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Alumnos de Kinesiología de la UV asisten a residentes de hogar de ancianos

02 Diciembre 2010

Una importante labor de asistencia y cuidado hacia el adulto mayor realizaron estudiantes de la carrera de Kinesiología de la Universidad de Valparaíso a personas que alojan en el Hogar de Ancianos Fundación Bernardo Morín de Valparaíso.

Se trata de una misión a beneficio que va en ayuda de la comunidad, que considera el trabajo de doce alumnos que asistieron a 16 abuelitas, con ejercicios, movilidad de pies y manos y juegos recreativos, todo con el objetivo de hacer una evaluación geriátrica integral y estimular la movilidad, para hacer un diagnostico general sobre equilibrio, riegos de caída, flexibilidad, fuerza muscular y aparato respiratorio.

“Los alumnos ven si los adultos mayores son autovalentes o tienen algún grado de dependencia, y según eso se desarrolla la intervención, que está dividida en dos partes: lo que es la gimnasia grupal, que es la tendencia que se hace hoy en los centros de atención comunitaria o centros públicos de salud que funcionan de manera integrativa, con manejo lúdico de las emociones —y que hemos observado que a las señoras les ha gustado bastante—, y por otra parte se hacen asistencias individuales, ya sea en lumbalgia, problemas de equilibrio o dolor de hombros”, explica Ángela San Martín, kinesióloga y docente.

Los jóvenes asistieron a las abuelitas en el manejo del equilibrio, riesgos de caída, flexibilización y movilidad del cuerpo, además de coordinar la funcionalidad diaria de su contextura física.

“Todos los viernes venimos a este hogar a partir de las 08:30, para realizar intervención y trabajar primero con ejercicios grupales y luego, con las señoras que lo necesitan, hacemos intervenciones particulares, que van desde tratamiento muscular esquelético o tratamiento respiratorio, dependiendo de lo que necesiten”, explica Daniel Ponce.

Con rutinas de una duración de 45 minutos, los alumnos practican un breve calentamiento para luego dar paso a trabajos musculares, en los que estudiantes y adultos mayores bailan y desarrollan juegos cognitivos para agilizar la mente, los que se mezclan con ejercicios musculatorios y esqueléticos.

El objetivo de las terapias es mantener la funcionalidad de cada señora para que puedan desempeñar las actividades de su vida diaria. Durante dos meses los alumnos conocieron a las abuelitas, para luego entrar en un proceso de aprendizaje sobre el envejecimiento y apoyar a la comunidad de este hogar.

Experiencia

Lidia Muñoz, alumna de cuarto año de Kinesiología, califica la experiencia como un momento de motivación, porque en el hogar hay distintos tipos de adultos mayores, desde personas en buen estado hasta señoras que requieren de una ayuda especial.

“Este ejercicio semanal que nosotros venimos a hacer, para ellas significa una motivación enorme, porque las instamos a moverse, se sienten con más energía, y nosotros sentimos que aquí hacemos un aporte y las hacemos sentirse mejor”.