“Son un período de descanso y no para hacer tareas”, enfatiza Suyén Quezada.
En estos días, muchos niños y jóvenes están disfrutando de sus vacaciones de invierno. En el caso de los escolares, las vacaciones tienen una duración de dos semanas, y en el de los universitarios, dependiendo del calendario académico, pueden durar entre dos y tres semanas. La pregunta es ¿qué pueden hacer durante estos días para entretenerse?
La psicóloga Suyén Quezada, de la Universidad de Valparaíso, recomienda aprovechar de buena forma el tiempo de distracción, en el caso de los escolares. A su juicio, no es recomendable que los colegios asignen tareas o trabajos durante el tiempo de vacaciones, porque mantiene el nivel de estrés en los menores: “Las vacaciones son un período de descanso y no para mantener una permanente función en preparar material para el segundo semestre”, explica la magíster en Psicología Clínica.
La profesional advierte que para muchos padres, que no pueden pasar tiempo con sus hijos porque se encuentran trabajando, mantener entretenidos a los hijos con juegos de video, como el Play Station, más que un peligro, muchas veces se transforma en un elemento de seguridad frente a los riesgos que significa salir a la calle.
“Hay estudios que indican que la compra de juegos de video ha aumentado en estratos socio económico bajos. Esto se debe a que esas madres prefieren que sus hijos se mantengan dentro de la casa y que no se expongan a los peligros que pueda existir en el barrio”, indica.
Sin embargo, advierte que el tiempo de uso de estos juegos debe ser un mutuo acuerdo entre padres e hijos, y añade que es preferible que durante el juego, exista la presencia de un adulto acompañando al niño. “Si las familias han adquirido un juego de video para el niño, los padres deben adoptar como norma para los menores una hora de entretención, evitando el exceso”, manifiesta la candidata a doctora en Educación.
Talleres con universitarios
Suyén Quezada señala que es bueno que los niños puedan acceder a actividades diseñadas especialmente para los niños en las vacaciones de invierno, tales como talleres, como cursos de cocina, fotografía u otros. “Es interesante que los niños se puedan trasladar de sus casas a otros espacios donde aprenden de una manera entretenida, donde acceden a actividades que no son las escolares, pero algunos de estos talleres son muy caros”, sostiene.
Por ello, añade que una buena fórmula de hacer entretenidas las vacaciones de los niños y de los universitarios a la vez, es que sean los propios estudiantes de educación superior quienes organicen espacios de entretención para los menores, ya sea talleres de cine, cuentos u otras actividades.
“Nuestros jóvenes que están en las universidades en período de vacaciones pueden proponer actividades en los barrios o juntas de vecinos, prestando este servicio público a la comunidad desde la propia experticia que tienen ellos por sus carreras”, propone la docente. La psicóloga destaca que este tipo de iniciativa es una buena alternativa para las familias que tienen niños pequeños y para los jóvenes universitarios, porque a un costo bajo los estudiantes pueden ofrecer un interesante servicio a la comunidad.
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