Instituciones de educación superior realizaron una inspección a las residencias universitarias de Valparaíso y Viña del Mar.
Veinte cuadrillas integradas por ingenieros civiles, constructores y asistentes sociales de las universidades de Valparaíso, Pontificia Católica de Valparaíso y Santa María, inspeccionaron 145 residencias universitarias en las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar.
Preocupados por el estado de las residencias universitarias, el Consejo de Rectores de Valparaíso, CRUV, junto al programa Konosur, realizaron un catastro con el objeto de evaluar las condiciones de los alojamientos universitarios en la zona tras el terremoto que afecto a la zona centro sur del país.
El equipo de profesionales visitó un total de 219 hospedajes, de los cuales inspeccionó 145; de ellos, 114 pueden ser utilizados en forma inmediata, 18 requieren una reparación en corto plazo y 13 resultaron con daño estructural.
“Nosotros hemos determinado ponerles un sello de seguridad a nombre del Konosur y del Consejo de Rectores, a los lugares que son habitables, por lo tanto los estudiantes pueden venir con absoluta tranquilidad y sus familias tener la absoluta certeza de que van a estar en lugares seguros”, manifestó el presidente del CRUV, Patricio Sanhueza.
Los sellos de seguridad se entregaron a los dueños de las residencias en un acto desarrollado en la casa central de la PUCV. En la ocasión, Sanhueza hizo un llamado de tranquilidad a las familias de los estudiantes, garantizando la seguridad de las residencias para que habiten en Valparaíso.
“Las universidades están muy comprometidas con la tranquilidad de todos los estudiantes y de sus familias también”, sentenció. Por otra parte, solicitó a los dueños de las pensiones no subir el precio de sus hospedajes, con el objeto de solidarizar con las familias de los estudiantes que se vieron afectados por el terremoto: “Estamos todos compartiendo una emergencia y no podemos recargar a las familias con un peso añadido a lo que ya están viviendo”.
La misma opinión manifestó el presidente de la Asociación de Hospedajes de Valparaíso, Jorge Valdés, quien se refirió a la no conveniencia del alza de los precios en las residencias universitarias: “La idea es mantener los precios, y si los padres tienen dificultad en el pago, que lo conversen con los distintos hostales, incluso pueden solicitar las rebajas que ellos requieran y nosotros estamos dispuestos a aceptarlas”, indicó.
Para solucionar los daños causados por el terremoto, las universidades y el programa Konosur que agrupa a las residencias universitarias, han visitado los alojamientos junto a representantes de BancoEstado y Sercotec, instituciones que se comprometieron a dar préstamos con 18 meses de gracia a los dueños de las residenciales para reparan las viviendas y garantizar la seguridad de los estudiantes.
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