Ministro de Hacienda explicó alcances de la reforma tributaria en el Campus Santiago
Mario Marcel participó en conversatorio junto a la diputada Gael Yeomans y el economista Hassan Akram.
Un proyecto de reforma tributaria que ha sido fruto del diálogo ciudadano y que permitiría dar respuesta a importantes necesidades sociales (por ejemplo, la Pensión Garantizada Universal de 250 mil pesos) con miras a tener un país que pueda combinar crecimiento económico con mayor justicia social, ampliando así los derechos sociales. Estos fueron algunos de los principales conceptos que se plantearon durante el conversatorio “Hacia un nuevo pacto social”, que se llevó a cabo en el teatro del Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso.
“Esta reforma tributaria tiene un fin recaudatorio que es bastante ambicioso, en comparación con reformas anteriores. Lo que busca es recaudar alrededor de cuatro puntos del PIB en un plazo de cuatro a cinco años (desde 2026 en adelante). Recordemos que en los noventa la reforma buscó recaudar 2,5 puntos y en la de 2014 fueron tres puntos”, dijo el ministro de Hacienda Mario Marcel y expresidente del Banco Central, quien protagonizó el panel junto a Gael Yeomans, diputada de Convergencia Social, y Hassan Akram, economista y doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Cambridge. La actividad fue moderada por la profesora y jefa de la carrera de Ingeniería en Negocios Internacionales, Daniella de Luca.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del rector Osvaldo Corrales, quien llegó hasta el recinto capitalino junto a Soledad Narea, directora general de Desarrollo Institucional y Aseguramiento de la Calidad.
En el conversatorio también se destacó que es un buen momento para realizar los cambios, considerando los efectos económicos generados por la pandemia y que la historia comparada -como el Reino Unido luego de la Segunda Guerra- ha demostrado que es necesario hacer un esfuerzo adicional precisamente en épocas de crisis. Por otro lado, indicaron que la reforma tributaria contribuirá a disminuir las brechas de desigualdad que sufren las mujeres respecto de los hombres, por lo cual se contempla la perspectiva de género.
El rector Corrales manifestó que “para nosotros es una actividad que tiene una extraordinaria relevancia, en que la Universidad se abre a los actores y a los agentes de la comunidad, de la ciudadanía, para que puedan participar y poder conocer, de primera fuente en este caso, los alcances, lo que va a significar y los impactos sobre la vida cotidiana va a tener una reforma tributaria. Nosotros esperamos que pueda traducirse en la mejora de la calidad de vida de todos y todas”.
A esta actividad asistieron también la directora del Campus Santiago, Valeria Scapini; el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UV. Diego del Barrio; la alcaldesa de Lo Espejo, Javiera Reyes; el alcalde subrogante de San Miguel, Philipe Carlier; concejales de ambas comunas, representantes de organizaciones sociales, académicos/as y estudiantes.
Ampliación de derechos sociales
El ministro de Hacienda subrayó que lo más interesante es “el contenido de la reforma. Y esta tiene un foco importante en lo que es el impuesto a la renta, que es justamente toda nuestra estructura tributaria en la cual tenemos la brecha más grande respecto de los países desarrollados. En Chile el impuesto a la renta personal recauda menos del dos por ciento del producto, mientras que el promedio de los países de la OCDE recauda un poco más del ocho por ciento del producto”, agregando que, por ende, nuestro sistema tributario es “poco redistributivo”.
Marcel explicó que otros cambios propuestos se relacionan con “reducciones de la evasión y elusión tributaria, eliminación de exenciones tributarias, es decir, para aumentar el cumplimiento tributario por parte de los contribuyentes”. A eso se suma “el nuevo royalty minero y finalmente un conjunto de propuestas de impuestos correctivos para incidir sobre el comportamiento de personas y empresas”.
Respecto del objetivo de la iniciativa, el secretario de Estado dijo que “lo que buscamos es que estos recursos vayan básicamente a la ampliación de derechos sociales, en particular al aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU) a 250 mil pesos, la institucionalización y ampliación de un sistema de cuidados, inversiones en salud para reducir las listas de espera en los hospitales y fortalecer la salud primaria. Otra parte es para financiar inversión en ciencia y tecnología, apoyar a las Pymes y ampliar y diversificar la base productiva del país y darles más recursos a los gobiernos regionales”, entre otras medidas.
Perspectiva de género
La diputada Yeomans inició su intervención comentando que el territorio que ella representa (distrito 13) exhibe “una alta precarización y muchas necesidades; y, por lo tanto, requiere una recaudación fiscal desde la mirada de la distribución de la riqueza. Y es importante discutir y conversar sobre la necesidad de esta reforma tributaria”.
La parlamentaria reconoció positivamente el trabajo del ministro y su equipo para presentar un proyecto que tiene objetivos sociales y que se realizó a partir de un diálogo social para levantar las necesidades. “Quiero relevar la búsqueda de mayor justicia, es decir, que la carga tributaria sea justa y que se vean diferencias entre las personas que pagan a diario el IVA respecto de quienes en el país que tienen mayores ingresos y acceso a las riquezas económicas. Por lo mismo, se requiere un sistema tributario que entregue más justicia, en el cual los que más tienen aporten lo que corresponde”.
Yeomans añadió que aquello posibilitaría cumplir con el objetivo que es “entregar derechos sociales para el país y esta reforma está encaminada hacia allá. Se miran necesidades de pensiones, salud y sistema nacional de cuidados. Y la perspectiva de género que está detrás también de esta reforma tributaria va a ser muy importante respecto de a quiénes va dirigida la recaudación fiscal”.
En cuanto a las desigualdades de género, la diputada explicó que se requiere pensar un sistema previsional que considere las brechas, ya que “actualmente en nuestro país quienes más sufren las desigualdades son las mujeres, las que se dedican al trabajo doméstico, que no tienen remuneración”.
Por otra parte, Yeomans también valoró positivamente que la iniciativa del gobierno incluya mecanismos para combatir la evasión y la elusión tributaria.
Diálogo ciudadano
El ministro Marcel dijo que “uno de los aspectos más interesantes de este proceso es que es la primera vez en Chile que se realizar una reforma tributaria precedida por un diálogo con la ciudadanía”, ya que tradicionalmente en el país estas se preparaban entre algunos técnicos y expertos “entre cuatro paredes, para decirlo coloquialmente”, señaló el secretario de Estado.
Respecto de la pertinencia de este proyecto de reforma tributaria en un escenario económico menos favorable, el secretario de Estado sostuvo que “es muy importante atreverse a hacer las cosas y en este caso nos hemos atrevido a hacer cambios importantes. Efectivamente tenemos un escenario que es complejo, marcado por las réplicas del covid-19 sobre la economía mundial, con caída de la actividad que no se había visto en décadas y que tuvo respuestas también inéditas de parte de los bancos centrales y los gobiernos, aumentos de inflación, etcétera. Cabe mencionar que la reforma tributaria se va a aplicar gradualmente (…). Y que construir sistemas de seguridad y de protección social es un paso muy importante en el desarrollo de los países”.
Una visión de sociedad
A juicio del economista Hassan Akram, lo que está en juego en la reforma tributaria “es una visión de una sociedad, porque, al final, la riqueza que se produce en una sociedad no se logra por individuos aislados, sino que se genera de forma colectiva: las empresas con sus empleados, gerentes, accionistas, con todos trabajando en conjunto. Y precisamente porque generar riqueza es un acto colectivo se necesitan impuestos para pagar aquellas cosas que también son de uso colectivo”.
En su opinión, “el proyecto tiene dos pilares fundamentales en términos filosóficos y civilizatorios. Un primer punto es terminar con la integración tributaria (…) y distinguir entre personas naturales y empresas y ver a estas últimas como el corazón de una economía productiva es fundamental”.
La integración tributaria es un sistema que le permite a los dueños, socios o accionistas descontar de sus impuestos personales finales (global complementario e impuesto adicional) el impuesto a la renta pagado por sus empresas.
Según Akram, que no haya integración sería una medida pro inversión. Citando al economista José de Gregorio, explicó que la integración del sistema tributario baja el costo del retiro de utilidades de las empresas, lo que tiene un efecto contrapuesto en el ahorro e inversión de las mismas. También destacó que la reforma contenga normas anti elusión tributaria que inhiban no solo estas acciones, sino también lo que él llamó “planificación tributaria” o formas indirectas de pagar menos impuestos de los que corresponden.
Akram insistió en cuanto a entender el desafío de desarrollo económico como algo colectivo. En ese sentido, indicó que le parece bien que se proponga bajar el impuesto a las empresas y aumentar a las personas. “Si uno ve países que tienen derechos sociales universales, como los nórdicos por ejemplo, estos tienen altos impuestos a las personas y bajos impuestos a las empresas, porque estas son instituciones colectivas que buscan aumentar la riqueza nacional”.
El doctor en Ciencias Sociales coincidió con los otros panelistas en cuanto a que es importante que el proceso de discusión del proyecto sea “de cara a la ciudadanía”.