Johann Álvarez obtuvo la distinción en la categoría Desarrollo Social, en reconocimiento a su trabajo en actos médicos humanitarios.
El Premio Nacional de la Juventud 2010, en la categoría Desarrollo Social, recibió formalmente este jueves Johann Álvarez Leiva, estudiante de sexto año de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Campus San Felipe. El joven fue uno de los cuatro premiados a nivel nacional por el Instituto Nacional de la Juventud, Injuv, y el único de la Quinta Región. El alumno fue escogido por la entrega y la capacidad de servicio que ha demostrado durante sus años como estudiante universitario, preocupado especialmente por los problemas de inequidad en la salud.
El Instituto Nacional de la Juventud destaca anualmente a los mejores en las categorías Emprendimiento, Deporte, Desarrollo Social y Arte y Cultura. Este año, los premios se fueron a las regiones Metropolitana, de Los Lagos y Magallanes, además de la Quinta Región. El premio —que se entrega a nivel nacional este viernes en Santiago— es un viaje y la estada por diez días en Corea del Sur, del 15 al 24 de noviembre. Se trata de un viaje de carácter cultural y recreativo, realizado gracias a un convenio de cooperación que el Instituto Nacional de la Juventud de Chile sostiene desde hace más de quince años con el gobierno del país asiático.
La ceremonia local de premiación fue encabezada por el seremi de Planificación, Tomás Ochoa, y contó con la presencia del director regional de Injuv, Claudio Arancibia. Johann Álvarez asistió acompañado de su madre, Ana Leiva.
“Fue la Universidad la que me postuló al premio —explicó el estudiante—, yo no supe hasta el momento en que fui seleccionado a nivel regional, y después se me informó que había ganado”, y añadió que ve este premio “como una oportunidad, una oportunidad de conocer y en realidad de sacar el máximo de provecho para todos los proyectos que se vengan de ahora en adelante en esa área, el desarrollo social”.
Señaló Álvarez que “desde que comencé la carrera, empecé a trabajar en lo que se llama Acto Médico Humanitario, que en Chile es una línea que todavía no se ha desarrollado muy bien; tiene relación con el conjunto de actividades que uno hace para defender derechos fundamentales del ser humano, en este caso el derecho a la salud, y puntualmente trabajar en contra de la inequidad. Eso es lo que hago yo junto a una corporación que se llama Medicina Todo Terreno, que es la primera corporación médica humanitaria chilena”.
Para Johann Álvarez, este premio es “una invitación a no frustrarse. Uno cuando elige ayudar a la gente, las puertas no se abren muy fácil, cuesta mucho más incluso que tal vez si uno quisiera hacer cosas por motivos personales. Yo creo que esta es una oportunidad en el fondo no solamente para mí, sino para todo el equipo de trabajo, porque creo que nadie se merece un premio por ayudar al resto, y uno nunca se gana las cosas solo: siempre hay más gente detrás. Entonces yo creo que es una motivación para toda esa gente, decir ‘ya, no importa, aunque la frustración nos venciera, mejor sigamos adelante trabajando en esto porque al menos a alguien le ha servido”.
Juventud involucrada
El seremi Tomás Ochoa, por su parte, valoró las condiciones de Johann Álvarez, destacando que “participaron muchos jóvenes a nivel de todo el país, y Johann sobresalió no solamente por su currículum como universitario, sino además por todas esas actividades que él como estudiante de Medicina ha desarrollado y que claramente lo hacen merecedor de este reconocimiento”. Añadió que “nosotros también esperamos que recoja y nos pueda traer experiencias desde Corea del Sur —que yo creo que es una cultura muy interesante, muy avanzada— y que podamos empezar a replicar también aquí en la región”.
Ochoa destacó la misión del Injuv al premiar a los jóvenes: “Nosotros lo que le pedimos a la juventud, que es una palabra bastante manoseada, es que se involucre en el desarrollo de su país, y eso puede ser desde distintos ámbitos. Johann lo ha hecho desde su actividad universitaria, desde la Federación de Estudiantes y también desde algunas ONGs, pero también hay otras actividades: la actividad pública, el desarrollarse como buenos estudiantes, preocuparse por el futuro. Lo que nosotros queremos finalmente es que la juventud sea parte activa del desarrollo de Chile, queremos una juventud empoderada y que entienda que lo que va a ser Chile en el futuro depende de lo que son los jóvenes hoy día”.
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