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Profesor de la Universidad de Pittsburgh expuso avances sobre mecanismos que regulan presencia de dopamina

24 julio 2013

Su entendimiento resulta clave para tratar la adicción a ciertas drogas e, incluso, en la cura de enfermedades neurodegenerativas como el Mal de Parkinson y la distonía.

Una interesante visión sobre la forma en que operan los mecanismos que permiten regular la presencia de la dopamina en el cerebro, cuyo entendimiento podría culminar a futuro en la aplicación de mejores tratamientos contra la adicción a ciertas drogas e, incluso, en la cura de enfermedades neurodegenerativas como el Mal de Parkinson y la distonía, ofreció el académico e investigador del Departamento de Neurobiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, Gonzalo Torres.

Invitado por el Centro de Investigaciones Biomédicas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, el destacado bioquímico chileno, quien lleva varios años en Estados Unidos realizando estudios sobre el tema, dictó la conferencia “¿Cómo se regula la dopamina en el cerebro?: Implicaciones fisiológicas y clínicas”, la cual fue presenciada por estudiantes y profesores.

En la ocasión, el profesor Torres se refirió a los cinco procesos básicos que las neuronas utilizan para regular la dopamina: síntesis, almacenamiento, liberación, recaptura y degradación, para luego dar cuenta de una serie de análisis y resultados de investigaciones vinculadas a dos de ellos.

En lo específico, se refirió a la recaptura, que es muy importante por ser el blanco de los psicoestimulantes y también al hallazgo —en el proceso de almacenamiento— de una molécula que podría tener relación con las acciones de las anfetaminas, drogas potentes que producem adicción.

“Hemos estudiado en forma independiente y hemos confirmado que los cinco mecanismos están relacionados. Todos se afectan entre sí y se vinculan a través de networks de inserción de proteína-proteína. Es decir, estamos encontrando nuevos mecanismos que podrían ser utilizados para ser manipulados terapéuticamente para, a futuro, tratar de mejor manera desde la adicción a las drogas hasta enfermedades neurodegenerativas, donde se mueren las neuronas dopaminérgicas”, precisó el profesor Torres.

Avance contra el Parkinson

Desde hace décadas, los científicos, médicos e investigadores intentan entender cómo la neurona regula el flujo y cuánta produce, libera o captura del neurotransmisor hormona denominado dopamina, para así poder nivelar su cantidad, ya que su ausencia está relacionada con enfermedades neurodegenerativas y su exceso con ciertas adicciones.

“Una de las hipótesis que se plantea en Parkinson es que el proceso degenerativo que sólo ocurre a las neuronas dopaminérgicas, en un inicio, podría estar asociado a la toxina asociada a la oxidación de la dopamina. Cuando la almacenamos bien, la dopamina no es tóxica y está protegida en la neurona, pero si se escapa produce la toxicidad. Al entender este proceso fino de cómo almacenamos y cuánto almacenamos, podremos definir una estrategia para evitar el daño celular referido a la liberación de esa toxina”, explicó el académico de la Universidad de Pittsburgh.

Gonzalo Torres sostuvo que si bien es temprano para afirmar que se está cerca de hallar una cura para el Mal de Parkinson, los estudios que se están realizando permiten argumentar que se avanza por un camino correcto.