Académicos de la UV: Hay una deficiencia en la enseñanza del proceso matemático
Especialistas de todo el mundo se reúnen en el XII Congreso Latinoamericano de Probabilidades y Estadística Matemática, Clapem 2012, del que la UV es anfitriona.
Una de las dificultades en el aprendizaje de la matemática en la actualidad es que a la hora de resolver un problema, las personas buscan una solución inmediata, un resultado, dejando de lado el pensamiento lógico. Esta es una de las razones por las que muchos jóvenes tienen dificultades con esta disciplina, problema que se observa en países de Latinoamérica, en Estados Unidos y en algunas naciones de Europa. Así lo señaló Srinivase Varadhan, profesor de la Universidad de New York que se encuentra participando en el XII Congreso Latinoamericano de Probabilidades y Estadística Matemática, Clapem 2012, que este año tiene a la UV como entidad anfitriona.
El evento, uno de los más importantes de matemática a nivel latinoamericano, congrega a más de 200 investigadores y especialistas de todo el mundo, y se desarrolla hasta este viernes en el hotel O’Higgins de Viña del Mar. La organización está a cargo de los Comités Científicos de las universidades Católica de Valparaíso, Católica de Chile, de Santiago y Universidad de Valparaíso, a través del CIMFAV de la Facultad de Ingeniería.
La enseñanza de las matemáticas
“Si el profesor enseña matemática es fundamental que él sepa lo que está aplicando, eso de partida. Lo importante para comprender las matemáticas no está en memorizar, sino en entender; por eso que la labor del profesor es acercar métodos. Es decir, él debe aproximar los niveles para que los estudiantes comprendan los procesos”, explica Varadhan.
En este sentido, enrique Cabrera, académico del CIMFAV de la Facultad de Ingeniería de la UV, resalta que lo central es que el profesor tenga un acercamiento con los estudiantes, algo que se ha perdido en la actualidad. “Eso es lo que antiguamente se conocía como plantear el problema, que significaba ver la hipótesis, observar lo que fundamentaba la materia que tenía que desarrollar, e incluso el alumno tenía que responder la pregunta final”, señala Cabrera.
Agrega que “el alumno de ahora lo que hace inmediatamente es ejecutar sin pensar; es decir, cree que lo que está desarrollando está bien con las herramientas que tiene, pero seguramente se va a equivocar”. El profesional opina que este problema comienza en la enseñanza básica, cuando además de la matemática, el estudiante debe aprender bien el castellano, de modo que sea capaz de pensar los problemas.
Por su parte, Soledad Torres, investigadora del CIMFAV, resalta la experiencia desarrollada el año pasado durante las movilizaciones estudiantiles, cuando los académicos se acercaron al Liceo Eduardo de la Barra y allí comprobaron en terreno que los alumnos no estaban aprendiendo lo que necesitaban saber. “Los alumnos son como esponjas; si los llevas bien, ellos aprenden y absorben todo el conocimiento que tu le entregas. Lo que nosotros hicimos con los chicos del Liceo Eduardo de la Barra fue enseñarles no a calcular cosas, sino que íbamos un poco más allá y les enseñábamos a pensar los problemas. Porque si se hace el proceso de pensar, mirar el problema y después resolverlo, lo más probable es que se ocupe menos tiempo en resolver el problema”, explica.
Esta experiencia fue positiva para los académicos de la UV, como también para los estudiantes. De hecho, uno de los alumnos que participó de las manifestaciones estudiantiles en el liceo y fue apoyado por los profesores, obtuvo buenas notas en los exámenes libres y un positivo puntaje en la PSU que le permitió ingresar a la carrera de Ingeniería Civil Química de la USM.