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UV se posiciona en intervención familiar para adolescentes con diagnóstico de depresión

22 Diciembre 2022

Con proyecto Fonis liderado por Javier Morán, de la Escuela de Psicología.

Objetivos que implican un impacto en la salud primaria y en la academia cumplirá el proyecto “Estudio de factibilidad y aceptabilidad de una intervención psicoterapéutica familiar breve informada por la mentalización para adolescentes entre diez a catorce años con diagnóstico de depresión”, a cargo de Javier Morán, académico de la Escuela de Psicología de la UV y financiado por el XIX Concurso de Investigación y Desarrollo en Salud, Fonis 2022, Subdirección de Investigación Aplicada, ANID 2022.

El profesor Morán, investigador responsable del proyecto, es psicólogo, magíster en Psicología de la Adolescencia mención Psicología Clínica, doctor en Psicoterapia, docente de la Escuela de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales y encargado UV del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (Midap). El equipo de trabajo lo integran, además: Javiera Duarte, investigadora alterna, perteneciente al Midap y al Centro de Estudios en Psicología Clínica y Psicoterapia de la UDP, y los coinvestigadores Ulises Ríos y Marcelo Arancibia, ambos psiquiatras, docentes de la Facultad de Medicina de la UV. Se suma a ellos un grupo de psiquiatras infantojuveniles y terapeutas de la Escuela de Psicología de la UV y de otras universidades.

Formar terapeutas

Detalla Javier Morán que la ejecución de este proyecto tiene importantes implicancias, partiendo porque “implica formar a este grupo de terapeutas —algunos ya lo estamos, pero la idea es que lo estemos todos— en el modelo de intervención de terapia basada en la mentalización para adolescentes y familias, y después desarrollar una serie de atenciones, que van a ser aproximadamente de doce sesiones, dirigidas a las familias de los adolescentes”.

Del mismo modo, agrega, el trabajo considera dar forma a “un equipo de supervisión para evaluar lo que vayamos realizando, con una mirada reflexiva y crítica, para fortalecer el trabajo terapéutico, y además tenemos planificados diversos momentos para la supervisión por parte de expertos en el modelo de intervención. La idea es asegurar que nos acercamos lo más posible al modelo”.

Como resultados, uno de los insumos comprometidos por el proyecto es “una guía de prácticas clínicas que van a surgir de la información que obtengamos del estudio. La idea es dejar eso disponible a la comunidad, y principalmente al Ministerio de Salud, por la utilidad que le pueden dar. También es importante mencionar que nos interesa posicionarnos y liderar esta área de intervención, tanto con investigación como con el trabajo clínico que estamos llevando principalmente en la Escuela de Psicología y en vinculación con los centros de salud que pertenecen a este territorio”.

De esta forma, tanto para la Universidad de Valparaíso como para la Facultad de Ciencias Sociales este proyecto es relevante por cuanto “nos posiciona como parte de los equipos de investigación que se suman a esta línea de investigación en salud que se articula a través de Fonis y que tiene un elemento muy destacable: la posibilidad de proponer tecnologías y estrategias con potencial escalabilidad al servicio público”.

A nivel de la Escuela de Psicología, apunta Morán, “también es un logro positivo, porque nos permite una mayor colaboración y desarrollo, principalmente a nivel del área de desarrollo infantojuvenil, que impacta en la formación de pre y postgrado, a la vez que potencia vínculos con otras facultades de la Universidad, con otras universidades y con otros equipos internacionales de investigación”.

Vacíos en la intervención clínica

Al referirse a qué motivó este proyecto Fonis, explica el doctor Morán: “Yo soy investigador y psicólogo clínico de adolescentes, y en este contexto uno de los vacíos que existen en la intervención clínica tiene que ver con el abordaje de la depresión en adolescentes en el grupo etario con que vamos a trabajar, que es de diez a catorce años, que no están incluidos en las guías GES Depresión: existen guías no GES para este grupo”.

Se suma un segundo elemento: “La posibilidad de responder a lo que la evidencia ha venido proponiendo en esta línea, que es la incorporación de la familia, es decir, realizar intervenciones familiares. El proyecto establece una propuesta, que yo llamaría innovadora, producto de hacer un trabajo no individual con los chicos y chicas que están con diagnóstico de depresión, sino que reconocer que en parte importante esta reemerge o se desarrolla —no únicamente— por condiciones, vínculos al interior del grupo familiar. Esto nos invita a ver no solamente la depresión como algo que emerge en ese contexto, sino que ese mismo lugar que es la familia se puede transformar en un factor protector para hacer frente a este tipo de dificultades que lamentablemente tienden a cronificarse a lo largo del desarrollo. Entonces se transforma en un factor preventivo”.

Un tercer elemento, acota el académico, es que “intervenir al sistema familiar entrega fortalezas sobre todos los miembros del grupo, no solamente sobre los adolescentes. En este sentido, queremos salir de la mirada de que son los adolescentes los que están con problemas específicos y avanzar hacia la idea de la necesidad de fortalecer e integrar vínculos a nivel familiar, que a esa edad es un contexto de desarrollo muy importante”.

Proyecciones

Respecto de las proyecciones del estudio, expresa el investigador: “Por un lado, realizar una intervención informada por una teoría que cuenta con evidencia empírica para la intervención en adolescentes, cual es el modelo de terapia basada en la mentalización. Ese modelo ha sido desarrollado principalmente por investigadores y clínicos ingleses y se ha venido difundiendo por el mundo con el paso del tiempo; ha sido usado principalmente en el trabajo con jóvenes y adultos con trastornos de personalidad o desarrollo de la personalidad en el caso de los adolescentes”.

De esta forma, junto con permitir “traer este tratamiento, podremos evaluar la factibilidad de implementar la adaptación que le vamos a hacer en el formato de cómo se realizan las intervenciones en atención primaria, que es lo que buscamos emular, para luego pensar en la potencial escalabilidad, para proponerlo como intervención factible en atención primaria. Ese es uno de los objetivos que cumple Fonis: acercar las intervenciones, promover intervenciones con fondos de investigación, para evaluar el impacto o la factibilidad de llevarlos a cabo”.

Una segunda proyección, añade el psicólogo, es “el fortalecimiento de equipos de trabajo para avanzar en la línea de investigación temprana en depresión con adolescentes. Por otro lado, la posibilidad de establecer vínculos con otros centros de investigación, que nos permitan ya no sólo evaluar la factibilidad, sino proponer —idealmente en el mediano plazo— un estudio de efectividad de esta intervención, con una muestra mucho más grande, y potencialmente a nivel de otras regiones. Eso es un gran desafío para nosotros. Junto con ello, se abre la posibilidad de fortalecer equipos de clínicos y de investigadores para el desarrollo de estudios complementarios, lo que generalmente no se hace mucho por la dificultad más bien metodológica y de contar con formación para realizar estudios de procesos en psicoterapia”.

En definitiva, afirma, las proyecciones implican “ver no solamente si ciertas formas de intervención resultan, sino también promover investigación que nos muestre qué de lo que se hace específicamente resulta, porque eso tiene un impacto súper potente en la posibilidad de formar personas, formar profesionales, formar equipos, mostrándoles de manera específica cómo es que ocurre lo que ocurre en las intervenciones terapéuticas”.