El examen ECOE, Evaluación Clínica Objetiva Estructurada, consta de doce estaciones donde los estudiantes enfrentan situaciones casuísticas.
Un total de 24 alumnos de séptimo año de Medicina de la UV rindieron su examen práctico final correspondiente al internado de Ginecología y Obstetricia. La particularidad de esta prueba es que corresponde al sistema de Evaluación Clínica Objetiva Estructurada, ECOE, consistente en doce estaciones diferentes, a través de las cuales los alumnos enfrentan situaciones de la vida real y son evaluados por sus reacciones frente a ellas.
De acuerdo a lo explicado por el doctor Ignacio de la Torre, coordinador del Internado de Ginecología y Obstetricia de la Escuela de Medicina, se trata de un examen de carácter eminentemente práctico, basado en situaciones lo más reales posible, con apoyo de actores y actrices, además de dispositivos de entrenamiento muy similares a la realidad.
Por ejemplo, en algunas estaciones, actrices representan a pacientes que simulan síntomas, y los estudiantes deben entrevistarlas y diagnosticarlas; en otra, un actor representa a la pareja de una paciente que tiene un diagnóstico que él no comparte, y el alumno debe calmarlo y recuperar su confianza. En otras estaciones se requiere que los estudiantes determinen qué exámenes debe practicarse el paciente.
El examen incluye también trabajo con fantomas, que son dispositivos de entrenamiento recientemente adquiridos por la Escuela de Medicina, con una inversión cercana a los seis millones de pesos. Estos fantomas permiten simular de manera muy realista procedimientos clínicos, diagnósticos o terapéuticos para que los alumnos tengan una práctica adecuada antes de asistir pacientes reales.
Reconocer y escribir nombres de implementos médicos también es parte de este sistema de evaluación, que se está aplicando en la UV desde el año 2003, en alumnos de la nueva malla docente de pregrado, pero también se ha utilizado con éxito en los alumnos de postgrado. Este tipo de exámenes forma parte de la educación médica en otras universidades del país y también del extranjero.
Una de las ventajas de este tipo de exámenes, destaca el doctor De la Torre, es que todos los alumnos son sometidos a una misma evaluación de competencias clínicas, mejorando con esto la objetividad y sistematización de la herramienta evaluativa. Al final de cada estación de evaluación, cada alumno puede ver en qué se equivocó y optimizar su aprendizaje.
Doce docentes colaboraron en la aplicación del examen, el que fue complementado con una evaluación teórica.
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