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Finaliza exitosamente primer semestre de proyecto que promueve el desarrollo integral y hábitos saludables en niños y niñas del cerro Cordillera

02 Agosto 2024

La iniciativa, realizada en el marco de los Proyectos de Vinculación con el Medio UVA 2295, se lleva a cabo en la Escuela República de El Salvador y el espacio comunitario Santa Ana.

Con una positiva evaluación culminó la primera etapa del proyecto “Infancia: oportunidad para la generación de hábitos y desarrollo integral saludable en el cerro Cordillera, Valparaíso”, que desarrollan las carreras de Medicina, Odontología y Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso, en la Escuela Básica República de El Salvador y en el espacio comunitario Santa Ana del cerro Cordillera de la ciudad puerto.

La iniciativa, enmarcada en los Proyectos de Vinculación con el Medio UVA 2295, ha beneficiado a 160 estudiantes del establecimiento escolar, abarcando desde el primer nivel de transición hasta octavo básico. Además, por su enfoque integral, el programa ha incluido actividades para profesores, paradocentes, padres y apoderados, involucrando a toda la comunidad educativa.

Entre las actividades realizadas durante este primer semestre de 2024, destacan los talleres y charlas sobre hábitos saludables y neurodesarrollo, importancia de la dentición temporal, alimentación saludable, técnicas de cepillado, dieta cariogénica, demostración con macromodelos y alimentación saludable, entre otros.

Herramientas socioeducativas

Katherine Cuevas, académica de la Escuela de Medicina y directora del proyecto, relevó el éxito de la iniciativa: “Este proyecto está orientado principalmente a los niños y niñas, comenzando con el primer ciclo, pero ahora abarcamos toda la comunidad escolar, desde kínder hasta octavo básico, además de los niños y niñas que asisten al Espacio Santa Ana, provenientes de establecimientos cercanos. Nuestro objetivo es contribuir al fortalecimiento de herramientas socioeducativas como factor protector en la familia, agentes comunitarios y comunidad educativa del cerro Cordillera, en beneficio del desarrollo integral y saludable de los niños y niñas del territorio", señaló la directora, quien destacó la alineación del proyecto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la salud y la equidad.

Según las palabras de la doctora Cuevas, la participación de las Escuelas de Medicina, Odontología y Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso ha sido clave: "Tenemos una alumna de quinto año de Medicina que realiza talleres para padres, apoderados y la comunidad educativa, enfocados en el neurodesarrollo, alimentación saludable y los beneficios de la actividad física. En el segundo semestre —porque el proyecto tiene una duración de un año— se abordarán temas como el impacto de las pantallas digitales en los niños y niñas, higiene del sueño, el manejo de las emociones, entre otras temáticas. Mientras que los y las estudiantes de quinto año de Odontología han desarrollado dinámicas educativas y talleres prácticos, enseñando técnicas de cepillado y cuidado bucal. Para las actividades hemos facilitado sets de cepillos, pasta de dientes y seda dental a los escolares. Además, nuestros alumnos han utilizado distintas estrategias educativas adecuadas a la edad de los niños, desde títeres para los más pequeños hasta actividades de mayor participación para los mayores", explicó.

En esa línea, la académica calificó la experiencia como muy positiva y destacó que el proyecto ha logrado plenamente su objetivo de bidireccionalidad: "Los estudiantes de años superiores de las tres carreras han podido organizarse, coordinar actividades, dirigir talleres y trabajar colaborativamente, compartiendo su conocimiento con la comunidad. A su vez, la comunidad se beneficia de la información y el aprendizaje que recibe", afirmó.

Asimismo, relevó que el liderazgo estudiantil ha sido crucial en el éxito del proyecto: "Las alumnas han liderado el proceso de trabajo interdisciplinario, coordinando y planificando en conjunto. Este enfoque no solo ha sido beneficioso para su formación, sino que también refuerza el sello UV de trabajo en equipo", sostuvo la directora.

Esfuerzos interdisciplinarios

Por su parte, Jemima Fernández, jefa de carrera de Trabajo Social, destacó la experiencia y el respaldo brindado por la Universidad de Valparaíso para el desarrollo de estas iniciativas: "Es sumamente valioso que, mediante esfuerzos interdisciplinarios, los académicos de diversas Facultades tengamos la oportunidad de presentar propuestas que materialicen la variable de bidireccionalidad de manera concreta. Este enfoque permite contar con espacios y territorios adecuados para una formación integral desde una perspectiva interdisciplinaria, promoviendo un trabajo conjunto entre las tres Facultades —Odontología, Medicina y Ciencias Sociales— que imparten las carreras de Odontología, Medicina y Trabajo Social", afirmó.

Además, la jefa de carrera subrayó la importancia de abordar las necesidades de las comunidades escolares y promover estilos de vida saludables, a través de factores protectores, como la higiene bucal y del sueño, así como el fortalecimiento del trabajo con las familias, una tarea clave para la Escuela de Trabajo Social.

"El impacto de estas iniciativas es altamente positivo, ya que nos permite consolidar esfuerzos, acceder a recursos para impactar efectivamente en la comunidad y proporcionar a las escuelas los medios necesarios para acercarnos al territorio. Por lo tanto, felicito y apoyo la continuidad de estos proyectos con el respaldo de la Unidad de Proyectos de Vinculación con el Medio", concluyó Jemima Fernández.

Desafío enriquecedor

Javiera Medina, estudiante de quinto año de Medicina, quien ha participado activamente en la planificación y realización de talleres educativos a profesores, agentes comunitarios y apoderados de la Escuela República de El Salvador, señaló: “Al principio, coordinar con las carreras de Trabajo Social y Odontología resultó complejo, pero también fue un desafío estimulante y enriquecedor. Nunca había tenido la oportunidad de colaborar con otras carreras fuera de Medicina, y ha sido una experiencia gratificante. En cuanto a la recepción en la escuela, ha sido muy positivo ver el interés y la disposición de padres, apoderados y profesores. Su entusiasmo por participar y su compromiso con el bienestar de sus hijos es evidente. Estoy llevando a cabo talleres para adultos enfocados en hábitos saludables, incluyendo temas como alimentación saludable y neurodesarrollo. Ha sido muy estimulante observar el interés genuino de los participantes, quienes hacen preguntas y comparten sus propias experiencias. Hemos logrado integrar a toda la comunidad en el proyecto, involucrando no solo a los niños y niñas, sino también a profesores, padres y paradocentes, asegurando así una participación integral y comunitaria”.

La estudiante de Odontología Catalina Gallardo, quien ha liderado y coordinado actividades de promoción y prevención de salud oral, realizadas junto a sus compañeros de quinto año, afirmó: “La experiencia ha sido muy enriquecedora; los niños han mostrado una gran receptividad a la información y han participado activamente, con altos niveles de asistencia en todas nuestras actividades. Para mi formación, ha sido un aprendizaje valioso, ya que he desarrollado habilidades que no se adquieren en la clínica, sino en el terreno con los niños. Esta experiencia ha sido muy estimulante, tanto para mí como para mis compañeros. Además, he tenido la oportunidad de observar realidades que no se presentan en la universidad, como el trabajo con niños con necesidades especiales, incluidos aquellos con TEA, movilidad reducida o síndrome de Down. En total, hemos atendido a 180 escolares (de este y otros establecimientos educacionales del sector), realizando talleres una vez a la semana, lo que ha contribuido significativamente a nuestro aprendizaje y desarrollo profesional”.

Por su parte, su compañera Josefa Abarca aseguró que “la experiencia ha sido realmente enriquecedora. Nunca antes había participado en una iniciativa de este tipo, y ha sido muy positivo. Nos ha permitido conocer mejor a nuestros pacientes, entender su realidad y adaptar nuestro enfoque para tratarlos de manera más efectiva, considerando su contexto específico. Con los niños, hemos llevado a cabo charlas educativas sobre temas como la dieta cariogénica, técnicas de cepillado, el impacto del hábito tabáquico y el consumo de sustancias en la salud oral. La participación de los niños ha sido excelente, siempre están muy interesados y hacen muchas preguntas, lo que refleja su compromiso y curiosidad sobre los temas abordados”.

Verónica Allende, estudiante de cuarto año de Trabajo Social, encargada de articular el trabajo en terreno de las y los estudiantes universitarios con la escuela básica y el espacio Santa Ana, sostuvo que “trabajar con la comunidad educativa ha sido una experiencia sumamente enriquecedora y novedosa para mí. No solo he aprendido sobre el trabajo directo con los niños, sino también sobre coordinación y gestión, lo cual ha sido valioso para mi formación profesional. Mi rol principal ha sido gestionar y articular los talleres en colaboración con la trabajadora social del colegio y la directora. En el segundo semestre, continuaremos con talleres dirigidos a padres y apoderados, enfocados en habilidades parentales y el cuidado integral y bucal de la salud. La intervención temprana es crucial, ya que las nuevas generaciones pueden enseñar a los adultos y promover nuevas formas de aprendizaje”.

Excelente oportunidad

Finalmente, la directora de la Escuela República de El Salvador, Carol Marambio, destacó: “Consideramos esta iniciativa como una excelente oportunidad alineada con nuestros programas de aseguramiento de trayectorias educativas y protección a la niñez. Estos programas incluyen lineamientos para el desarrollo de estilos de vida saludables y desarrollo integral, y también abarcan procesos formativos para los adultos responsables de los niños, fortaleciendo sus competencias y conocimientos para acompañar el desarrollo integral infantil. La recepción ha sido muy positiva. La visibilidad de nuestro establecimiento en cerro Cordillera ha generado altas expectativas, tanto entre apoderados como entre docentes y funcionarios. La perspectiva interdisciplinaria en la protección de la salud y la promoción del bienestar integral ha sido bien recibida por la comunidad”.

Añadió: Estamos muy agradecidos con la Universidad de Valparaíso por elegirnos como colaboradores. Esta colaboración representa una valiosa oportunidad para continuar fortaleciendo los procesos de mejora en la escuela, beneficiando a los niños y niñas que, en muchas ocasiones, no tienen acceso a estos procesos de salud de manera integral”.

Nota: Pamela Simonetti / Fotos: Denis Isla