
“El Bioparque Buinzoo se ha transformado en una de las instituciones turísticas más importantes del país”, sostuvo en el Campus UV Santiago el fundador de la iniciativa
Ignacio Idalsoaga, fundador y director de la organización que ya tiene más de 30 años de historia, expuso en el marco de un ciclo organizado en conjunto por la unidad de Extensión y la Escuela de Ingeniería Comercial.
Una historia de más de treinta años, que entrelaza el crecimiento de una numerosa familia con el emprendimiento que nació como el primer centro de rescate de animales, luego evolucionó al Parque Zoológico Buin Zoo y actualmente es el Bioparque Buinzoo, compartió su fundador y director, Ignacio Idalsoaga, con estudiantes del Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso. Esta actividad, que se realizó en el teatro de la sede, se enmarca en el ciclo “Historia de emprendimiento e innovación”, que es organizado en conjunto por la Unidad de Extensión y la carrera de Ingeniería Comercial del recinto sanmiguelino.
El médico veterinario explicó que este es un proyecto pionero en Latinoamérica, ya que fue el primero en certificarse cumpliendo con los más altos estándares de la Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios (ALPZA). Asimismo, fue “el primer zoológico y bioparque del mundo en certificarse como empresa B”, un movimiento nacido en Estados Unidos y que incluye empresas que no solo consideran el aspecto económico en su quehacer, sino también la labor social y el cuidado del medio ambiente. Por eso, su propósito corporativo y brújula es: “Vivimos para conservar la naturaleza y juntos dejar nuestro mundo mejor”.
“El Bioparque Buinzoo se ha transformado, no solo por los premios que ha recibido, en una de las instituciones turísticas más importantes del país”, sostuvo Idalsoaga.
Soñar en grande
En parte de su relato, Ignacio Idalsoaga destacó que emprender implica atreverse a soñar en metas que parecen lejanas y que sirvan de inspiración para avanzar y hacer las cosas mejor cada día. “Nos cuesta mirar el futuro cuando los sueños son pequeñitos y cortoplacistas, porque cuando los alcanzas quedas nublado con lo que conseguiste”, dijo.
En el caso de su emprendimiento, la experiencia de conocer Disney de Estados Unidos fue una relevante fuente de inspiración para Bioparque Buinzoo.“Nos dimos cuenta de que una institución que funciona transforma la experiencia de las personas en una experiencia mágica”. Entonces, “nuestro sueño fue transformar en la esquina del mundo un lugar tan perfecto como Disney. Y cada paso que damos, sentimos que nos vamos a acercarnos a este megasueño”, afirmó.
Otro punto que puso de relieve durante su exposición es la importancia de rodearse de personas que persigan el mismo propósito. El desarrollo del Bioparque Buinzoo no hubiera sido posible, sostuvo, “si no fuera por el equipo humano que está detrás de toda esta experiencia. (…) En temporada alta contamos con alrededor de 450 funcionarios y miembros de nuestra familia, quienes son los que transmiten la cultura y llevan el emprendimiento a acciones concretas”.
Idalsoaga planteó que la naturaleza nos habla mucho sobre cómo aprovechar nuestras características distintivas para ser eficientes en el medio en que nos movemos. De igual manera, en el ámbito del emprendimiento hay que reconocer cuáles son nuestros atributos personales o de nuestros productos. “Tenemos historias de vida distintas, cualidades y habilidades que nos son propias”, dijo.
En ese sentido, indicó que el problema es que hay una tendencia a actuar como un “rebaño para seguir a los líderes que nos parecen más interesantes, y así nos vamos cosificando, haciéndonos todos iguales. Y yo creo que hay un tema de identidad propia y original importante”. Asimismo, subrayó que debemos afrontar con entusiasmo el desafío de superar nuestras debilidades, siempre “tratando de hacerlo un poco mejor”.
Potencial de crecimiento
El Bioparque Buinzoo ha desarrollado once hectáreas de un total de treinta, lo que “nos da la posibilidad de crecer a más del doble”, destacó Idalsoaga. “Tenemos 280 especies. Solo como referencia, el zoológico de Santiago tiene 150”. En el acuario, en tanto, la iniciativa posee 160 especies y mil 200 ejemplares. “Es una estructura que está organizada, pensada y que funciona”, señaló.
Actualmente, el recinto recibe alrededor de 800 mil visitantes al año. Pero hace no mucho tiempo, el parque sufrió uno de los momentos más difíciles de su historia debido a la crisis social y sobre todo a la pandemia del Covid-19, que obligó a mantener cerradas sus puertas. Pero con ingenio propio, como la iniciativa de apadrinamiento de ejemplares, y el apoyo de personas y algunas organizaciones, pudieron salir adelante.
En cuanto a los meses de mayor flujo de público, las cifras de la empresa muestran que no son las vacaciones de verano las de mayor asistencia, como suele pensarse, sino las de invierno. “En esos quince días recibimos la misma cantidad de personas que nos visitan en enero y febrero”, puntualizó. A propósito de estos números, destacó “la importancia de la data más que de la guata” cuando se toman decisiones de negocio.
Algo que llamó mucho la atención de la concurrencia fue el maletín que llevó Ignacio Idalsoaga a la charla, quien expuso vestido con su tradicional uniforme del bioparque e inseparable sombrero. De allí sacó algunos objetos característicos de ciertos animales, como huevos de avestruz y de emú, entre otros.
Sobre su participación como expositor en el Campus UV Santiago, el fundador del Bioparque Buinzoo expresó que “me siento muy agradecido de esta tribuna, de haber tenido un teatro absolutamente lleno con gente muy motivada y atenta. Siempre es agradable poder contar esta historia de vida, que ya son sesenta años. Pienso que hay cosas que hicieron clic en el alma y en el corazón de los estudiantes. (…) También es importante mostrar que la vida no es fácil y que tiene mucho de resiliencia, de rearmarse, de volver a empezar eternamente”.
Al evento, que se realizó el pasado martes 10 de junio, asistieron el director del Campus Santiago, Jaime Vera, estudiantes y docentes de distintas carreras del Campus, principalmente de las ingenierías.
Nota: Felipe Ainzúa