UV capacita a pequeñas productoras de cosméticos artesanales en la Región de Valparaíso
La iniciativa beneficiará a cerca de cuarenta emprendedoras de distintas comunas.
Cerca de cuarenta productoras de cosméticos artesanales, de la recién creada asociación gremial Arcos Quinta Región AG, están recibiendo capacitación y asesoría de las facultades de Ciencias Económicas y Administrativas, Arquitectura y de Farmacia de la Universidad de Valparaíso, en el marco del Proyecto UVA 2295 “Modelo sostenible de colaboración multidisciplinario para la asesoría técnica y comercial de pequeños productores en la Región de Valparaíso: Caso Cosmética Artesanal”, convocado por la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio UV.
El objetivo de esta iniciativa se orienta a entregarles las herramientas necesarias para formalizar sus procesos productivos y sanitarios, facilitando su cumplimiento con las normativas vigentes de los organismos reguladores del país.
Durante la tercera jornada de capacitación, realizada en el Centro Integral de Atención al Estudiante (CIAE), ubicado en calle Blanco 1931, Valparaíso, de manera presencial y en línea, el grupo de emprendedoras participó en una serie de talleres orientados al desarrollo comercial y técnico de sus negocios. Entre los temas abordados se incluyen “Propuesta de valor” y “Registro de costos”, dictados por la profesora Leslie Bridshaw de la FACEA; “Aproximación a la marca colectiva”, impartido por el académico de la Escuela de Diseño Álvaro Huirimilla; y “Buenas prácticas de manufactura”, a cargo de la jefa de carrera de Química y Farmacia, profesora Marcela Escobar.
La profesora Escobar destacó la importancia de la jornada: “Este taller marca el inicio de la parte más técnica del proyecto, luego de dos actividades previas enfocadas en aspectos comerciales, como los costos y la cadena de valor, a cargo de la profesora Leslie Bridshaw, ahora comenzamos a trabajar en temas como la marca colectiva, redes sociales y, lo más técnico, la elaboración de productos cosméticos”, explicó.
Además, la académica adelantó que en enero de 2025 se realizarán actividades prácticas en los laboratorios de la Facultad de Farmacia, para aplicar los conocimientos adquiridos: "Los estudiantes de los Talleres de Integración del Perfil de Egreso (TIPES), también participan en este proyecto, colaborando con las emprendedoras en la formulación de productos cosméticos y ayudándolas a resolver problemas técnicos en el proceso de elaboración”.
Marcela Escobar destacó la relevancia del proyecto al señalar que muchas de las emprendedoras participantes, aunque son formales ante el Servicio de Impuestos Internos, aún operan de manera informal ante el Instituto de Salud Pública (ISP): "El problema es que sus productos cosméticos no están registrados en el ISP, y tenemos que trabajar con ellas en ese aspecto, porque son productos que se aplican en la piel y pueden ser utilizados por niños, adultos y ancianos. Si no se fabrican bajo las condiciones adecuadas de seguridad y calidad, podrían generar, eventualmente, riesgos para la salud pública”, explicó.
En esa línea, para la profesora Escobar es importante ayudarles a identificar las brechas en sus procesos productivos: “Es fundamental que reconozcan las deficiencias que existen en su trabajo y entiendan la importancia de cerrar esas brechas. Pero, más allá de eso, nuestro objetivo es motivarlas a seguir aprendiendo y a continuar colaborando juntas en futuros proyectos", afirmó.
Por su parte, las participantes valoraron la iniciativa. Es el caso de María Isabel Vidal, creadora de la marca “María Pelusa”, que se especializa en productos de cosmética natural inspirados en rituales de autocuidado, compartió su experiencia en el proyecto, destacando lo valioso que ha sido para su emprendimiento.
"Esta experiencia ha sido súper inspiradora. Nos ha llenado de tareas y desafíos que nos han permitido trabajar arduamente en nuestros emprendimientos, para seguir creciendo y, por supuesto, aprender sobre todo este maravilloso mundo de la cosmética. Es una oportunidad de mejora continua para profesionalizar nuestro trabajo", expresó.
En cuanto al rol de la Universidad de Valparaíso, Vidal destacó la importancia de la vinculación entre las universidades y las empresas, especialmente las pequeñas como la suya. "Es vital que las universidades, en este caso la UV, se relacionen con las empresas, que también somos un motor importante en la economía.
Que se vinculen con el territorio clave, y más aún para nosotros, las pequeñas productoras, contar con ese apoyo desde la universidad", comentó. Además, subrayó la relevancia de ser parte del proceso formativo: "Que nos abran las puertas para ser parte de ese proceso, no solo para los estudiantes, sino también para los emprendimientos y las empresas es fundamental", agregó.
Karina Curaqueo, emprendedora de Olmué, creadora de la marca “Luzlab” y experta en cosmética natural, destacó lo positivo de la experiencia, tanto para su desarrollo personal como para el fortalecimiento de su gremio.
"Me ha parecido siempre muy positivo, porque primero estamos potenciando nuestra asociación gremial, lo cual es muy importante. Nos da crecimiento, fortaleza y una experiencia de grupo. Además, enfocamos todos los conocimientos que nos están entregando para revisar nuestras debilidades y también nuestras fortalezas. Es bonito ir revisando eso permanentemente", agregó.
Sobre el papel de la Universidad de Valparaíso en el proyecto, Curaqueo expresó su satisfacción con la asesoría recibida.
"Me parece maravilloso el rol de la UV y que pueda realizar estas asesorías, porque la verdad no son muy comunes. Estoy aquí porque siento que es una excelente herramienta. Los profesores tienen un corazón súper abierto y dispuesto a resolver todas nuestras dudas", sostuvo.
Nota Pamela Simonetti / Fotos Matías Salazar