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Alumnos del Jardín Infantil Conejito Blanco se transformaron en científicos por un día

23 Noviembre 2012

Los niños trabajaron en los laboratorios de la Facultad de Medicina de la UV junto a los investigadores del Centro de Investigaciones Biomédicas.

Ilusionados llegaron, durante la mañana de este viernes 23, los doce alumnos del nivel de transición menor del jardín infantil Conejito Blanco hasta la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, para conocer sus laboratorios y poder realizar experimentos con células.

Esta visita se enmarca dentro del proyecto REDECs, el cual tiene por objetivo acercar las ciencias a los niños en etapa preescolar, y que está siendo implementado desde septiembre pasado gracias al financiamiento de la Embajada de Nueva Zelanda y Conicyt por los científicos del Centro de Investigaciones Biomédicas y las académicas y alumnas de la carrera de Educación Parvularia de la UV, quienes trabajan con un grupo de niños del jardín Conejito Blanco mediante la realización de actividades lúdicas que se efectúan una vez por semana dentro de sus salas de clases y comprenden dos visitas a los laboratorios de la Facultad de Medicina.

A su llegada en la Facultad de Medicina, los párvulos fueron recibidos por el doctor Antonio Orellana, decano de la Facultad; el doctor Sebastián San Martín, director del Centro de Investigaciones Biomédicas; Mary Bustos, directora de la carrera de Educación Parvularia, y el equipo de trabajo que lleva adelante este proyecto, quienes los invistieron con la capa blanca que ocupan los científicos.

Ya en los laboratorios, y luego de ponerse guantes quirúrgicos, los niños tuvieron la posibilidad de realizar actividades lúdicas con células, pipetas y microscopios, las cuales podrán repetir al término de este curso en enero próximo.

Niños que saben ciencias

Durante el desarrollo de la actividad, Lilian Cavalcanti, directora del jardín Conejito Blanco, comentó que “durante todo este tiempo, desde el inicio de este proyecto de ciencias hasta ahora, ellos han estado trabajando en actividades en el jardín infantil en torno a las células y su composición. Saben diferenciar el núcleo, el citoplasma y la membrana, porque este tipo de actividades responden a una metodología adecuada para el aprendizaje de los niños de entre cuatro y cinco años de edad. Sin embargo, ellos sabían que iban a venir a los laboratorios y eso los tenía muy emocionados. A modo de anécdota, muchos de ellos pidieron microscopios como regalo de Navidad”.

Los beneficios de este proyecto no sólo se reducen a este grupo de niños. La directora de la carrera de Educación Parvularia explicó que “el hecho de que nuestras estudiantes puedan participar de forma concreta en este proyecto con los niños les da la posibilidad de ver cómo concretar el trabajo de las ciencias con los niños y no sólo quedarse con la teoría que ellas aprenden en las asignaturas que comprenden su formación profesional”.

Producto de los resultados, el doctor San Martín —quien lidera esta iniciativa en la región— expresó que “la idea es que las parvularias del jardín Conejito Blanco que ya se han ido capacitando con las actividades que hemos estado realizando repliquen el modelo con las futuras generaciones del jardín, y para ello quedará instaurado el Rincón de la Ciencia, el cual contará con los distintos elementos didácticos que hemos empleado nosotros. Por otro lado, queremos seguir trabajando en este proyecto con otros jardines de la Junji en la zona, a los cuales pretendemos llegar a través de los contactos de las académicas y alumnas de la carrera de Educación Parvularia de nuestra Universidad”.