Futuras profesionales compartieron experiencias con jóvenes educadoras y académicas.
Preocupadas de su quehacer con el entorno de la educación y promoción de la salud, las alumnas de cuarto año de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso realizaron la Feria Panel 2010, evento que incluyó una muestra de dípticos, información digital y proyectos educativos ejecutados por 42 estudiantes en sus respectivas prácticas profesionales, en las menciones Promoción de la Salud y Lenguaje y Comunicación.
Las alumnas, 25 de Promoción de la Salud y 17 de Lenguaje y Comunicación, exhibieron llamativos paneles informativos destinados a compartir sus experiencias con profesoras, alumnas y público que llegó al edificio docente Patricio Lynch, en Playa Ancha.
“Estos son los distintos proyectos que se implementaron en los centros de práctica de ambas menciones. Allí ellas cumplen una labor como educadoras de párvulos en formación, cuyo trabajo tiene por objetivo informar sobre los aspectos de educación y salud propios de la carrera”, señala la profesora Marina Grabviker.
El trabajo expuesto está centrado en la labor pedagógica con niños y niñas en distintos centros de práctica de Valparaíso y Viña del Mar, tanto en jardines infantiles como en centros de atención de salud primaria o consultorios de fonoaudiología.
Experiencias
Camila Farías, quien desarrolló su práctica profesional en la mención Promoción de la Salud, señala que las herramientas son fundamentales a la hora de desenvolverse en ámbitos tales como un consultorio o los centros de atención familiar.
“Esta es una muestra global en que difundimos nuestra mención de Promoción en la Salud, además de entregar información relevante sobre la importancia de llevar una vida saludable, hábitos alimenticios, ejercicios y todo lo que conlleva una buena salud”, explica la alumna.
La joven destaca que es fundamental la educación desde los primeros años, ya que impulsa en los niños el estilo y forma de vida sana, además de educar a la familia y promocionar la salud de acuerdo a la edad de los menores, para así asegurar el futuro de los lactantes.
Por su parte, Valeria Espinoza, que realizó su práctica en un Laboratorio de Fonoaudiología, califica la experiencia como enriquecedora debido al contacto que le tocó vivir con otras profesionales y con los padres de los niños que asistían al centro.
“El trabajo con los padres es fundamental, porque muchas veces desconocen algunos problemas que presentan los niños, como la tartamudez, y ahí nosotras somos fundamentales porque entregamos a los padres las herramientas u orientaciones para que en la casa sigan un tratamiento”, indica.
Todo el material —láminas, trípticos, preparación de alimentos, información digital— fue preparado por las propias alumnas, a fin de informar a la comunidad y a los apoderados sobre el tipo de trabajo que desarrollan.
Ahora las estudiantes se preparan para comenzar su práctica profesional durante un año y entregar todas las habilidades desarrolladas en sus respectivas menciones.
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