Karina Valenzuela, nutricionista de la UV, recomienda tomar la primera alimentación del día en casa.
Enfrentar una jornada laboral sin un desayuno adecuado puede perjudicar la salud: si a la falta de alimento se suma el estrés, puede producirse una gastroenteritis. La primera comida del día debe consumirse en forma tranquila y equilibrada; sin embargo, generalmente quienes trabajan en oficinas, sentados ante un escritorio, desayunan una taza de café con algunas galletas, añadiendo incluso un cigarrillo, todo en forma rápida.
Karina Valenzuela, nutricionista de la UV, explica que “hay alimentos que son bajos en lactosa, lo que no provoca daño gastrointestinal. También hay posibilidades de consumir —en el caso de despertar con más hambre— alimentos con más proteínas o con fibra, que generan mayor saciedad; la fruta es importante, y el lácteo por el calcio en las mujeres”.
Muchas personas llegan a la oficina a tomar desayuno, de modo que es importante tener algunas consideraciones presentes al momento de escoger los alimentos. Un ejemplo es ingerir un lácteo, que es fácil de transportar, o frutos secos, porque producen saciedad. Debido al estrés laboral, muchos comen alimentos dulces, de modo de retomar el estado de equilibrio mental; cuando esto se transforma en una constante, el desequilibrio en la alimentación se transforma en una condición normal para las personas.
Karina Valenzuela resalta que “está muy bien estudiado que cuando la persona está pasando por estrés, hay desequilibrio en los neurotransmisores del sistema nervioso central; una de las maneras de recuperar ese equilibrio es el consumo que genera placer, y esa es una forma de sacar al organismo del estado de estrés. En esos casos, la gente busca alimentos con mayor cantidad de azúcar y más grasa, para volver a un estado de placer y que el cuerpo baje esos niveles de estrés. Efectivamente la relación entre estrés y alimentación es estrecha”.
“La alimentación es un ritual, por eso es conveniente tomar desayuno en la casa, y para eso hay que darse un tiempo. Es importante preocuparse de uno, ya que los nutrientes pasan a formar parte del cuerpo”, enfatiza la nutricionista de la Facultad de Farmacia de la UV. Los alimentos recomendados son yogurt, cereales, leche, fruta y alimentos secos con proteínas.
Por otro lado, la profesional es clara al señalar que los casos de colon irritable dependen de cada persona: “Lo que a una persona le puede caer mal o producir dolor, puede que a otra persona no le cause absolutamente nada. Lo que hay que hacer en este tipo de casos es una consejería individualizada: es conveniente recomendar a la gente que tome conciencia de que si tiene un malestar digestivo, que piense bien qué fue lo que comió, sobre todo si esto se repite en el tiempo”.
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