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Kinesiólogos de la UV apoyan a educadoras de párvulos sobre posturas y prácticas de movimiento del cuerpo

24 Junio 2011

Cargar niños, mudar, sentarse en sillas pequeñas y trabajar agachadas las perjudica físicamente, por lo que es importante que sepan cómo prevenir enfermedades.

La Comisión Nacional de Ergonomía calificó el trabajo de las parvularias como pesado, ya que implica levantar peso y mantener posturas poco adecuadas. A largo plazo, las educadoras de párvulos presentan daños severos en su cuerpo, siendo la columna vertebral la más afectada.

Mayoritariamente, estas profesionales trabajan en una posición encorvada hacia adelante, ejecutando una compresión de la columna vertebral por delante, sumando a esto un deslizamiento de sus estructuras hacia atrás. Cargar niños, mudar, sentarse en sillas pequeñas y trabajar en forma agachada, tiene como consecuencia que los músculos resultan afectados y hay daños en los ligamentos y formación de hernias.

Alumnas de Educación Parvularia de la UV que desarrollaron su práctica en el jardín infantil Luna, perteneciente a la Fundación Mena de Valparaíso, detectaron que una de las necesidades del personal era recibir un taller sobre posturas y prácticas del movimiento del cuerpo en relación al trabajo que se desarrolla con los niños.

“Muchas de las falencias que presentamos son dolores musculares, estrés, dolores en el cuello, cansancio y sentirse agobiada diariamente. Las energías no son las mismas, lo que genera mal humor, ya que los dolores en tu cuerpo no te permiten hacer bien el trabajo. Y si estás con dolores no puedes estar como educadora estimulando a los más pequeños”, explica la directora del jardín, Carolyn Aranda.

A largo plazo, el desgaste puede provocar una herniación lumbar en la columna. Leopoldo Galindo, académico de la carrera de Kinesiólogía de la UV, destaca que en este tipo de trabajo es fundamental la prevención. “Prevenir significa tomar peso cerca del cuerpo, agacharse y subir utilizando mucho las extremidades inferiores, evitar categóricamente las torsiones de tronco y dar reposo a la columna, ojalá con una pausa activa y un tipo de ejercicio de corto período que se combine con las actividades cotidianas. Todo esto ayuda mucho a revertir si la situación está presente”, manifiesta el especialista.

Galindo resalta que si bien las dolencias son permanentes, no siempre son irreversibles. “Lo que se necesita ahí es un diagnóstico, para saber de qué se está hablando y ver una solución al problema”, sostiene.

El taller para las tías del jardín Luna resultó un regalo, que les permitirá hacer un cambio de planificación en su trabajo con los niños, de modo de incorporar una mayor preocupación en los movimientos, las posturas y el autocuidado en lo físico.

Realidad

Datos generales revelan que un tercio del día se ocupa en acciones laborales que llevan al cuerpo a presentar estrés, dolores y molestias musculares. El desarrollo de un trabajo pesado conlleva a que la masa corporal tenga un proceso de envejecimiento más acelerado, sumándose además un desgaste psíquico y físico.

Mantener el cuerpo inclinado provoca un desgaste de energía de entre un 50 y 60 por ciento, situación que presentan las educadoras de párvulos. El académico de la UV recomienda la prevención, evitar las torsiones, tener presente siempre el estado físico, llevar al bebé sobre las caderas y no desarrollar esfuerzos bruscos.

En caso de daños de columna lumbar, lo primero que se debe hacer es observar el segmento comprometido y hacer movimientos en aquellos sectores que están rígidos con maniobras dirigidas. Galindo señala que se pueden hacer masajes si la zona se presenta tensa, complementando con técnicas de fisioterapia que bajan el dolor. “Con esto estamos hablando de estimulación eléctrica, fisioterapia de onda corta, calor superficial, que en conjunto va a dar un alivio, complementado siempre con ejercicios que mejoren el estado físico y puntualmente la musculatura que está en la zona comprometida”, señala.

El taller fue organizado por Nataly Díaz y Alejandra Cabello, estudiantes de Educación Parvularia de la UV, con el objeto de apoyar a la comunidad educativa que trabaja en la asistencia de recién nacidos y menores.