Estudiantes de Psicología en Seminario Prevención de Violencia hacia Mujeres y Disidencias
En marco de curso Ética y Legislación.
Con el propósito de generar un espacio de formación en la prevención de la violencia de género y el fomento de la salud mental, las profesoras del curso Ética y Legislación, Pía Urrutia y Ximena Faúndez, de la Escuela de Psicología, desarrollaron el Seminario “Prevención de la violencia hacia mujeres y disidencias”, que tuvo lugar en dependencias de la Facultad de Ciencias Sociales, y que contó con el apoyo del Centro de Estudios Interdisciplinarios sobre Cultura Política, Memoria y Derechos Humanos (CEI CPMDH UV).
La actividad incluyó la presentación de la campaña audiovisual de prevención de la violencia hacia las mujeres y la disidencias realizada por estudiantes del referido curso; asimismo, hubo un conversatorio sobre la temática, con la participación de Catalina Parra, periodista y profesora de Lengua y Literatura LGBTQ+, y José Miguel Bustamante, psicologue LGBTQ+ y docente de la UDD. Les acompañaron el director de la Escuela de Psicología, Gonzalo Lira, y el jefe de carrera, Carlos Varas.
Según explicó la profesora Ximena Faúndez, el seminario tuvo por objetivo plantear que “el derecho a la identidad de género y los derechos sexuales son un componente integral de los Derechos Humanos, y por tanto son inalienables y universales. Asimismo, el derecho a la identidad y a la salud sexual son componentes integrales de la salud mental. La igualdad, equidad y respeto, independientemente del género, son fundamentales para el logro de la salud mental. Las inequidades y los desequilibrios de poder relacionados con el género entorpecen las interacciones humanas armónicas y constructivas. Y por ello hoy la psicología como ciencia comprende que la salud plena sólo puede lograrse si las personas están libres de estigma, discriminación, abuso, coerción y violencia”.
La profesora Pía Urrutia, por su parte, señaló que “en los tiempos que corren, en que pese a los avances en derechos fundamentales para mujeres y disidencias, vemos con preocupación avances de discursos con componentes de odio que se tornan peligrosos para una sana comunidad. Por eso es que este tipo de actividades resultan fundamentales para la formación de profesionales que puedan generar reflexiones éticas basadas en el respeto y la tolerancia. Es muy positivo ver que podemos, en comunidad, ir generando espacios respetuosos en donde podamos aportar desde nuestro quehacer profesional y sobre todo humano”.