlo, dejando de lado la manoseada consigna de fin al lucro y hablar directamente de gratuidad, a través de la reforma tributaria y de la renacionalización de los recursos naturales, exigencias que no nacen en el movimiento estudiantil, sino que son históricas”.

Acotó que en este período de elecciones presidenciales, “debemos ser cautos con cada una de las propuestas y ser nosotros quienes lleven la discusión y marcar la pauta del debate. No podemos dejar de lado nuestra responsabilidad de reales partícipes de nuestra sociedad”.

Posteriormente, el director Ricardo Saavedra hizo entrega del diploma que certifica la Beca de Honor a la alumna Soledad Fernández Bernal, quien obtuvo el primer lugar dentro de la nómina de seleccionados de la carrera en 2013.

Clase inaugural

La ceremonia incluyó la clase inaugural “Democracia y derechos”, a cargo del profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, doctor Alfonso Ruiz Miguel.

Al introducir el tema, manifestó que es un convencido defensor de la democracia, “de la democracia liberal, a pesar de todos los pesares; es decir, de sus promesas incumplidas y de sus muchas deficiencias y carencias”, acotando que “más aún: se diría que hoy, paradójicamente, corren malos tiempos para la democracia: paradójicamente, porque conseguida su victoria casi universal tras la caída de los regímenes del Este europeo, en muchos lugares hoy vivimos el malestar de la democracia”.

El profesor Ruiz Miguel prosiguió su clase “no hablando de los problemas concretos de la democracia, sino del significado y la justificación de la democracia en general. Esa pregunta está esencialmente enlazada con los derechos a los que la democracia debe servir, y en primer lugar al derecho más característico, si bien no el único desde luego, que es el derecho a decir no, a disentir, a protestar…, es decir, la libertad de expresión”.

En síntesis, su intervención se basó en una argumentación en favor de la democracia como sistema de gobierno “en el que es esencial el disenso y, por tanto, la garantía del pluralismo político”.

El académico español también se explayó sobre el liberalismo. Dijo que “al verdadero liberal se le reconoce porque considera no sólo inevitable sino en alguna medida valiosa la distinción entre izquierda y derecha, esto es, entre quienes propugnan ideales sociales de cambio para la experimentación de nuevas políticas y una mayor igualdad y quienes se inclinan por mantener sobre todo el orden, la autoridad y las tradiciones”. Acotó que el liberal “no está obligado a considerar como aceptable cualquier posición y extensión del espectro político, pudiendo excluir sin merma de su liberalismo el valor de las imposiciones violentas, autoritarias o totalitarias, que en los dos extremos niegan la esencia misma de la libertad y el pluralismo político”.

Al finalizar su intervención, el profesor Alfonso Ruiz Miguel entregó un mensaje a los estudiantes de Derecho, señalándoles que “seguramente ustedes serán llamados en el futuro a reflexionar como profesionales sobre conflictos de derechos y a intentar darles la mejor solución de que sean capaces. Además, y ya desde ahora como ciudadanos, también están llamados a mantener viva la democracia chilena con la mejor composición posible de todos los derechos importantes. Ese, un deseo cívico, es también el mejor deseo que me gustaría ofrecerles hoy”.