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Desafíos de los profesionales farmacéuticos en un mundo globalizado

03 Septiembre 2013

La tendencia en países desarrollados es centrar el ejercicio de la profesión en el cuidado de los pacientes, como parte del equipo de salud del lugar en que se desempeña, y acreditar la formación de los estudiantes del área de acuerdo a los requerimientos propios de cada nación.

En la permanente preocupación por actualizar los conocimientos y mostrar la experiencia internacional en la formación de profesionales farmacéuticos, capaces de acometer los nuevos desafíos que exige la vida actual, la carrera de Química y Farmacia, en conjunto con el departamento del Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Valparaíso, organizaron el seminario “Desafíos de los profesionales farmacéuticos en un mundo globalizado”.

A la cita asistieron farmacéuticos de diversas organizaciones y empresas, junto con académicos e investigadores de universidades de la zona y la Región Metropolitana.

En el evento, el decano emérito de la Universidad de Toronto y director ejecutivo del Canadian Council for Acreditation of Pharmacy Programs, doctor Wayne Hindmarsh, advirtió que el farmacéutico hoy tiene que centrar el ejercicio de su profesión en entregar salud al paciente y dejar a los técnicos de farmacia la tarea de los fraccionamientos y dosificación, que antiguamente también era labor de los farmacéuticos.

El doctor Hindmarsh agregó que ese es uno de dos importantes desafíos. El siguiente desafío es que los médicos entiendan que el farmacéutico tiene la experiencia y está capacitado para realizar prescripciones. “El médico actualmente dice que los farmacéuticos están infringiendo la ley cuando realizan esta actividad, ya que ven amenazado el ejercicio de su profesión. En el fondo el desafío es que el equipo de salud se abra al farmacéutico y éste —a su vez— ingrese no por la apertura de ellos, sino porque realmente demuestre que en un equipo de salud, trabajando de manera conjunta, van a ser mejores en el cuidado del paciente”.

Asimismo, el profesor destacó que en los procesos de acreditación es clave la participación de los profesionales farmacéuticos en la definición de los estándares exigidos en al área.

“Los documentos sobre los niveles de acreditación en Canadá fueron preparados por los profesionales farmacéuticos. Son ellos quienes establecieron cuáles son los requerimientos de los estudiantes al momento de graduarlos para el ejercicio de la profesión. Por lo tanto, son los propios farmacéuticos quienes están diciendo lo que necesita la profesión hoy y los profesionales que se requieren de las universidades que los están formando”.

Acotó que hay una tendencia por parte de los países —especialmente aquellos gobiernos que aportan al presupuesto de las universidades públicas e incluso a las privadas, ya que la carrera de Farmacia es muy cara— para la formación de estos profesionales. Por lo tanto se están asegurando de que el profesional que están formando es aquél que realmente el país necesita. “Muchos países se han acercado, tanto a la agencia canadiense como a la americana, solicitando su apoyo, para construir los estándares que requieren sus alumnos en las universidades de los respectivos países”.

Si bien el sistema está mejorando, ha ido bastante lento, afirmó el doctor. “A través de la Federación Internacional Farmacéutica ya se están estableciendo los estándares mínimos, en cuanto a las competencias; es decir, que los alumnos que se están formando cuenten con las mismas competencias de los estudiantes que están siendo formados en otros países”.