Enfermedades de Transmisión Sexual aumentan en forma permanente
Especialista se reunió con alumnos de la UV para hablar sobre los riesgos que causan estas infecciones en hombres y mujeres.
Nadie está a salvo de tener enfermedades de transmisión sexual, conocidas como ITS (infecciones de transmisión sexual). Hombres y mujeres pueden presentar diversos tipos de virus, hongos, bacterias, protozoos o VIH, algunas de las infecciones más conocidas que se depositan en los fomites (aparatos sexuales) y que pueden provocar una serie de otras lesiones en el organismo humano.
Un ejemplo de virus es el HPV, conocido como el Papiloma Humano, considerado como la enfermedad de transmisión sexual más frecuente en el mundo y que en Chile alcanza un 14 por ciento de población contagiada.
Según explicó Paulina Cataldo, matrona de la Universidad de Chile, con el destape sexual que se vive en la actualidad, sobre todo con la adolescencia, el aumento de infecciones de transmisión sexual es considerable. “En este período es más común que las enfermedades de trasmisión sexual se presenten entre los doce y los 30 años, como mayor grupo de riesgo”, explicó la profesional.
La especialista asistió a la Escuela de Medicina de la UV para hablar sobre el tema con estudiantes y docentes de la carrera de Obstetricia y Puericultura, como parte de las actividades de celebración del Día de la Matrona este 31 de agosto. La profesional recomendó a los estudiantes mantener una preocupación permanente frente a cada patología, evitando el contacto sexual con personas que se encuentran en riesgo de padecer una ITS.
Cuando una persona padece alguna enfermedad de transmisión sexual, lo recomendable es que se trate en forma inmediata y reciba consejería de parte de un profesional capacitado. En este sentido, el profesional tratante elabora una anamnesis, con los datos clínicos y generales del paciente, incluyendo antecedentes tales como número de partos, cirugías, embarazos y cantidad de parejas sexuales, para lograr un perfil del afectado.
Las enfermedades de transmisión sexual se pueden presentar en ambos sexos, pero las consecuencias pueden resultar más devastadoras para las mujeres, debido a que presentan algunas dolencias como cáncer cérvico uterino, cuyo tratamiento puede implicar el corte del cuello uterino con el consiguiente riesgo para la maternidad.