Camila Figueroa está en Bozcaada, al noreste del mar Egeo, realizando trabajos de voluntariado.
Con nota 6.0 aprobó su examen de título la alumna de la Escuela de Diseño Camila Figueroa con su proyecto “Bagualas. Red colaborativa de articulación y difusión de eventos y contenidos con perspectiva de género”, el cual rindió de forma remota desde Turquía, donde se encuentra hace seis meses.
Instalada en Bozcaada, una isla al noreste del mar Egeo, realiza voluntariado por medio de Workaway y trabaja en un proyecto gráfico-web basado en meditación y producción de vino orgánico.
Sobre el examen vía Zoom, comenta que “fue más cómodo y rápido de lo que pensé, pero se perdió un poco el ritual de lo que significa sentirse presente en la situación. Cuando vi a los profesores recién conecté con el momento y caí en la cuenta de que un ciclo se cerraba, porque estoy al otro lado del mundo”.
“Estoy alrededor de muchos estímulos nuevos todos los días y el hecho de no estar en la universidad o en una sala de clase me hace sentir en el viaje en todo momento, lo que me ayudó a vivir este proceso sin estrés, pero con responsabilidades y autorregulaciones, ya que era muy fácil desconectarse de la universidad”, agrega.
Con anterioridad, Camila estuvo de intercambio en la Universidad Politécnica de Valencia, España, lo que asegura que “fue una experiencia inolvidable, que hace cambiar la perspectiva con la que se mira las cosas. Iba por seis meses y me quedé un año”.
“El segundo semestre hice práctica y además trabajé, entonces estuvo lleno de muchas nuevas experiencias, ya que en Valencia hay muchos alumnos de intercambio de diferentes países, entonces, además de estar en un ambiente multicultural, esas personas, al igual que yo, estaban absorbiendo esa nueva realidad”, explica.
La ahora diseñadora destaca que viajar de intercambio “no solo te ayuda a crecer como profesional al ver tu carrera desde una nueva realidad, sino que también te nutre como persona y te hace crecer, te enfrenta a nuevos idiomas y a estar contigo mismo lidiando con la soledad, pero, sobre todo, te acerca a realidades y posibilidades que antes no veías cercanas o que simplemente no te imaginabas”.
Entre sus planes futuros Camila asegura que quiere “seguir viajando, y trabajar en diseño lo hace muy compatible con la modalidad online, entonces las posibilidades se me amplían aún más”.
Su profesor guía, Eduardo Abarca, indica que “la experiencia de trabajar y diseñar a distancia no es una realidad ajena a nuestra profesión. Lo novedoso es hacer un proyecto de título y rendir un examen en esta modalidad a distancia, las sesiones de trabajo, las correcciones, las revisiones de avances se dieron de forma remota, pero no por ello menos efectiva”.
“Diseñar para una realidad local con una mirada global es algo que se viene dando con frecuencia en nuestra profesión, por lo que abordar un trabajo a distancia está dentro de las nuevas capacidades que se instalan en nuestros profesionales”, asegura.
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