Skip to main content

Masiva participación de público en foro sobre el aborto terapéutico realizado en la UV

28 Enero 2011

Actividad se desarrolló en el marco de la Escuela de Verano, que contó con asistencia completa a todos sus cursos.

El senador Fulvio Rossi (PS), la diputada Karla Rubilar (RN), el sacerdote José Padilla y María Isabel Matamala, del Observatorio de Género, participaron en el foro “Aborto terapéutico”, que se desarrolló este viernes en la Universidad de Valparaíso, en el marco de la Escuela de Verano de esta casa de estudios.

La actividad, inserta en el curso “Prácticas para la igualdad de género”, contó con una gran participación de público, que colmó el auditorio de la sede Las Heras de la UV. El mismo día, se clausuró la Escuela de Verano, que este año vino a retomar una antigua tradición de la UV y que se realizará nuevamente el 2012, especialmente considerando la muy positiva acogida de parte de la comunidad.

Necesidad de legislar

El primero en exponer en el foro “Aborto terapéutico” fue el sacerdote José Padilla, quien sostuvo que el aborto no es una alternativa desde ningún punto de vista y bajo ninguna circunstancia. Fue enfático en afirmar, sobre la base de su opinión y sobre documentos de la Iglesia Católica de distinta data, que la vida humana merece respeto, y que aunque la madre esté en peligro de muerte, no puede atentarse contra la vida del que está por nacer.

Añadió que mientras la ciencia no haga posible salvar las vidas de madre e hijo en situaciones límite, habrá que hacer lo posible para salvar al hijo, y “arrodillarse y pedir” por la vida de la madre.

Distintas opiniones manifestaron los otros tres panelistas. María Isabel Matamala, médico, representante del Observatorio de Género, destacó que es imperativo legislar respecto del tema, particularmente en un país como Chile, que si bien se define como liberal, sólo lo es en términos económicos, mientras que en lo relacionado al aborto es extremadamente conservador. Esto a pesar de que encuestas de la seriedad de Flacso consignan que sobre el 60 por ciento de la población del país está de acuerdo con que es necesario legislar sobre el aborto, mientras más del 80 por ciento declaran que el aborto es una realidad que no se puede desconocer.

Fulvio Rossi, también médico, destacó la importancia de que tanto público asistiera al foro, sobre todo considerando que se desarrolló una calurosa tarde de verano, cuando muchos están de vacaciones. Destacó que es imprescindible la participación de la sociedad civil cuando se trata de pensar y proponer una legislación sobre el aborto, enfatizando que el proyecto que él está auspiciando considera sólo y exclusivamente el aborto terapéutico, cuando se trata de un feto inviable y cuando hay riesgo de la vida de la madre.

El senador destacó que, siendo católico, considera que “una mórula, un feto tienen derechos, pero no pueden tener los mismos derechos que un ser humano”, por lo cual la vida de la madre merece ser defendida. Añadió que le parece muy paradójico que quienes se oponen a la idea de discutir sobre el aborto terapéutico sean precisamente los mismos que se han opuesto a la distribución gratuita de la píldora del día después y a las campañas de difusión del uso del preservativo, condenando a muchas madres adolescentes, que no tienen quién cuide a sus hijos, a abandonar los estudios y enfrentarse a un futuro con muy bajas expectativas.

Por su parte, la diputada Karla Rubilar, también médico, indicó que ha consultado gran cantidad de documentos legales, incluyendo tratados internacionales a los que Chile ha suscrito y la Constitución Política del Estado. Indicó que varios países que han impedido el aborto terapéutico han sido condenados en virtud de estos convenios internacionales, considerándose esa medida como tortura: hacer que una madre lleve en su seno a un hijo que inevitablemente va a morir al nacer, es una forma de tortura y de violación a los derechos humanos.

Asimismo, indicó que la Constitución chilena consigna dos derechos por separado: dice que nacemos libres —es decir, se refiere a los nacidos— y en otro articulado aborda los derechos del que está por nacer, separado del nacido. Esto, explicó, quiere decir que el constitucionalista se preocupó, en los años 80 y en una situación de gobierno autoritario, de dejar abierta la posibilidad de legislar sobre el tema del aborto, por cuanto los derechos del que está por nacer son distintos del que ya nació. Esto, insistió, permite legislar sobre el tema, lo que constituye una necesidad actual en Chile.

Las exposiciones fueron seguidas por un intenso debate, que incluyó numerosas preguntas de los asistentes, personas de ambos sexos, de distintas edades y condiciones sociales.