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De forma exitosa concluye taller para pequeños científicos del jardín Conejito Blanco de la UV

11 Enero 2013

Los coordinadores de la actividad buscan replicar la iniciativa en distintos jardines infantiles de Valparaíso, con el fin de lograr acercar la ciencia a la comunidad.

Como un éxito fue catalogado el taller de ciencias que fue impartido durante los últimos meses a niños del nivel de transición menor del jardín infantil Conejito Blanco de la Universidad de Valparaíso, quienes, gracias a las clases dirigidas por investigadores del Centro de Investigaciones Biomédicas (CIB) de la Facultad de Medicina en conjunto con estudiantes de pregrado y postgrado de la misma institución y la carrera de Educación Parvularia, lograron adquirir y entender conocimientos ligados al ámbito científico a través de experimentos, juegos y charlas prácticas.

El taller, que se efectuó en el marco del proyecto REDECs, auspiciado por la Embajada de Nueva Zelanda y Conicyt, cumplió el objetivo de acercar y crear un interés de los niños en etapa preescolar por la ciencia. Esto, debido a las dinámicas actividades que se realizaron a lo largo del proceso, entre las cuales destacan la observación de imágenes de células a través de microscopios, experimentos con frutas y pinturas, además de un recorrido por los laboratorios pertenecientes a la UV, entre otras.

Experiencia enriquecedora

En ese contexto, el doctor Sebastián San Martín, director del Centro de Investigaciones Biomédicas y uno de los profesores de este taller, comentó que la experiencia “resultó ser enriquecedora. Hemos visto en ellos el manejo de ciertos términos o de conceptos que estaban fuera de su currículum, desde el punto de vista de lo que es la ciencia, de lo que es la célula, que la utilizamos como modelo para llevar adelante este tema, que ahora es una materia que manejan completamente”.

Asimismo, agregó que “han logrado trabajar en laboratorios haciendo experimentos junto con nosotros. En ese sentido estamos muy satisfechos de lo que se ha logrado. Nuestro propósito era incorporar en el currículum de los niños este programa de ciencia que dura un semestre, sobre todo en este nivel que es el de transición hacia el kínder. Lo cumplimos, se transformó en un programa que ya está instalado, por lo que a partir del próximo año las educadoras lo repiten con otro curso”.

Por su parte, Corina Guajardo, subdirectora del jardín Conejito Blanco y encargada del grupo, afirmó que el taller fue “bastante significativo y tuvo muy buena acogida por parte de los niños, ya que son muy curiosos y activos, por lo que engancharon inmediatamente con lo que era el desarrollo del proyecto. La ejecución también fue fácil porque las actividades que se realizaron eran muy lúdicas; tuvieron la oportunidad de visitar la Universidad y asistir a los laboratorios, lo cual es bastante valorable ya que los alumnos pudieron conocer las dependencias y utilizar los elementos tal como los científicos”.

En tanto, Joan Villena, profesor adjunto de la Facultad de Medicina, quien también participó de la iniciativa, manifestó que “ha sido una experiencia espectacular, porque en el fondo uno piensa que los niños no van a prestar atención en estos temas, pero la verdad es que es sorprendente lo maravillosos que son y lo atentos que están a la hora de tener que atender y entender conceptos que por lo general a ellos nos les corresponde saber en esta edad, aprenden mucho. Me encantaría repetirlo de todas formas, de hecho con Sebastián esto va a quedar establecido para repetirse cada año”.

Un programa establecido

Sumado al proyecto, el cual se pretende replicar en varios establecimientos durante los próximos años, el Centro de Investigaciones Biomédicas quiso incentivar aún más a los estudiantes haciendo entrega de implementos científicos con el fin de continuar las enseñanzas.

“Es cierto, donamos un mueble que va a estar dentro del jardín infantil, el cual finalmente va a formar el ‘Rincón de la Ciencia’, que estará acompañado por útiles y materiales para hacer experimentos; también un microscopio, con el fin de que puedan visualizar muestras biológicas. Queremos repetir la experiencia, ya sea con este jardín u otro, ya que la idea es replicarla todos los años y poder llegar a más público”.