Alumnos extranjeros narran su experiencia tras pasar terremoto en Chile
La Universidad de Valparaíso comenzó a recibir gradualmente a los alumnos debido al retraso de los vuelos internacionales.
Nadie quedó indiferente con el terremoto ocurrido en la madrugada del sábado 27 de febrero, especialmente los extranjeros que se encontraban en el país disfrutando de vacaciones en la zona central o en el sur. Parte de ese grupo de extranjeros que se encontraba en Chile son los estudiantes extranjeros que cursan programas de estudios por intercambio en la Universidad de Valparaíso por períodos de seis meses a un año.
Frente a la preocupación o la inseguridad a que se han visto enfrentados por la cantidad de imágenes catastróficas difundidas por los medios de comunicación, la UV postergó la ceremonia oficial de bienvenida a los alumnos extranjeros, pero recibió en forma personalizada a los jóvenes para orientarlos y responder a sus inquietudes, de manera de asegurar su estada en la ciudad.
El programa de movilidad estudiantil atendió este lunes a cerca de veinte estudiantes, los primeros que arribaron a Chile, ya que del total de ochenta alumnos que se espera que lleguen, muchos retrasaron sus vuelos.
Así lo dio a conocer Perla Cisternas, coordinadora del programa de Movilidad Estudiantil de la UV, quien señaló que lo primero que hizo la institución tras el terremoto fue comunicarse con las instituciones que envían a los alumnos extranjeros, para informar la situación en la que se encuentra el país.
“Con la coordinación de las autoridades de la universidad, lo que hicimos fue sugerirles que no apuraran sus vuelos, de modo que llegaran en fecha más cercana al inicio de las clases, porque así no se iban a encontrar con las reparaciones de algunos edificios ni con la catástrofe que hemos tenido con las calles”, indicó.
Asesorar en el tema de alojamientos en residencias provisorias en caso de que alguno de ellos haya sido afectado por el terremoto, consejos de arriendo y orientar la seguridad de los alumnos, es la ayuda que comenzó a dar la Universidad de Valparaíso a sus alumnos extranjeros por medio de la referida unidad.
La comunicación establecida con las universidades de procedencia de los alumnos fue fundamental para establecer un mecanismo de seguridad de los estudiantes extranjeros: “Las universidades que sabían que tenían alumnos en Chile nos escribieron y nos mandaron listas para coordinar la seguridad de ellos”, explica Perla Cisternas.
Terremoto en Chille
Xavier Planes, proveniente de la Universidad de Valencia, España, quien cursará seis meses de estudios en la carrera de Cine de la UV, pasó el terremoto mientras hacía un viaje por la Patagonia, donde no sintió nada. Sin embargo, al llegar a la ciudad de Coyhaique, al bajar del bus, se dio cuenta de que todo estaba extraño, ya que mucha gente sacaba dinero de los cajeros, compraba combustible o realizaba muchas llamadas por teléfono.
“Cuando pasamos a un cíber, vimos que había pasado un terremoto, vimos todo eso de las ciudades afectadas, y ahí nos dimos cuenta de que, afortunadamente, con unos amigos estábamos más al sur. Vimos que fue un golpe duro para el país”, señala.
Xavier añade que cuando el sistema de comunicación colapsó, le costó bastante comunicarse con su familia, tanto que llegó a pensar en dejar el país. Ahora que las cosas está volviendo a la normalidad y que sus padres se encuentran tranquilos, decidió quedarse hasta julio. No oculta su sentir por las familias que lo han perdido todo.
Un caso distinto vivió Rachel Schrier, de la Universidad Middlebury de Estados Unidos, quien pasó el terremoto en Santiago. “Por un lado fue una situación caótica, pero por otro creo que es interesante, porque la gente enfrenta la situación con un aire positivo. Pero tengo que reconocer que me asustó mucho, a pesar de que provengo de San Francisco, una ciudad acostumbrada a los terremotos”.
Indicó que su familia vio las fotos y las noticias de lo ocurrido en Concepción, lo que los preocupó mucho, especialmente porque recién pudieron comunicarse dos días después del megasismo. Pese a todo, Rachel decidió quedarse en Valparaíso para realizar cursos de Historia y Sociología, además de desarrollar una práctica como estudiante de Medicina en el Sapu.
Por su parte, Elena Zucchiatti, proveniente de Italia, no pasó el terremoto en Chile, e igual decidió venir al país. Llegó recién el pasado domingo 7 de marzo y la ha impresionado el trabajo de los chilenos: “Creo que todos los chilenos están trabajando muy bien por recuperar la situación. Me da un poco de miedo por los sismos, pero quería venir a Valparaíso y quiero aprender de la ciudad”, manifestó.