Positiva evaluación de simulacro de tsunami y terremoto realizado por Escuela de Trabajo Social
En el ejercicio participaron la delegación presidencial, voluntarios del Cuerpo de Bomberos y la Municipalidad de Valparaíso.
Con una positiva evaluación finalizó el simulacro de tsunami y terremoto con evacuación a zona de seguridad y rescate de persona, organizado por la Unidad de Cuidados de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso, en coordinación con la Unidad de Prevención de Riesgos UV. El ejercicio también contempló la evacuación de niños, niñas y personal del jardín infantil Conejito Blanco, recinto que también pertenece a la UV y está ubicado en calle Chiloé 1918.
El simulacro consideró la evacuación total de la Escuela de Trabajo Social, ubicada en Colón 2128, por la ruta de emergencia, que considera el trayecto por las avenidas Colón y Francia hasta llegar al Mirador Baquedano. De manera simultánea, el jardín infantil Conejito Blanco realizó la evacuación de sus instalaciones para dirigirse al Colegio San Damián de Molokai, que es la zona de seguridad designada en el sector. Este procedimiento contó con la ayuda de un grupo de estudiantes de Trabajo Social, quienes colaboraron en el traslado de los niños y niñas del jardín infantil.
Cecilia Concha, coordinadora de la Unidad de Cuidados de la Escuela de Trabajo Social, señaló que “en el caso particular de hoy, tuvimos la experiencia de hacer un ejercicio de simulación y que consistió en un simulacro por alerta de tsunami. Esto significa que hemos desarrollado, como una tercera etapa, la preparación de alerta de tsunami, no sólo llegar al punto de encuentro con las y los estudiantes, académicas y académicos, funcionarios y funcionarias, sino que también se permitió también hacer evacuación externa, hacia el lugar de la zona de seguridad que nos corresponde: el Mirador Baquedano”.
La académica explicó que Unidad de Cuidados de la Escuela de Trabajo Social, creada por la administración actual, que lidera el profesor Mauricio Ureta, tiene como propósito el desarrollar acciones que permitan tener un lugar seguro, tanto en lo que se relaciona a la infraestructura como también a las relaciones entre los integrantes de la comunidad de la Escuela.
“La Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso tiene una matrícula actual de 400 estudiantes, más los académicos, académicas, funcionarios y funcionarias. Tenemos que estar preparados para tener una evacuación en cualquier momento. Y en este caso hemos privilegiado un día en particular, que es el que congrega la mayor cantidad de estudiantes, por las actividades académicas, y esto nos permitió desarrollar una evacuación a prácticamente la mitad de la Escuela, para tener ya una práctica en caso de una emergencia real”, sostuvo.
En esa línea, la profesora Concha agregó que “la Unidad de Cuidados planificó durante todo el año diferentes actividades, que permiten, de alguna manera, ir educando a nuestra comunidad. Partimos con la incorporación de líderes de emergencia, grupo que está constituido por académicas, académicos, funcionarios y funcionarias. Luego dimos un segundo paso para explicarles a las personas que componemos la Escuela, cuál es el punto de encuentro, que se ubica en la parte central del recinto. Finalmente, estamos terminando hoy con la evacuación externa. Quiero destacar que para esto tenemos la asesoría de profesionales en prevención de riesgos, porque es evidente que estas acciones deben estar guiadas por las unidades centrales de la Universidad”.
Además, manifestó la profesora, “tenemos el orgullo de señalar que hemos hecho el ejercicio vinculado con el Jardín Infantil Conejito Blanco, que es vecino nuestro y que también pertenece a la Universidad. Nosotros como Escuela somos personas de apoyo —estudiantes en particular— para el caso de las emergencias y evacuaciones de los niños y niñas del jardín infantil. En estos momentos juntos con nosotros, cuando estábamos realizando la evacuación, el jardín infantil hizo lo propio hacia su zona de seguridad”.
Por su parte, Mauricio Larco, coordinador de la Unidad de Seguridad y Salud Laboral de la DGDP UV, valoró positivamente la jornada. “Siempre la evaluación del ejercicio de simulacro en general es positiva, porque permite tres ámbitos de beneficios o ventajas. Primero nos permite comprobar si las acciones que hemos planificado dentro del Plan de Emergencia y Evacuación son las suficientes o no. Sensibilizar y llevarlos a la práctica nos va a demostrar si lo fueron, y junto a una evaluación conjunta con la dirección del recinto de la Escuela ver si es necesario realizar readecuaciones. También nos permite mejorar la protección de las personas, en relación a las amenazas a las que está expuesto este recinto, según el análisis de vulnerabilidad. Y por último, fomenta una cultura entre los integrantes de la comunidad universitaria en el lugar. Por lo tanto, la evaluación que puedo hacer de este simulacro es positiva, aunque siempre hay oportunidades de mejora. En resumen, hubo una evacuación ordenada, un involucramiento en el ejercicio y desde que se activó la alarma de evacuación hasta llegar al punto de encuentro, la comunidad tuvo una positiva participación”, dijo.
Además, el prevencionista de riesgos destacó que “este simulacro no solamente fue la evacuación, sino la ejercitación de lo que podría suceder en el caso de una persona con daño físico o con daño incapacitante, que requiera una acción de rescate, y para ello se contó con la 8° Compañía del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, que concurrió hasta el lugar, efectuó un eficiente rescate de una persona, que se simuló herida gravemente por el sismo de mayor intensidad que fue simulado”.
Finalmente Cecilia Concha acotó que el éxito del simulacro ha sido posible “gracias a la vinculación que hemos tenido con servicios de apoyo de la comuna, como la delegación presidencial, voluntarios del Cuerpo de Bomberos y la Municipalidad de Valparaíso, quienes han estado dispuestos a colaborar con este ejercicio, que esperamos entregue las condiciones de seguridad para todos quienes estamos en la Escuela”.
Fotos: Matías Salazar / Texto: Pamela Simonetti