El Centro de Conservación de Textiles de la Escuela de Diseño se hará cargo del trabajo, que considera una investigación para determinar a quién pertenecía el emblema, y una sugerencia de exhibición idónea.
A un año del terremoto y tsunami del 27 de febrero, el mar devolvió a Juan Fernández uno de los muchos objetos que le quitó en esa fatídica noche: una bandera. Se trata de un pabellón patrio de dos metros por tres, hallado en bahía Cumberland por un grupo de personas que hacían labores de aseo, y que ahora está en poder del Centro de Conservación de Textiles de la Escuela de Diseño de la Universidad de Valparaíso, entidad que se hará cargo de su restauración.
Este jueves, el rector de la UV, Aldo Valle, junto al intendente regional, Raúl Celis, y autoridades de la Facultad de Arquitectura, visitaron la sala en que se encuentra la bandera, previo al inicio de los trabajos de restauración. En la ocasión, la profesora Ángela Herrera, coordinadora del Centro, explicó cómo será el trabajo que los especialistas desarrollarán con la pieza.
“El proyecto consiste en restaurar, darle las condiciones para que quede no necesariamente como estaba originalmente, pero sí que tenga una lectura adecuada, para que se perciba no como un objeto tan deteriorado. Consiste en una restauración que lleva más o menos tres meses, en que va a participar un equipo de profesionales liderado por la gente de la Escuela de Diseño. Se va a someter a un proceso de lavado con materiales neutros; después, de consolidación, donde se va a recomponer faltantes en la bandera, para posteriormente generar una propuesta de exhibición también de ésta, que sea idónea”, señaló la académica.
Ángela Herrera indicó que se utilizará un agua semidestilada y un detergente neutro para lavar la bandera, sin estrujarla ni restregarla, sino sobre una superficie lisa y con golpecitos de esponja. Luego, el secado se realizará de manera similar, siempre fijando sobre malla para que la bandera no se deforme. Una vez limpia, se añadirá la estrella faltante, y se reparará las zonas deshilachadas y rotas.
El trabajo considera, paralelamente, una investigación para determinar el origen de la bandera: “Nosotros suponemos, por el tamaño —dos metros por tres metros—, que pertenecía a una repartición pública que estaba en el borde de la bahía Cumberland”, señaló, agregando que “valor monetario no lo tiene, porque es una bandera que suponemos es de factura nacional, es contemporánea del siglo 20. Pero sí tiene valor simbólico, al estar asociada a un hecho acaecido en la isla, que es el maremoto del 27 de febrero, porque volvió un año después la bandera”.
El trabajo estaría terminado en el mes de agosto. “La propuesta —dijo Ángela Herrera—, a partir de que estamos trabajando en conjunto con la intendencia, es que sea devuelta a la isla y ahí proponer un sistema de exhibición, que se evaluará cuál es el lugar más idóneo”.
La académica destacó que la bandera no está tan dañada como podría esperarse: “Al año que estuvo bajo el mar, consideramos que no tiene grandes daños, porque tiene faltante de estrella, faltante de rotura, lo que se debe un poco al material, que es poliéster, entonces es resistente. Pero consideramos que está en buen estado, porque un año en el mar es bastante tiempo. Lo más que tenía eran algas adheridas producto de que las raíces fueron haciendo su sustrato en el tejido. Pero no tiene tanto daño”.
Símbolo de la reconstrucción
El intente Raúl Celis destacó el valor simbólico de este trabajo. “Yo espero —afirmó— que esta recuperación de la bandera nacional que está haciendo la Universidad de Valparaíso, se convierta en el símbolo de la reconstrucción del archipiélago de Juan Fernández. Nosotros hemos dicho desde el comienzo que el símbolo de la reconstrucción regional va a ser Juan Fernández, y espero que el símbolo de la reconstrucción de Juan Fernández se traduzca en esta bandera nacional, que la está recuperando, la está rescatando una universidad estatal”.
La autoridad regional destacó que esta iniciativa “forma parte de lo que nosotros señalamos desde el comienzo en materia de reconstrucción de Juan Fernández, esto es que esperábamos que en la reconstrucción participaran todo tipo de actores: entidades públicas, entidades privadas, organizaciones no gubernamentales, en fin. Y eso es lo que se ha logrado en Juan Fernández. Hoy día tenemos este ejemplo de recuperar la bandera nacional que estaba en el fondo del mar por parte de una universidad estatal, de una universidad pública”.
Compromiso de la UV
El rector Aldo Valle destacó que este trabajo es un aporte para la memoria histórica de la Isla de Juan Fernández y para su comunidad. “La Universidad está también con esto expresando un compromiso para dejar un recuerdo vivo, una señal muy importante, emblemática. Aquí se puede usar esa palabra con toda propiedad: se trata del emblema nacional que es recuperado o devuelto por el mar”.
Valle manifestó que “sabemos lo que representó el terremoto y el maremoto en Juan Fernández. En consecuencia, hay un bien público, un fin público que hacemos desde luego parte de nuestra misión, de nuestro propósito institucional. Habrá aquí un trabajo interdisciplinario; la Universidad va a tomar esto también como un caso en el que va a desplegar cómo sus distintos saberes, sus distintas áreas de conocimiento o estudio, pueden hacer una contribución, una documentación histórica. El registro, finalmente, de este hecho, que debe ser devuelto, entregado a la comunidad de Juan Fernández, porque ello también da cuenta de un dolor, de un momento histórico, de una situación que contribuirá a fortalecer el espíritu con que esa comunidad tiene que finalmente curar esta profunda herida que ha dejado el terremoto. Si la Universidad puede contribuir haciendo esta parte de ese trabajo, desde luego estamos muy orgullosos, muy contentos”.
Relacionados
