Académico de la UV Luis Castro: “Los indígenas ya no son campesinos, ahora usan I-phones y jeans”
Así lo afirmó en el marco del seminario taller “Estados nacionales y poblaciones indígenas: perspectivas históricas y antropológicas”, organizado por el proyecto Fondecyt 1100060 apoyado por la Universidad de Valparaíso.
Relatar la historia de las relaciones entre los estados nacionales y las poblaciones indígenas, sobre experiencias concretas en el extremo norte de Chile en la década de 1930, y escapar del estereotipo caricaturizado, conforman la piedra angular del seminario taller “Estados nacionales y poblaciones indígenas: perspectivas históricas y antropológicas”, que se realizó en la Universidad de Valparaíso.
El encuentro, organizado por el proyecto Fondecyt 1100060 y apoyado por la UV y el Centro de Estudios Interculturales y del Patrimonio (CEIP), reunió a los conferencistas Diego Escolar, de la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina, y profesor visitante Universidad de California, Berkeley, y Roberto Choque Canqui, de la Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia, para exponer sobre las problemáticas de los pueblos ancestrales del Cono Sur.
El profesor Luis Castro, director del proyecto, explicó que el objetivo del seminario taller fue problematizar en una discusión y ampliar las categorías estereotipadas que se han utilizado para revisar, analizar y comentar la relación entre los estados nacionales y las poblaciones indígenas. “Hoy decir indígena es complejo. Cuando uno habla de indígena hace automáticamente una relación con lo rural, lo campesino, etcétera. Pero hoy la mayoría vive en las ciudades, entre Santiago y Valparaíso, en Concepción, Temuco, Iquique, Arica. No son campesinos, usan I-phones y jeans y no responden a los estereotipos que nosotros vemos, eso que es una suerte de caricaturización del estereotipo”, afirmó.
Castro sostuvo que el problema es que la figura del indígena se aborda inmediatamente como estereotipo, y eso es parte de la mirada del estado, del público y de los medios de comunicación: “El indígena muchas veces no responde a un conjunto de estereotipos, y eso hace que los diagnósticos estatales o las primeras apreciaciones de la opinión pública no sean muy sustanciales, porque funcionan a través de estos marcos referenciales que son más bien ficticios”, dijo.
Futuro
El académico señaló que uno de los caminos para dejar atrás los estereotipos y los marcos referenciales ficticios, es realizar análisis críticos y no dar por sentadas las cosas: “Revisar si efectivamente el indígena es lo que dicen o el estado es lo que dicen. Hay que tomar en cuenta lo que dicen los propios actores, qué es lo que están planteando, qué es lo que están formulando, qué se están preguntando los indígenas. Yo no puedo analizar este problema sólo tomando en cuenta las políticas públicas, sólo escuchando al ministro del Interior o sólo lo que dicen los partidos en el Congreso: con la misma intensidad tengo que tomar en cuenta que están diciendo los actores involucrados”.
Muestra de aquello —reflexionó el académico— son los movimientos sociales del último tiempo: “Esos grupos sociales dicen que no los han tomado en cuenta, no les preguntan si les sirven o no les sirven, si les gustan o no les gustan. Por lo tanto quieren un cambio en las formas de relacionarse. Uno no puede formular políticas públicas y pensar que serán buenas y eficientes si uno no es capaz de tomar en cuenta la contraparte”.
La mirada de Castro ante el destino próximo de las demandas indígenas tiene que ver con la inclusión de una demanda social genérica. “Es probable que de aquí a un futuro próximo las demandas indígenas de la zona sur de Chile, Araucanía, Biobío, van a ser incluidas en una demanda social más alta, que tiene que ver con la situación de pobreza en la zona rural. Hoy muchas organizaciones mapuches están planteando eso”, manifestó.