Escuela de Sociología realizó primer conversatorio de análisis postelectoral
Seis invitados e invitadas reflexionaron sobre “Los desafíos de la transformación política”.
Con una numerosa asistencia al streaming y con cerca de 200 visualizaciones en YouTube apenas a un día de su realización, el primer conversatorio “Análisis postelectoral: los desafíos de la transformación política”, convocado por la Unidad de Vinculación con el Medio de la Escuela de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales, fue calificado como exitoso por sus organizadores, quienes adelantan desde ya una segunda versión del encuentro.
El pasado miércoles 26, seis panelistas analizaron los resultados de las elecciones del 15 y 16 de mayo y los procesos políticos en distintas escalas territoriales. Asimismo, conversaron sobre las proyecciones presidenciales, la dimensión local de la construcción de la nueva clase política y la consolidación de nuevos actores y activistas, entre otros temas contingentes.
Los invitados fueron Julieta Suárez, cientista política de la PUC; Mariela Serey, constituyente por el Distrito 6 de la Región de Valparaíso (independiente en la Lista Apruebo Dignidad); Tania Madriaga, constituyente por el Distrito 7 de la Región de Valparaíso (independiente en la Lista del Pueblo); Vladimir Valenzuela, concejal electo por Valparaíso (independiente en la Lista Chile Digno, Verde y Soberano); Ricardo Quero, concejal electo por Puchuncaví (independiente en la Lista Frente Amplio); y Félix Aguirre, sociólogo, académico de la Escuela de Sociología UV. Moderador fue Juan Pablo Pinilla, también académico de la Escuela de Sociología UV.
Según señaló la profesora Alessandra Olivi, coordinadora de Vinculación con el Medio de la Escuela de Sociología, “cumplimos con las expectativas que teníamos cuando pensamos esta actividad, muy abundantemente; sin embargo, quedamos con gusto a poco, con la necesidad de seguir en esta línea de debates, de conversaciones, de ir ahondando en las dinámicas sociales y políticas que están detrás de este resultado muy sorprendente de las elecciones”.
A modo de anécdota, comentó que “fue tanta la sorpresa el lunes después de las elecciones que rápidamente nos comunicamos entre la directora de la Escuela, el jefe de carrera y yo, porque pensábamos que no podía pasar inadvertido no tanto el resultado en sí, sino el metabolismo social que este resultado ponía de manifiesto. De ahí empezamos entre todos a ver cómo armar en tan poco tiempo una agenda de trabajo y de participantes, nos comunicamos con quienes tenemos contacto, y a lo largo de la semana hemos recibido muy buena aceptación, muy buena respuesta. Creo que esto es algo que hay que destacar, y que es un recurso que tenemos que aprovechar, en nuestra calidad de universidad estatal, con una vocación regional: la necesidad de seguir analizando lo que está pasando en nuestra región, que de alguna forma también es sintomático de un movimiento más amplio a nivel nacional”.
En resumen, indicó la académica, “quedamos muy satisfechos y satisfechas con la actividad; en un solo día estamos bordeando las 200 visualizaciones, así que todo parece indicar que tenemos que seguir en esta línea. Hay voluntad por parte de la Escuela de Sociología de seguir impulsando esta línea y ya tenemos comprometida la disponibilidad del nuevo gobernador de Valparaíso, por lo que a la brevedad, en el mes de junio con toda probabilidad, tendremos otro conversatorio para seguir abordando el análisis de este sorprendente y alentador escenario político”.
Acontecimiento electoral
El debate fue iniciado con lo que cada panelista consideró lo más relevante del acontecimiento electoral reciente. Julieta Suárez indicó que si bien hubo un “tsunami de muchos resultados interesantes”, destacaba dos elementos: “Primero, la paridad, que es el tema que trabajé con la Red de Politólogas; me parece que es interesante lo que nos mostró de cómo las mujeres somos capaces de ganar cuando nos ponen en puestos competitivos y tenemos electabilidad. El electorado votó por mujeres. Y, por el otro lado, obviamente el gran impacto del éxito de las candidaturas independientes. Te daría una cuña con respecto a la clase política tradicional, que en este caso sería algo así como ‘jugamos como siempre, perdimos como nunca’. Creo que eso es interesante para empezar a pensar estas elecciones”.
Una buena y una mala
Por su parte, Félix Aguirre afirmó tener una reflexión buena y una mala. “La buena es que, como decía Julieta, hay muchas cosas que destacar, muchos hitos históricos, pero yo diría que sin duda lo más importante es, desde el punto de vista por lo menos normativo, que esta democracia nuestra ha recuperado un poco un desequilibrio que creo que es universal, de estos dos pilares en los que se sustenta y se sujeta, por así decir, el régimen democrático, que es un pilar liberal, institucional, de sistema de partidos, sistema de representación, que todo está más o menos bien resguardado en lo que podríamos llamar la vida cotidiana del régimen; pero el otro pilar, el que a veces se nos olvida, es el pilar popular o revolucionario. Yo diría que ese es el que ha nivelado un poquito una balanza que venía muy desnivelada en Chile desde la desaparición de la Unidad Popular, pero más gravemente después de los años de la dictadura cívico militar y que no pudo ser recuperada durante la transición”.
Junto a la buena noticia de que tenemos una democracia más equilibrada, el profesor Aguirre presentó la mala noticia: “Creo que la frase más desafortunada que he escuchado esta semana ‒y he escuchado muchas‒ es que Chile ha cambiado políticamente. Yo creo que eso es un error y una ingenuidad extraordinaria. Lo que ha ocurrido es que ha aparecido un Chile que nadie quería ver, que estaba oculto, que no queríamos mirar, y ahora tiene voz. (…) No por los resultados de la Convención podemos decir que Chile ha cambiado políticamente. (…) La elección presidencial que viene no se va a parecer en nada a la Convención; ojo que muy buena parte del voto de la derecha tradicional, la derecha social, e incluyo hasta a la Democracia Cristiana si me fuerzan, se quedó en casa, de modo que lo que viene es una vuelta a la democracia de los partidos, indudablemente que atravesada por lo que ha ocurrido en la elección de la Convención, que va a estar proyectando una sombra muy positiva, muy interesante, en todo el proceso que viene”.
Actorías emergentes
A su vez, Tania Madriaga hizo una lectura general, en un proceso histórico a su juicio abierto desde el 18 de octubre, tras una trayectoria previa. “Creo que ese hecho, que está situado en una crisis más global, una crisis que da cuenta de un fenómeno mundial expresado en nuestro país, tiene en el fin de semana pasado la conclusión de uno de sus capítulos, que es la apertura de cómo se refleja esa nueva situación, de crisis pero también de emergencia, de posicionamiento de una voz nueva, en un escenario electoral. Obviamente creo que a todos y todas nos sorprendió la manera en que se comportó ese escenario, cómo respondió la gente a ese escenario, cómo las actorías emergentes logran un posicionamiento muy fuerte”.
Por ello, añadió, “creo que ahí lo que ha sucedido es que se abre más la puerta a un proceso y a un camino que depende mucho de la constitución de las actorías, de actorías que sigan empujando la transformación, de actorías que sigan empujando la dimensión destituyente, de actorías que sean capaces de producir aquellas condiciones constituyentes. Y eso obviamente que está por verse, creo que se abre una hermosa oportunidad con lo que sucedió en las elecciones”.
Fin de las élites
Mariela Serey partió su intervención destacando que su bandera de lucha es la Asociación Yo Cuido, de cuidadoras informales de familiares con dependencia, “labor feminizada, invisibilizada y poco valorada socialmente. (…) Nunca habíamos tenido voz, nadie nos veía, y a pesar de tener todo en contra conseguimos tener este cupo en la Convención”.
Luego, destacó la constituyente: “El escenario de que haya mujeres electas, feministas y dirigentes sociales en los puestos de poder, en alcaldías acá en el Distrito 6, la verdad es que nos abre unas puertas maravillosas para poder trabajar con los municipios, con los vecinos y las vecinas, y la verdad es que eso es algo muy positivo desde el lado de nosotras, como organización de la sociedad civil. Otra cosa que se da es la presencia de caras nuevas, esos independientes de los que yo también soy parte, independientes que van de la mano con causas sociales, las que, como dije en un principio, habían estado completamente invisibilizadas”.
Y destacó otro elemento: la baja participación en las votaciones: “Pero esta votación, a pesar de que fue baja, fue consciente. Se lograron los cambios, se logró remover el piso de estas élites que estaban tan cómodas. Siento que Chile dejó de ser las élites”.
Un bloque
Vladimir Valenzuela, por su parte, expresó que lo sucedido el fin de semana electoral “evidentemente da alegría, da esperanza, pero también da mucha responsabilidad lo que viene. Creo que la primera reacción, acorde a las votaciones obtenidas (…), pone en la mesa la necesidad de un bloque. (…) Un bloque antineoliberal que se escape a la lógica de estos treinta años de política sin gente, sin pueblo. Dando otra cuña, como decía Julieta, creo que la consigna fue ‘nunca más sin nosotros, nunca más sin nosotras, nunca más sin nosotres’. Estoy un poco en desacuerdo con el tema de la democracia de partidos, creo que los partidos están cumpliendo una función, un rol, pero no son suficientes. No dan el ancho. Las complejidades de construcción social, de esfuerzo social, requieren de expresiones independientes, y eso lo ratifican estas votaciones, donde los independientes tienen una voz, pero también tienen una proyección que hay que tomar con mucha atención. (…) Si tengo que rescatar algo de estas votaciones es la necesidad de construir un bloque, un bloque con fuerza propia y que salga de los treinta años”.
Nuevo proyecto
Ricardo Quero indicó en su intervención que “fue bastante impresionante lo que pasó, a mí me sorprende hasta este minuto. Creo que hemos visto el crecimiento y el establecimiento de un nuevo grupo político, un nuevo proyecto político que se instaló ya. Si lo vemos en número, creo que tanto la Lista del Pueblo como la Lista Apruebo Dignidad dieron un poco cátedra de cómo encauzar y cómo recibir la demanda social, plantearla y que se vea representada en un lugar de disputa democrática, que es el caso por ejemplo de la Convención Constituyente. Me llama mucho la atención eso, porque igualaron la cancha”.
A su juicio, “la cantidad de personas electas de la Lista Apruebo Dignidad y la Lista del Pueblo supera con creces lo que venía siendo la ex Concertación, y creo que eso nos permite plantearnos una proyección a las presidenciales y hacia dónde quizá va el rumbo de los procesos de votación, pero también con el debido resguardo, y como dice el profesor Félix Aguirre, con no ser tan ingenuos. Hay que mantenernos vigilantes, pero creo que es una muy buena señal. Lo otro que rescato fue la irrupción del mundo independiente, de nuevos actores sociales, que venían de los movimientos sociales ‒es mi caso, y también es el caso emblemático de Rodrigo Mundaca, de Modatima‒, personas que venían dedicadas al trabajo territorial y local (…), personas independientes y personas dedicadas al medio ambiente”.