Catedrático español impartió conferencia sobre prisión electrónica en la Escuela de Derecho de la UV
El doctor Carlos Aránguez, de la Universidad de Granada, reflexionó sobre las nuevas tecnologías aplicadas a la aplicación de las sentencias judiciales.
Invitado por la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, el profesor Carlos Aránguez Sánchez, de la Universidad de Granada, España, impartió la conferencia titulada “Prisión electrónica: ¿prisión alternativa o alternativa a la prisión?”, la cual estuvo dirigida a profesores y estudiantes de pre y postgrado de la unidad académica.
El catedrático español señaló que su conferencia es una reflexión sobre cómo las nuevas tecnologías no se han incorporado todavía a la ejecución post penitenciaria. Mientras que todos en la sociedad nos hemos habituado a incorporar tecnologías tales como el correo electrónico, el teléfono móvil y otras, las bases fundamentales de la ejecución penitenciaria no se han conmovido en los últimos 200 años, expresó.
Precisó que en España existe hoy un movimiento tendiente a garantizar defensa social, pero al mismo tiempo reduciendo el número de reclusos que ingresan a las prisiones: “Para conseguirlo, estamos apostando por unos brazaletes, que pueden ser tobilleras o muñequeras, que localizan a la persona, la sitúan, la ubican y pueden marcar pautas de información. Hay algunos modelos que a base de la incorporación de la tecnología pueden controlar, por ejemplo, si la persona ha ingerido alcohol porque detectan el etanol transdérmico. De este modo, se pueden desarrollar también programas de control de adicciones de una forma científica de mayor exactitud”, señaló.
La intervención del profesor Aránguez se refirió a por qué optar por estos sistemas, qué ventajas tienen, qué garantías sociales ofrecen y cuáles son los problemas de la mayor intromisión en la intimidad. Asimismo, ponderó las ventajas e inconvenientes de la incorporación de la nueva tecnología en la ejecución penitenciaria y postpenitenciaria.
Destacó el doctor Aránguez que este avance tecnológico del brazalete localizador en Chile está actualmente en fase de estudio, ya que aquí no se ha incorporado aún la aplicación práctica de estas tecnologías. En España, señaló, “tenemos una fase de pruebas desde hace siete años y su uso masivo comienza a desarrollarse hace unos cuatro años. El sistema hasta hoy ha dado muy buenos resultados, y cada día lo estamos desarrollando más. Hoy, en España hay 76 mil 300 reclusos, lo que es muy alto para el país, sobre todo por los costos de mantención. La calidad de atención en nuestras prisiones es bastante buena, pero se deteriora por la masificación; los últimos 20 años hemos cuadruplicado el número de internos en prisión, cuando nuestra población ha crecido en 20 ó 30 por ciento, en el mejor de los casos”, afirmó.