Alumnos del CFT UValpo celebraron aniversario junto a niños del Sanatorio Marítimo San Juan de Dios
Estudiantes de Técnico de Nivel Superior en Enfermería participaron en la fiesta de conmemoración de los cuatro años de la Escuela Especial perteneciente al centro asistencial. La carrera dispone de campos clínicos en dicho lugar.
Los alumnos de la carrera de Técnico Nivel Superior en Enfermería del CFT UValpo se sumaron a la celebración del cuarto aniversario de la Escuela Especial Juan de Dios, perteneciente al Sanatorio Marítimo. En la ocasión, junto a las tías y profesoras a cargo del cuidado de los niños que padecen déficit neurológico cerebral, compartieron con la comunidad de Gómez Carreño.
En caravana, los niños fueron trasladados por las principales calles del sector, mientras colectiveros y conductores que pasaban por el lugar tocaban sus bocinas para celebrar los cuatro años de vida del centro escolar. Tías, educadoras, profesoras y estudiantes acompañaron a los niños, quienes estaban disfrazados con trajes coloridos alusivos a la naturaleza. La escuela atiende a niños con daño neurológico, con discapacidad de la memoria en distintos grados producida por un daño motor del cerebro, menores que están en situación de abandono o de vulnerabilidad social.
Para los jóvenes del CFT UValpo, esta experiencia, desde el punto de vista práctico, tiene mucho sentido, ya que sienten no sólo un apego clínico con los niños, sino también emocional. Scarlett Briceño, alumna de primer año, señaló que espera tomar una especialización que la lleve a trabajar con niños que tienen discapacidades. “La idea —dijo— es integrar a los niños a la sociedad; ellos necesitan una atención especial, focalizada, de modo que se sientan seguros y acompañados, junto con suplir sus necesidades básicas”-
Cerca de 45 estudiantes participaron de la actividad, haciéndose cargo del traslado de los niños en sillas de ruedas y dándoles atención personalizada para celebrar este aniversario.
La encargada de Asuntos Estudiantiles del CFT UValpo, Alejandra Escorza, explicó que los jóvenes realizan sus pasos prácticos en esta institución desde hace cuatro años. La mayor virtud que han adquirido los estudiantes es haber internalizado bien el trabajo de sus prácticas en dos áreas: niños hospitalizados y cuidado de enfermos.
Pero no sólo los alumnos comparten con los menores discapacitados: también lo hacen los docentes. “Este año hemos tenido algunos docentes que han realizado sus clases acá, como una manera de hacer más práctico el aprendizaje, además de sensibilizar el tema”, explicó la funcionaria.
“Nosotros creemos que hemos logrado uno de los objetivos, más allá de la atención que los alumnos pueden brindar: la sensibilidad humana que adquieren frente a las personas que se atienden acá”, comentó Alejandra Escorza.
Algunos de los niños viven con sus familias, pero permanecen en la escuela, ya que no tienen movilidad y requieren de una atención especializada. Otros viven allí, debido a que están en situación de abandono. Así, los jóvenes apadrinan a los niños que viven en el Sanatorio Marítimo, como también a aquéllos que provienen de afuera.
Para la escuela tuvo mucho significado, ya que el objetivo era dar conocer a la comunidad la obra que desarrollan al interior del Sanatorio Marítimo. “Son 25 niños que vienen de sus hogares, pero del total, muchos tienen situación de abandono y otros de vulnerabilidad; quienes están en abandono son derivados del Sename”, explicó Lorena Veraguas, directora de la Escuela Especial.