María Jesús Saiz, egresada de Cine UV, estuvo becada en la Filmakademie Baden-Württemberg de Alemania, donde participó en seis producciones audiovisuales: un comercial especulativo como operadora de boom, para la carrera de Dirección de Publicidad; un corto de ficción como sound mixer, para la carrera de Dirección de Ficción; tres cortos como asistente de dirección, y un cortometraje como directora y guionista.
“Mi experiencia en Alemania fue mucho de todo. Una experiencia intensa, enriquecedora, sufrida, gratificante. Tuvo todo lo que me pasa interna y externamente cuando tengo la oportunidad de escribir o dirigir. Aprender y trabajar con personas de otras nacionalidades o comunicarse en otro idioma, es algo que enseña virtudes y entrega anécdotas especiales. En este caso y tristemente, tuvimos un impacto entre los y las compañeras de la International Class por el genocidio que azota Palestina, la dictadura que violenta a Birmania y la colonización que sufre Ucrania”, cuenta.
“Estar lejos de tu casa, de tu territorio, de tus seres queridos, genera una hermandad con tus compañeros y compañeras, quienes vienen de tantas partes distintas que cada persona es un mundo, y eso despierta mucho la creatividad, la curiosidad y el intercambio”, señala.
Sobre los proyectos en que trabajó, indica que “la Filmakademie es una escuela estatal alemana de cine y audiovisual que, a pesar de su bajo costo para las personas ciudadanas alemanas, es reconocida internacionalmente como una de las mejores del mundo. Cuenta con toda la técnica top de línea mundial, las últimas cámaras y sistemas de sonido, salas de edición totalmente equipadas, luces, grips, para que el alumnado pueda estar siempre produciendo”.
Oportunidad enriquecedora
Sobre su desarrollo profesional explica que “cuando intentas construir una carrera en este ámbito, cualquier quehacer cinematográfico impacta en tu currículum. Juntar todo lo necesario para llevar a cabo una producción audiovisual de cualquier longitud requiere de una cantidad enorme de energía, recursos y paciencia. Ir a un lugar como la Filmakademie, que tiene todos esos recursos al alcance de la mano, es una oportunidad totalmente enriquecedora para el futuro profesional”.
“Se pueden hacer cortos de ficción o documental o comerciales, solo necesitas hacer buen lobby con el alumnado y tener la energía y motivación para hacerlo. Si una se enfrenta a la experiencia de forma más pasiva, estar en una escuela de renombre internacional habitualmente tendrá una buena respuesta. En cuanto al desarrollo académico, existen diversas instancias para recibir información y las más enriquecedoras son las Master Class”, cuenta.
“Para eso se requiere mostrar interés en alguna rama, tema o técnica en particular. Yo pude asistir a una Master Class de Foley Artist que fue increíble y a un ejercicio de rodaje de un corto en el departamento de sonido, el cual fue muy didáctico y divertido. También están las clases que se imparten dentro de la International Class, las cuales tienen nivel de pregrado y la mayoría son muy interesantes, como cortometrajes o movimiento interno del cuadro”, señala.
María Jesús explica que “la Clase Internacional de la Filmakademie cada año reúne a cerca de veinte personas de diversos países que no pertenecen a la Unión Europea. Esa pasantía tiene una duración de cuatro meses, característica que puede limitarla a la hora de ahondar profundamente en cualquier tema académico, pero siempre es bueno sumar un cartón al final de cualquier proceso académico”.
Actualmente se encuentra desarrollando proyectos independientes: “La postproducción de un corto de ficción, un largo documental, una serie de videopoemas, el guion de un largo de ficción, un libro y un álbum de poesía, junto con la distribución de un largometraje. Todo con mucha paciencia y muy pocos recursos. Soy una trabajadora del cine y a veces me toca estar en las áreas creativas, técnicas o de sonido. Trabajo habitualmente como freelance o me dedico a especializarme y desarrollarme académicamente”, comenta.
Nota: Rodrigo Catalán
